/ domingo 8 de octubre de 2023

Escenarios | Vergüenza de la LXIV Legislatura

Comenzaron las comparecencias de funcionarios que no sirven de mucho… Por varias razones, quienes se llevaron la nota, que digo la nota, la semana, fueron los flamantes diputados (as) de la LXIV Legislatura del Estado, por su falta de interés en temas torales que afectan a los zacatecanos, por su protagonismo exacerbado personal (haciéndole a los intelectuales) algunos de ellos (as), en la glosa del Segundo Informe de Gobierno del mandatario David Monreal Ávila. Desde luego, como lo hemos consignado, hay algunas honrosas excepciones, pero muy honrosas.

Su absurdo afán, por hacer circo, maroma y teatro les sale muy bien, que dizque para –justificar los más de 100 mil pesos que cobran, por mes-, más otras “prestaciones oscuras”, que, lo único que han provocado, es que, el desprestigio del que ya gozan se incremente. Están desacreditados ante la sociedad. Y por si lo anterior fuera poco, hasta se molestan e indignan querubines, porque se les critica. Se creen divos y divas de la devaluada Cámara de Diputados. A dos años y un mes, ya son la Legislatura más improductiva, triste y vergonzosa que se recuerde. Y conste que varios están repitiendo.

Se fue pues, la primera semana de comparecencia de los poco más de 20 funcionarios del gabinete que tendrán que acudir a rendir cuentas, a ampliar la información con motivo del segundo año de gobierno. Los diputados (as) no entienden que se vale criticar, cuestionar las cifras, los resultados, pero ya meterse en la vida privada de los demás como que no va, menos, cuestionar su pasado, cuando el de ellos (los diputados son igual o peor de oscuro). Cuestionen, exhiban, pregunten, confronten, pero que la comparecencia no gire en torno a ver quién sabe más. Ternuritas.

Sólo dos funcionarios de cierto interés están por presentarse: el secretario de Finanzas, Ricardo Olivares y el secretario de Desarrollo Económico, Rodrigo Castañeda, pero con franqueza no dan nota. Poco se espera de buenas noticias. Habrá que esperar cuál será el papel de los legisladores. Pobre Zacatecas, los funcionarios van y hacen como que informan y, los diputados, hacen como que cuestionan. Por cierto, preguntan al funcionario y luego se salen a la calle: son irrespetuosos.

Selección de candidatos

Como auténtico ideal de cambio y transformación de la nueva gobernanza, el proceso de selección de los candidatos a las 30 diputaciones locales y los 58 presidentes municipales con sus ayuntamientos, que serán electos del próximo domingo 2 de junio de 2024, ya no cabe y es inaceptable el vicio del dedazo que es de hecho un acto de corrupción política, porque los ciudadanos exigen una verdadera transición de las costumbres y lo tradicional, que ya se han confirmado irrelevantes, rutinarios, inerciales y oscuros, a decidir por la elevación cualitativa de aptitudes, vocación democrática, pasión por servir, ideas progresistas, proyectos y propuestas viables y con capacidad para encarar los graves problemas que hoy azotan al pueblo.

Justo y más razonable será que a los funcionarios eficaces, talentosos, leales a las instituciones, generadores de resultados en beneficio del estado y los municipios, y que por su calidad hayan fortalecido a su gobierno, bien merecen la maravillosa oportunidad de una representación popular para legislar por las transformaciones y gobernar por un vigoroso y renovador municipalismo; en cambio y al contrario, los servidores públicos en el gabinete gubernamental, que hayan fallado, desacreditado la función pública, decepcionado a los gobernados y fracasado en la administración y aplicación de los recursos presupuestales, han de ser destituidos, relevados y de plano hechos a un lado del proyecto de gobierno que busca alcanzar la paz, el bienestar y progreso.

Es una pésima tercia…

Por eso, y porque la sociedad, los ciudadanos y la opinión pública los ha desaprobado y hasta rechazado, Secretarios como Maribel Villalpando, Uswaldo Pinedo Barrios y Rodrigo Castañeda Miranda, aunque aspiren, no han de acceder a candidaturas a diputación federal o local, porque su decadente imagen y escasos o inútiles resultados en el ejercicio de gobierno, han deteriorado a este gobierno, de manera que pueden ser un alto riesgo para la victoria electoral que deberá consolidar a la cuarta transformación y la nueva gobernanza, en otras palabras, no garantizan el triunfo y sí estarían en peligro de contundente derrota, una previsible consecuencia producto de su pésima actuación en el gabinete y en su desempeño tan vital para la educación, la salud y el crecimiento económico.

