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Por los acontecimientos que han ocurrido desde hace ya algunos años y a pesar de las acciones realizadas por las autoridades y la labor heroica y titánica que realizan tanto la Marina como el Ejército Nacional, me doy cuenta como se incrementan los sentidos de la población, al considerarse cada día que transcurre más y más en el desamparo ante la realización de actos de ese tipo y sobre todo actos delictivos que son dados a conocer por los diversos medios de comunicación. Pero en donde yo veo un peligro, quizás peor, es en la pérdida de la capacidad de asombro ante dichos hechos de sangre, la ciudadanía, al parecer, pierde de manera rápida la memoria y observa como “normal” las balaceras, persecuciones, ejecuciones y apariciones de cuerpos descuartizados por todo el territorio estatal, basta con recordar como reaccionamos la gran mayoría de los pobladores de la ciudad de Zacatecas y Guadalupe, aquella ocasión que supimos de la primer balacera que se presentaba en la zona conurbada, no me dejarán mentir, el día posterior, ambas ciudades parecían pueblos abandonados, no se veía en las calles ni una sola alma, en cambio, hoy día observamos, como ya nadie se asombra ante tales acontecimientos, nos hemos acostumbrado a ellos y los hemos hecho parte de nuestra vida cotidiana y continuamos con nuestra vida normal, anteponiendo una indiferencia cruel, al cabo de unas horas después de los acontecimientos.
De esa misma forma, me parece, que tanto en el Boxeo como en la Lucha Libre se viven tiempos similares, en los que observamos, como muchos de los que lucran, sobre todo a nivel profesional, con estos deportes, van acabando con la verdadera esencia deportiva en ambas disciplinas, poco a poco las van destrozando, modificando con elementos nuevos que no solo no la hacen crecer sino que por el contrario van minando poco a poco la credibilidad y respeto hacia esas dos disciplinas de combate. Y quizás lo peor que puede suceder, nadie hace nada por detener toda esa destrucción, tenemos una indiferencia bien comprometida con nuestro estilo de vida actual, “no nos metamos en problemas”, “deja las cosas como están”, “no es asunto tuyo”, “no se puede hacer nada”.
A lo largo de estos años actuando en los dos deportes mencionados me he encontrado y conocido gente tan valiosa, que me han hecho renacer en muchos sentidos, el amor que tengo por las dos disciplinas deportivas, El Boxeo y la Lucha Libre, en pláticas sostenidas con estas personas, en diversas ocasiones, han demostrado un verdadero interés por las actividades dentro de La lucha Libre, y que de esa manera, logró hacer aparecer de nueva cuenta en mí, la pasión deportiva que estaba un poco cabizbaja. De la misma manera quisiera que volviera a encenderse esa llama en todos y cada uno de los luchadores de antaño y actuales, unirnos para poner un granito de arena para que aquel tipo de combate vuelva a ser, por lo menos, una parte esencial del espectáculo de la Lucha Libre y que suceda también en el Boxeo.
