/ domingo 20 de febrero de 2022

Escenarios 2022

Una semana de terror

Es cierto, la violencia no empezó en Zacatecas el 12 de septiembre, pero tampoco la lucha contra la delincuencia empezó a partir de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador implementara, a finales del mes de noviembre, el plan Zacatecas II. El propio titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval González, admitió en la mañanera de Ciudad Juárez, Chihuahua, que el delito de homicidio doloso ha ido hacia arriba en Zacatecas, un 10 por ciento.

Cuando los números se toman a favor, como ha hecho Gobierno del Estado para reflejar que el delito ha bajado, se toma como muestra base un mes atípico, que fue el mes de septiembre, en que hubo 201 homicidios dolosos, como referencia para los meses que le siguieron, en que los índices se mantuvieron en el promedio.

En la semana, el titular de la Sedena manifestó que Zacatecas, a pesar de ser considerado entre los estados prioritarios, es el que mayor aumento en este delito ha tenido con un 10 por ciento.

Pero más allá de los números, se puede ver que el municipio de Fresnillo es el de mayor percepción de inseguridad entre sus habitantes. Y lo peor, son los casos como el que atrajo la atención de los zacatecanos toda la semana, el de los estudiantes originarios de Francisco R. Murguía y Río Grande.

Este caso provoca expectación debido a que se trata de seis estudiantes que salieron a divertirse a un centro nocturno, en la comunidad de La Escondida, en la capital del estado, y a las 04:36 horas de la mañana una de ellas acude a interponer una denuncia por el plagio de sus compañeros.

Aquel sábado trágico

Pasó todo el sábado sin saber de los jóvenes, a pesar de las acciones de búsqueda en los alrededores por parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ), y finalmente al mediodía del domingo aparece una camioneta con tres bolsas negras en su interior, en las que se identificaron a tres de los estudiantes. Horas más tarde se identificó a otro en un lote baldío en el municipio de Morelos, con disparos de proyectil de arma de fuego.

Otra de sus acompañantes, Valeria permaneció en calidad de desaparecida.

En la madrugada del viernes, derivado de un cateo, se dio con un cuerpo con las señas particulares que se dieron para Valeria, es decir, debajo del busto el dibujo de unas alas, en la pierna derecha el dibujo de flores con perlas, y un piercing en la nariz del lado derecho.

Sin embargo, se debió a pedir a los familiares la identificación plena del cadáver, la cual fue positiva.

Hoy como nunca se ha unido Zacatecas para denostar los crímenes de los estudiantes, y habrá que marcar estos días como el antes y después de las acciones, para la exigencia de resultados, aunque el gobernador, David Monreal, implícitamente, haya señalado que las investigaciones (que no se dan a conocer) van que es un problema entre los cárteles, “todos los casos lo son”, así lo señaló.

DMA, ¡vaya semana!

Durante poco más de 10 años, David Monreal Ávila –uno de los 14 hermanos- buscó gobernar Zacatecas. Fue hasta el tercer intento cuando lo logró con mucha legitimidad, ganó con más de dos dígitos a Claudia Anaya Mota, su más cercana rival, pero en escasos 5 meses ha echado a perder muchas de las cosas que tanto le costó ganar en las urnas.

La que termina, por muchas razones, ha sido una de las semanas más complicadas para el nuevo gobierno de Monreal Ávila. En sus poco más de cinco meses de nueva gobernanza no ha querido entender que las cosas no pueden seguir así. Zacatecas está muy irritado, molesto y, en muchos casos hasta decepcionado. Ahora ven a un gobernador irreconocible.

Inseguridad, reactivación económica, pandemia, desempleo, pobreza, desigualdad, son y seguirán siendo los jinetes del apocalipsis que tendrá que sortear. Pero, sobre todo, la nómina estatal de los maestros y los jubilados y pensionados del Issstezac es algo que requiere rápida solución, sino la crisis se agudizará. Además, el equipo de gobernador está ausente, escondido, agachado.

Ojalá y que todo lo que está ocurriendo sirva para que el jefe del Ejecutivo modifique conductas, acciones y decisiones que, ahora, ante los ojos de una sociedad cada vez más informada y analítica, muchas de las acciones de gobierno, simplemente, no están funcionando. Y así salga su hermano, Ricardo Monreal Ávila de nada le servirá. De nada. Son otros tiempos.

Desconfianza y escepticismo

Otra semana perdida. El conflicto magisterial por la falta de pagos, la más ardiente y exaltada violencia en los medios nacionales, la crisis económica que prevalece y se ahonda en el gobierno estatal, es toda una acumulación de fatalidades que han causado daños a las familias, por las deficiencias académicas y educativas ocasionadas a niñas, niños y jóvenes; las actividades económicas, comerciales, turísticas y culturales se afectaron, porque sobre todo, Zacatecas Capital es una ciudad universitaria, una movilización magisterial y un vigoroso centro comercial que debió soportar parálisis económica e inmovilismo social.

Entre la sociedad hay tensión, se han reducido la credibilidad y confianza en las instituciones de seguridad, no existe una real y eficaz interlocución con los sectores sociales y empresariales; la percepción de inseguridad crece por tanto realismo trágico que azota en regiones y municipios; urgen genuina coordinación y efectiva comunicación entre los poderes y la sociedad, actuar con autenticidad, seriedad y más responsabilidad, no con simulación ni falsedad. Eso espera la gente.

