/ domingo 7 de agosto de 2022

Escenarios 2022 | Lo quieren de regreso

El viernes estuvo en Zacatecas, Jesús “Chucho” Zambrano acompañado de la dirigencia estatal de lo que queda del PRD y del diputado federal plurinominal (no hizo campaña), Miguel Ángel Torres Rosales para hablar de varios temas, entre ellos, el de la sucesión presidencial de 2024.

Palabras más palabras menos, pero “Chucho” Zambrano llamó al exgobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal Ávila para que ya no pierda el tiempo en anunciar que competirá en Morena por la candidatura. “El dedo del presidente Andrés Manuel López Obrador apunta para otro lado”, le recordó al actual coordinador de los senadores.

En el fondo, “Chucho” Zambrano tiene razón, no dejarán llegar a Ricardo Monreal Ávila, como también se ve difícil que regrese a la oposición (a esta oposición del PRI, PAN y PRD), tal cual le pidió el dirigente de lo que queda del PRD. Vamos a esperar qué responde el zacatecano, que ni le gusta estar inmerso en estos temas. La invitación ya es pública: lo quieren de regreso de opositor.

Monreal y Nahle

En el actual proceso político electoral que vive Zacatecas a través de la Cuarta Transformación y la Nueva Gobernanza, se registran reencuentros políticos que además de anecdóticos, trascienden en la historia por acciones y decisiones de actores cuya distinción y proyección en algún momento o etapa gubernamental, se unieron para resaltar capacidades, talentos, creatividad, impulsos democráticos y fortalecimiento del entramado judicial e institucional.

Para desenvolver esta imagen en lo político, solo hay que recordar que Arturo Nahle llegó a la vida política de Zacatecas con Ricardo Monreal, justamente en 1998, cuando el Senador alcanzó la gubernatura en primera alternancia, habiendo ungido a Nahle como Secretario General de Gobierno y más tarde Diputado Federal, de manera que es posible interpretar que hay un nuevo compromiso político entre el aspirante a la Presidencia de la República en 2024 y el aspirante a la gubernatura estatal en 2027. Después de 24 años, cuatro sexenios, Monreal y Nahle nuevamente coinciden en la ruta de las reformas judiciales y más van a refrendar su alianza política en el actual contexto de la etapa histórica de la Cuarta Transformación. Lo estamos viendo.

La pérdida de Morena

Siendo un partido nuevo, es lógico que Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tiene militantes de todo, se podría decir que no son una izquierda pura como se quiere hacer ver. Obviamente, sus integrantes no entraron a la política ayer, así que provienen de otros partidos políticos, en su inmensa mayoría. Su fundador, Andrés Manuel López Obrador, es formado en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero ya hace unos años se pasó al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y después conformó su propio partido político.

De la misma forma, a nivel local en Morena hay gente formada en el PRI como Ricardo y David Monreal Ávila, y toda la estructura llamada monrealista que, conforme se desarrolla una campaña, se acomoda en uno y en otro partido político. Esto de los ex priistas viene en el sentido de que la elección de Morena se hizo al más puro estilo de los años de la hegemonía priista, donde los resultados estaban dados, pero se simulaba que no.

En Morena, la elección de congresistas sirvió para ver que las indicaciones a nivel nacional para tratar de posicionar a una candidata a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, se va a aprovechar la propiedad del partido. Contrario a lo que se creía, que sería un evento monrealista, en el que Ricardo Monreal Ávila aprovecharía para meter a sus cuadros, decidir la dirigencia estatal y asegurar votos y posiciones en la dirigencia estatal, todo se fue para el otro lado. Se aprovechó la estructura federal, es decir, la Delegación de Programas del Desarrollo, Verónica Díaz Robles, sin que ella metiera las manos para ensuciarse, claro, sino a través de los denominados servidores de la nación, trabajadores de la Secretaría del Bienestar a quienes se les dieron órdenes de que, a cualquier precio, los cuadros definidos en la mesa, fueran los que salieran.

Si los resultados fueron o no los expresados en las urnas, es difícil de saberlo, toda vez que una vez hechos los cómputos faltaron boletas, aparte de que los integrantes de las mesas directivas de casilla fueron definidos en la Delegación de Programas del Desarrollo, como se ha denunciado, aparte de que para llevar a cabo el conteo decidieron encerrarse y contar en “lo oscurito”.

Los perdedores fueron de Morena, y los ganadores, afines al gobernador David Monreal y Verónica Díaz, que conforman una propia corriente y se alejan del monrealismo.

De esta manera, como dijo la diputada Priscila Benítez Sánchez, cuidado, porque ahora van por todo, sindicatos de educación, de salud y partidos políticos. Por lo pronto, parece que tomarán Morena y el nombre que suena como la elegida para encabezar la nueva dirigencia estatal es el de la diputada Violeta Cerillo Ortiz, una priista que apenas tiene dos años como morenista, pero que entró al partido guinda con el pie derecho, bueno, hasta su mamá fue candidata a consejera de Derechos Humanos.