La tercia mencionada son solo un botón de muestra, porque pueden ser más los perfilados y en condiciones deplorables ante la sociedad y ciudadanía, porque solo han exhibido insensibilidad, indolencia y ambición de poder para solo asegurar interés personal y no el interés superior de Zacatecas. Desde luego, se parte desde la pulsación que se hace entre los sectores de la sociedad, que finalmente son los que valoran el trabajo y las responsabilidades de la función pública y el ejercicio gubernamental, aunque claro, el líder máximo del partido, el mandatario estatal y sus partidos afines, pueden tener otros datos y opiniones más directamente comprometidas y evaluadas.

El proceso de selección de los nuevos candidatos de la época de la transformación, debe ser una selectividad a la altura de exigencias como las de acceso postgrados, ya no cualquiera ha de ingresar a posiciones de tan elevada responsabilidad y compromiso social y político, como una diputación y presidencia municipal, tienen que pasar la prueba de calidad académica, de experiencia en el servicio público y de imagen social, de vocación por el servicio y la gestión a favor de la gente, de los desposeídos y marginados, de los más pobres y las víctimas de las hambrunas, las sequías, la violación a los derechos humanos y de los abusos de poder; entereza y valores para asumir un liderazgo movilizador, dialogante, conciliador, respetuoso de las instituciones y procurador de justicia social.

Los desechados

En conclusión, a la Legislatura del Estado y los 58 Ayuntamientos ya no deben ser destino de los desechados por incapaces, ni de los cuates, amigos o compadres, ni de los familiares, esa etapa de corrupción política despótica debe ser superada porque han abierto espacios a las complicidades, contubernios, conflictos de interés y desviaciones que atentan contra el prestigio gubernamental y legislativo. Para no ir tan lejos, solo hay que ver los últimos episodios de vergüenza, inmoralidad y decepción en el Congreso del Estado. Urge una cultura de selectividad de lo excepcional, calidad humana, académica. empatía social, compromiso con el pueblo y lealtad a las instituciones. Ya merece Zacatecas una mejor suerte, una clase política digna.


Nos leemos la próxima semana.

Comenzaron las comparecencias de funcionarios que no sirven de mucho… Por varias razones, quienes se llevaron la nota, que digo la nota, la semana, fueron los flamantes diputados (as) de la LXIV Legislatura del Estado, por su falta de interés en temas torales que afectan a los zacatecanos, por su protagonismo exacerbado personal (haciéndole a los intelectuales) algunos de ellos (as), en la glosa del Segundo Informe de Gobierno del mandatario David Monreal Ávila. Desde luego, como lo hemos consignado, hay algunas honrosas excepciones, pero muy honrosas.

Su absurdo afán, por hacer circo, maroma y teatro les sale muy bien, que dizque para –justificar los más de 100 mil pesos que cobran, por mes-, más otras “prestaciones oscuras”, que, lo único que han provocado, es que, el desprestigio del que ya gozan se incremente. Están desacreditados ante la sociedad. Y por si lo anterior fuera poco, hasta se molestan e indignan querubines, porque se les critica. Se creen divos y divas de la devaluada Cámara de Diputados. A dos años y un mes, ya son la Legislatura más improductiva, triste y vergonzosa que se recuerde. Y conste que varios están repitiendo.

Se fue pues, la primera semana de comparecencia de los poco más de 20 funcionarios del gabinete que tendrán que acudir a rendir cuentas, a ampliar la información con motivo del segundo año de gobierno. Los diputados (as) no entienden que se vale criticar, cuestionar las cifras, los resultados, pero ya meterse en la vida privada de los demás como que no va, menos, cuestionar su pasado, cuando el de ellos (los diputados son igual o peor de oscuro). Cuestionen, exhiban, pregunten, confronten, pero que la comparecencia no gire en torno a ver quién sabe más. Ternuritas.

Sólo dos funcionarios de cierto interés están por presentarse: el secretario de Finanzas, Ricardo Olivares y el secretario de Desarrollo Económico, Rodrigo Castañeda, pero con franqueza no dan nota. Poco se espera de buenas noticias. Habrá que esperar cuál será el papel de los legisladores. Pobre Zacatecas, los funcionarios van y hacen como que informan y, los diputados, hacen como que cuestionan. Por cierto, preguntan al funcionario y luego se salen a la calle: son irrespetuosos.