Nos leemos la próxima semana.

Una semana de terror

Es cierto, la violencia no empezó en Zacatecas el 12 de septiembre, pero tampoco la lucha contra la delincuencia empezó a partir de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador implementara, a finales del mes de noviembre, el plan Zacatecas II. El propio titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval González, admitió en la mañanera de Ciudad Juárez, Chihuahua, que el delito de homicidio doloso ha ido hacia arriba en Zacatecas, un 10 por ciento.

Cuando los números se toman a favor, como ha hecho Gobierno del Estado para reflejar que el delito ha bajado, se toma como muestra base un mes atípico, que fue el mes de septiembre, en que hubo 201 homicidios dolosos, como referencia para los meses que le siguieron, en que los índices se mantuvieron en el promedio.

En la semana, el titular de la Sedena manifestó que Zacatecas, a pesar de ser considerado entre los estados prioritarios, es el que mayor aumento en este delito ha tenido con un 10 por ciento.

Pero más allá de los números, se puede ver que el municipio de Fresnillo es el de mayor percepción de inseguridad entre sus habitantes. Y lo peor, son los casos como el que atrajo la atención de los zacatecanos toda la semana, el de los estudiantes originarios de Francisco R. Murguía y Río Grande.

Este caso provoca expectación debido a que se trata de seis estudiantes que salieron a divertirse a un centro nocturno, en la comunidad de La Escondida, en la capital del estado, y a las 04:36 horas de la mañana una de ellas acude a interponer una denuncia por el plagio de sus compañeros.

Aquel sábado trágico

Pasó todo el sábado sin saber de los jóvenes, a pesar de las acciones de búsqueda en los alrededores por parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ), y finalmente al mediodía del domingo aparece una camioneta con tres bolsas negras en su interior, en las que se identificaron a tres de los estudiantes. Horas más tarde se identificó a otro en un lote baldío en el municipio de Morelos, con disparos de proyectil de arma de fuego.

Otra de sus acompañantes, Valeria permaneció en calidad de desaparecida.

En la madrugada del viernes, derivado de un cateo, se dio con un cuerpo con las señas particulares que se dieron para Valeria, es decir, debajo del busto el dibujo de unas alas, en la pierna derecha el dibujo de flores con perlas, y un piercing en la nariz del lado derecho.

Sin embargo, se debió a pedir a los familiares la identificación plena del cadáver, la cual fue positiva.

Hoy como nunca se ha unido Zacatecas para denostar los crímenes de los estudiantes, y habrá que marcar estos días como el antes y después de las acciones, para la exigencia de resultados, aunque el gobernador, David Monreal, implícitamente, haya señalado que las investigaciones (que no se dan a conocer) van que es un problema entre los cárteles, “todos los casos lo son”, así lo señaló.

DMA, ¡vaya semana!

Durante poco más de 10 años, David Monreal Ávila –uno de los 14 hermanos- buscó gobernar Zacatecas. Fue hasta el tercer intento cuando lo logró con mucha legitimidad, ganó con más de dos dígitos a Claudia Anaya Mota, su más cercana rival, pero en escasos 5 meses ha echado a perder muchas de las cosas que tanto le costó ganar en las urnas.

La que termina, por muchas razones, ha sido una de las semanas más complicadas para el nuevo gobierno de Monreal Ávila. En sus poco más de cinco meses de nueva gobernanza no ha querido entender que las cosas no pueden seguir así. Zacatecas está muy irritado, molesto y, en muchos casos hasta decepcionado. Ahora ven a un gobernador irreconocible.

Inseguridad, reactivación económica, pandemia, desempleo, pobreza, desigualdad, son y seguirán siendo los jinetes del apocalipsis que tendrá que sortear. Pero, sobre todo, la nómina estatal de los maestros y los jubilados y pensionados del Issstezac es algo que requiere rápida solución, sino la crisis se agudizará. Además, el equipo de gobernador está ausente, escondido, agachado.

Ojalá y que todo lo que está ocurriendo sirva para que el jefe del Ejecutivo modifique conductas, acciones y decisiones que, ahora, ante los ojos de una sociedad cada vez más informada y analítica, muchas de las acciones de gobierno, simplemente, no están funcionando. Y así salga su hermano, Ricardo Monreal Ávila de nada le servirá. De nada. Son otros tiempos.

Desconfianza y escepticismo

Otra semana perdida. El conflicto magisterial por la falta de pagos, la más ardiente y exaltada violencia en los medios nacionales, la crisis económica que prevalece y se ahonda en el gobierno estatal, es toda una acumulación de fatalidades que han causado daños a las familias, por las deficiencias académicas y educativas ocasionadas a niñas, niños y jóvenes; las actividades económicas, comerciales, turísticas y culturales se afectaron, porque sobre todo, Zacatecas Capital es una ciudad universitaria, una movilización magisterial y un vigoroso centro comercial que debió soportar parálisis económica e inmovilismo social.

Entre la sociedad hay tensión, se han reducido la credibilidad y confianza en las instituciones de seguridad, no existe una real y eficaz interlocución con los sectores sociales y empresariales; la percepción de inseguridad crece por tanto realismo trágico que azota en regiones y municipios; urgen genuina coordinación y efectiva comunicación entre los poderes y la sociedad, actuar con autenticidad, seriedad y más responsabilidad, no con simulación ni falsedad. Eso espera la gente.

Nos leemos la próxima semana.