Nos leemos la próxima semana.

El viernes estuvo en Zacatecas, Jesús “Chucho” Zambrano acompañado de la dirigencia estatal de lo que queda del PRD y del diputado federal plurinominal (no hizo campaña), Miguel Ángel Torres Rosales para hablar de varios temas, entre ellos, el de la sucesión presidencial de 2024.

Palabras más palabras menos, pero “Chucho” Zambrano llamó al exgobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal Ávila para que ya no pierda el tiempo en anunciar que competirá en Morena por la candidatura. “El dedo del presidente Andrés Manuel López Obrador apunta para otro lado”, le recordó al actual coordinador de los senadores.

En el fondo, “Chucho” Zambrano tiene razón, no dejarán llegar a Ricardo Monreal Ávila, como también se ve difícil que regrese a la oposición (a esta oposición del PRI, PAN y PRD), tal cual le pidió el dirigente de lo que queda del PRD. Vamos a esperar qué responde el zacatecano, que ni le gusta estar inmerso en estos temas. La invitación ya es pública: lo quieren de regreso de opositor.

Monreal y Nahle

En el actual proceso político electoral que vive Zacatecas a través de la Cuarta Transformación y la Nueva Gobernanza, se registran reencuentros políticos que además de anecdóticos, trascienden en la historia por acciones y decisiones de actores cuya distinción y proyección en algún momento o etapa gubernamental, se unieron para resaltar capacidades, talentos, creatividad, impulsos democráticos y fortalecimiento del entramado judicial e institucional.

Para desenvolver esta imagen en lo político, solo hay que recordar que Arturo Nahle llegó a la vida política de Zacatecas con Ricardo Monreal, justamente en 1998, cuando el Senador alcanzó la gubernatura en primera alternancia, habiendo ungido a Nahle como Secretario General de Gobierno y más tarde Diputado Federal, de manera que es posible interpretar que hay un nuevo compromiso político entre el aspirante a la Presidencia de la República en 2024 y el aspirante a la gubernatura estatal en 2027. Después de 24 años, cuatro sexenios, Monreal y Nahle nuevamente coinciden en la ruta de las reformas judiciales y más van a refrendar su alianza política en el actual contexto de la etapa histórica de la Cuarta Transformación. Lo estamos viendo.

La pérdida de Morena

Siendo un partido nuevo, es lógico que Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tiene militantes de todo, se podría decir que no son una izquierda pura como se quiere hacer ver. Obviamente, sus integrantes no entraron a la política ayer, así que provienen de otros partidos políticos, en su inmensa mayoría. Su fundador, Andrés Manuel López Obrador, es formado en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero ya hace unos años se pasó al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y después conformó su propio partido político.

De la misma forma, a nivel local en Morena hay gente formada en el PRI como Ricardo y David Monreal Ávila, y toda la estructura llamada monrealista que, conforme se desarrolla una campaña, se acomoda en uno y en otro partido político. Esto de los ex priistas viene en el sentido de que la elección de Morena se hizo al más puro estilo de los años de la hegemonía priista, donde los resultados estaban dados, pero se simulaba que no.

En Morena, la elección de congresistas sirvió para ver que las indicaciones a nivel nacional para tratar de posicionar a una candidata a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, se va a aprovechar la propiedad del partido. Contrario a lo que se creía, que sería un evento monrealista, en el que Ricardo Monreal Ávila aprovecharía para meter a sus cuadros, decidir la dirigencia estatal y asegurar votos y posiciones en la dirigencia estatal, todo se fue para el otro lado. Se aprovechó la estructura federal, es decir, la Delegación de Programas del Desarrollo, Verónica Díaz Robles, sin que ella metiera las manos para ensuciarse, claro, sino a través de los denominados servidores de la nación, trabajadores de la Secretaría del Bienestar a quienes se les dieron órdenes de que, a cualquier precio, los cuadros definidos en la mesa, fueran los que salieran.

Si los resultados fueron o no los expresados en las urnas, es difícil de saberlo, toda vez que una vez hechos los cómputos faltaron boletas, aparte de que los integrantes de las mesas directivas de casilla fueron definidos en la Delegación de Programas del Desarrollo, como se ha denunciado, aparte de que para llevar a cabo el conteo decidieron encerrarse y contar en “lo oscurito”.

Los perdedores fueron de Morena, y los ganadores, afines al gobernador David Monreal y Verónica Díaz, que conforman una propia corriente y se alejan del monrealismo.

De esta manera, como dijo la diputada Priscila Benítez Sánchez, cuidado, porque ahora van por todo, sindicatos de educación, de salud y partidos políticos. Por lo pronto, parece que tomarán Morena y el nombre que suena como la elegida para encabezar la nueva dirigencia estatal es el de la diputada Violeta Cerillo Ortiz, una priista que apenas tiene dos años como morenista, pero que entró al partido guinda con el pie derecho, bueno, hasta su mamá fue candidata a consejera de Derechos Humanos.


Nos leemos la próxima semana.