Selección de candidatos

Como auténtico ideal de cambio y transformación de la nueva gobernanza, el proceso de selección de los candidatos a las 30 diputaciones locales y los 58 presidentes municipales con sus ayuntamientos, que serán electos del próximo domingo 2 de junio de 2024, ya no cabe y es inaceptable el vicio del dedazo que es de hecho un acto de corrupción política, porque los ciudadanos exigen una verdadera transición de las costumbres y lo tradicional, que ya se han confirmado irrelevantes, rutinarios, inerciales y oscuros, a decidir por la elevación cualitativa de aptitudes, vocación democrática, pasión por servir, ideas progresistas, proyectos y propuestas viables y con capacidad para encarar los graves problemas que hoy azotan al pueblo.

Justo y más razonable será que a los funcionarios eficaces, talentosos, leales a las instituciones, generadores de resultados en beneficio del estado y los municipios, y que por su calidad hayan fortalecido a su gobierno, bien merecen la maravillosa oportunidad de una representación popular para legislar por las transformaciones y gobernar por un vigoroso y renovador municipalismo; en cambio y al contrario, los servidores públicos en el gabinete gubernamental, que hayan fallado, desacreditado la función pública, decepcionado a los gobernados y fracasado en la administración y aplicación de los recursos presupuestales, han de ser destituidos, relevados y de plano hechos a un lado del proyecto de gobierno que busca alcanzar la paz, el bienestar y progreso.

Es una pésima tercia…

Por eso, y porque la sociedad, los ciudadanos y la opinión pública los ha desaprobado y hasta rechazado, Secretarios como Maribel Villalpando, Uswaldo Pinedo Barrios y Rodrigo Castañeda Miranda, aunque aspiren, no han de acceder a candidaturas a diputación federal o local, porque su decadente imagen y escasos o inútiles resultados en el ejercicio de gobierno, han deteriorado a este gobierno, de manera que pueden ser un alto riesgo para la victoria electoral que deberá consolidar a la cuarta transformación y la nueva gobernanza, en otras palabras, no garantizan el triunfo y sí estarían en peligro de contundente derrota, una previsible consecuencia producto de su pésima actuación en el gabinete y en su desempeño tan vital para la educación, la salud y el crecimiento económico.

La tercia mencionada son solo un botón de muestra, porque pueden ser más los perfilados y en condiciones deplorables ante la sociedad y ciudadanía, porque solo han exhibido insensibilidad, indolencia y ambición de poder para solo asegurar interés personal y no el interés superior de Zacatecas. Desde luego, se parte desde la pulsación que se hace entre los sectores de la sociedad, que finalmente son los que valoran el trabajo y las responsabilidades de la función pública y el ejercicio gubernamental, aunque claro, el líder máximo del partido, el mandatario estatal y sus partidos afines, pueden tener otros datos y opiniones más directamente comprometidas y evaluadas.

El proceso de selección de los nuevos candidatos de la época de la transformación, debe ser una selectividad a la altura de exigencias como las de acceso postgrados, ya no cualquiera ha de ingresar a posiciones de tan elevada responsabilidad y compromiso social y político, como una diputación y presidencia municipal, tienen que pasar la prueba de calidad académica, de experiencia en el servicio público y de imagen social, de vocación por el servicio y la gestión a favor de la gente, de los desposeídos y marginados, de los más pobres y las víctimas de las hambrunas, las sequías, la violación a los derechos humanos y de los abusos de poder; entereza y valores para asumir un liderazgo movilizador, dialogante, conciliador, respetuoso de las instituciones y procurador de justicia social.

Los desechados

En conclusión, a la Legislatura del Estado y los 58 Ayuntamientos ya no deben ser destino de los desechados por incapaces, ni de los cuates, amigos o compadres, ni de los familiares, esa etapa de corrupción política despótica debe ser superada porque han abierto espacios a las complicidades, contubernios, conflictos de interés y desviaciones que atentan contra el prestigio gubernamental y legislativo. Para no ir tan lejos, solo hay que ver los últimos episodios de vergüenza, inmoralidad y decepción en el Congreso del Estado. Urge una cultura de selectividad de lo excepcional, calidad humana, académica. empatía social, compromiso con el pueblo y lealtad a las instituciones. Ya merece Zacatecas una mejor suerte, una clase política digna.


Nos leemos la próxima semana.