Los errores de Morena
Parece que Morena está equivocando el procedimiento, y en eso está prácticamente firmando su sentencia de una fractura interna que puede llevarle a perder muchos votos. En cualquier momento, la dirigencia nacional anunciará al ganador de la encuesta.
Ya lo dijo el aspirante a la precandidatura José Luis Medina Lizalde hay una muestra muy clara de una posible imposición al interior del instituto que va a provocar que la candidatura del partido político se vaya a decidir en Tribunales y, muy probablemente, hasta la última instancia.
Primero, se emite una convocatoria que no se respeta, porque eso de que apareció María Soledad Luévano Catú como aspirante ya era muy impugnable.
Después, se rebasaron los tiempos y la lista de precandidatos no se emitió conforme lo marcaba la convocatoria.
Aparte, la dirigencia nacional, encabezada por Mario Delgado, está anunciando a uno y otro candidato en los estados, simplemente diciendo que la Comisión Nacional de Encuestas así lo determinó, pero ni en el caso de Layda Sansores en Campeche, ni en el caso de Víctor Castro en Baja California Sur.
Se queman las habas
Pero el propio Delgado Carrillo anunció que romperán lo establecido en su convocatoria, cuando hizo ver que se “quemaban las habas” por hacer los anuncios de los candidatos, al señalar que desde el jueves “todos los días vamos a informar sobre los resultados de nuestras encuestas en las 15 entidades donde habrá elecciones el próximo año. Las y los representantes de Morena serán elegidos por la gente”.
Y es que la convocatoria marca tiempos, tiempos que no se van a respetar.
En ese sentido, había la posibilidad de construir una candidatura de unidad, a lo que ni siquiera se dará oportunidad, etapa en la que probablemente los aspirantes Ulises Mejía Haro, José Luis Medina Lizalde y José Narro Céspedes iban a optar por la declinación hacia el más fuerte, pero ni eso los dejaron hacer.
Ya empezó a circular el resultado de una encuesta de Massive Caller, donde David Monreal tiene el 40.9 por ciento, Ulises Mjeía Haro el 33.1, José Narro el 20.1 José Luis Medina Lizalde el 4.6 por ciento y Jaime Enríquez Félix el 1.3 por ciento.
En este caso, no se mide a Soledad Luévano, y en segundo término, una declinación de Narro y Medina Lizalde le podía dar el 57.8 por ciento a Mejía Haro, casi 18 puntos más que a Monreal.
Por todo ello, Morena está equivocando sus procedimientos y a ver cómo se le cobra.
¿Fito o Claudia?
El próximo martes 15 estará en la ciudad de México, Adolfo Bonilla Gómez y Claudia Anaya Mota, para, de una vez por todas, definir quién será el candidato o candidata de la alianza para la gubernatura de Zacatecas. El PAN y PRD han condicionado que sea mujer.
De pronto, todo le cambió al político de Fresnillo que se había adelantado a todos los aspirantes de la misma alianza. Se supone, que Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, le dará a conocer a FITO y a CLAUDIA la decisión de quién será el abanderado o abanderada.
Como ya lo consignamos, el PAN y el PRD han condicionado la alianza y amenazaron con romperla sino va es mujer de candidata a la gubernatura de Zacatecas y, no sólo eso, sino recomendaron que sea la senadora Anaya Mota para que sea la candidata al gobierno del Estado.
Quién es más rentable
Saliendo apenas del contagio del Covid-19, Adolfo Bonilla Gómez puso al priismo de cepa a trabajar en redes sociales, sacándose las mejores fotografías con el aspirante, así como escribiendo las mejores palabras en apoyo al político de Fresnillo. El tema es meter presión desde Zacatecas.
Es evidente, que si el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya tomó la determinación, es probable, que haya sido por la senadora Claudia Anaya Mota quien, de hecho, ya se había disciplinado. Aun así, la misma legisladora se ha mostrado respetuosa.
Por los tiempos, la noticia no puede esperar más, de manera que, humo blanco debe salir desde la ciudad de México el mismo martes 15. La duda es una sola: ¿O es Fito o es Claudia?, porque si no no habrá alianza con el PAN y PRD. ¿Pero quién de los dos políticos es más rentable en la alianza?
Entre confrontación y coalición
La violencia verbal y la guerra sucia no llevan a la civilidad que ha de imperar en escenarios donde las libertades democráticas son respetadas, se necesita tender los puentes o enlaces de interlocución para que sean evitados posibles estallidos de inestabilidad o alteraciones que levanten obstáculos al proceso electoral 2021, que los partidos, ciudadanos e instituciones electorales ya edifican hasta culminar en las urnas electorales del 6 de junio, cuando la interacción de esa participación colectiva logren márgenes aceptables de credibilidad y confianza en los resultados electorales.
En plena etapa preelectoral, la fuerza opositora PRI-PAN-PRD se consolida y no debe subestimarse y, aunque como líder máximo de Morena, Andrés Manuel López Obrador, no desiste en descalificar y provocar a esa alianza al asegurar que su gobierno no tiene una oposición muy fuerte, lo cierto es que su comportamiento ya traduce preocupación y temor por el crecimiento de una potencial coalición que puede ser capaz de equilibrar y hacer contrapesos al poder absoluto del Presidente.
La nueva Toma de Zacatecas
Las batallas por todos los horizontes del país y más concretamente por la nueva Toma de Zacatecas, se visionan inéditas por el exacerbado furor político de los grupos, sectores, liderazgos, gobernantes, empresarios y organizaciones sociales, que constantemente son víctimas del escarnio, el menosprecio y la descalificación desde Palacio Nacional. Indudablemente, entre los partidos opositores se vive un proceso de recomposición, ajustes de interés, reacomodo de fortalezas, ensamble de diferencias y coincidencias, que van a generar la más poderosa postulación de candidatos, a gobernador o gobernadora, a las diputaciones federales y locales, y las presidencias municipales, que serán como una gran convención suscrita para recuperar el poder perdido en 2018 y al año siguiente, en 2021, revocar el mandato presidencial.
El desbarajuste que todavía prevalece entre Morena y sus aliados, los partidos del Presidente, son una fragilidad impulsora de la oposición.
David Monreal, Luis Medina Lizalde, Ulises Mejía, José Narro, Ricardo Monreal, Fernando Arteaga y Gilberto del Real, son corresponsables de ese ambiente de confrontación y polarización interna que los debilita como partidos en el poder, de manera que Adolfo Bonilla, Claudia Anaya, Alejandro Tello, Miguel Alonso y Enrique Flores; Noemí Berenice, Pedro Martínez, Miguel Torres y Raymundo Carrillo, aprovechan los tiempos para robustecer la negociación de su alianza.
Nos leemos la próxima semana.
