Se cumplen nueve meses
Justamente hoy, se cumplen nueve meses del arribo de la nueva gobernanza al Estado. Nueve meses, donde el distintivo ha sido: marchas, bloqueos del bulevar, toma de Ciudad Administrativa y otros edificios públicos, de insultos y agresiones verbales. Ante este escenario, el gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila no ha logrado instaurar una estabilidad. El rumbo es incierto.
Se han ido nueve meses y, con franqueza, no se ve ni pies ni cabeza hacia dónde va Zacatecas. Y por si esto fuera poco, la inseguridad continúa incontenible, con una sociedad aterrorizada. El discurso oficial alardea que las cifras en varios delitos de alto impacto van a la baja, la realidad, dice exactamente todo lo contrario en los municipios considerados como “foco rojo”.
No se trata de desestimar el esfuerzo del actual gobierno, de lo que se trata, es que, no hay claridad hacia dónde camina el Estado, son demasiados los conflictos que ha enfrentado el Ejecutivo a lo largos de estos nueve meses. En resumen, el hecho de que el gobernador MONREAL ÁVILA esté tan mal evaluado, en el último lugar, explica, en parte, lo complicado que ha sido su gobierno.
Golpeados y sin respuesta
Al final, en el conflicto que se vive en el sistema de salud no saldrán ni vencedores ni vencidos. Sin embargo, la imagen de autoridad del secretario de Salud, Uswaldo Pinedo Barrios, quien se ve bien protegido por el gobernador David Monreal Ávila, al menos con la confianza de que está haciendo el trabajo que se le asignó, quedará muy desgastada.
Habrá que analizar quién, en realidad, tiene la posesión del Hospital de la Mujer de Fresnillo, habrá que ver los acuerdos que se lograron para su funcionamiento, porque está claro que, como dice el gobernador, David Monreal Ávila, lo que la ciudadanía pide es atención médica. Al pasar al régimen IMSS Bienestar, el Hospital de la Mujer proporcionaría consultas médicas, medicamentos e intervenciones quirúrgicas gratuitas para beneficiarios de cualquier sistema de salud, es decir, derechohabientes del IMSS, del ISSSTE o sin derechohabiencia.
Esto es, eso es lo que la gente necesita, claro que tampoco puede ser a cualquier precio. Es decir, si en realidad hay compromisos pactados, no con la líder sindical, quien simplemente es la representante, sino con los trabajadores al servicio del estado, se deben cumplir. Sin embargo, el repetir que las manifestaciones se tratan solamente de un asunto político, que busca ganar ventaja a un nuevo período sindical y cosas así, llevan a otros lados que se salen del tema, es decir, no quieren resolver el asunto.
Cuando se mete al conflicto el coordinador general Jurídico, Ricardo Hernández de León, y señala que se va a demandar a todos aquellos que han estado en la toma de las instalaciones del Hospital, habla de mucho protagonismo de un puesto que nunca lo tuvo, por ser eminentemente jurídico, y de un autoritarismo excesivo. Hay que hacer ver que quienes bloquean las instalaciones también tienen el derecho de manifestarse.
El gobernador también se ha deslindado del asunto al decir que ese tema ya es federal y allá lo deben de tratar, “ya el Hospital no está en nuestro poder, se lo hemos entregado al Seguro Social”.
Esas ambigüedades no permiten una resolución al conflicto. Parece que la parte “oficial” le apostaba a que los miembros del Sindicato se iban a cansar, por lo que decidieron dejar pasar el asunto, pero cuando vieron la megamarcha y el mega bloqueo, entonces fue cuando trataron de resolver… amenazando.
Hoy el daño está hecho, el conflicto en vez de estar más cerca de terminar, ha llegado a una crispación fuerte, y hoy parece lejos de terminar.
Inagotable veta cultural
En medio de las crisis que no dan tregua a Zacatecas, la sociedad aquilata la magnitud de la emergencia social: la economía está empantanada y evita el crecimiento; las tragedias que la violencia e inseguridad provocan, continúan imparables; el conflicto magisterial no acaba de encontrar soluciones, ahora estalla la movilización de los trabajadores de la salud en defensa de sus fuentes y derechos laborales.
Nada frena los dramáticos y amenazantes acontecimientos que se ensañan contra la normalidad social, son factores que alteran los proyectos de inversión pública y privada. Los problemas se multiplican en todos los horizontes y propician turbulencias laborales. Sin embargo, la ciudadanía reconoce que, en la difusión de la cultura y promoción de nuestra historia, la nueva gobernanza parece encontrar una fórmula que acerque más pronto la estabilidad deseada.
Tal vez, por eso, el emotivo y destello humanista de involucrar a la Familia Aguilar, de Antonio Aguilar y Flor Silvestre, a Pepe y sus hijos, sobre todo a Ángela Aguilar, al ser nombrada Embajadora Cultural de Zacatecas en el Mundo, ha sido un formidable impacto que reviste de alivio a los grupos sociales, a la población que admira sus cualidades artísticas. En este esquema cultural las vetas son muchas, desde la Capital del Estado hasta los Pueblos Mágicos y los municipios llenos de historia, valores y arte, ahí hay que concentrar esfuerzos promocionales para recuperar y fortalecer la imagen de Zacatecas, que tan falta hace.
Nos leemos la próxima semana.
