/ martes 29 de junio de 2021

“Escrito por un clasemediero”

Derivado de las recientes declaraciones del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, el tema de la clase media ha estado palpante en la conversación cotidiana así como en los medios de comunicación, principalmente, en los espacios de análisis y crítica que forman parte del quehacer periodístico habitual. El tema me parece particularmente interesante y nutritivo para el debate de las ideas, no sólo por el hecho de que al igual que la mayoría de las y los mexicanos me considero perteneciente a la “clase media”, sino porque diversos escritores destacados ya lo han comentado, “en México no se encuentra en la agenda nacional, como proyecto principal, crear una pujante clase media” (McCadden, 2006). Entonces, es inevitable, por más básico que parezca, preguntarnos ¿qué esto que llamamos clase media? Y ¿cuáles son los rasgos definitorios de la misma?

Escritores del período clásico como Platón o Aristóteles, quizá dentro de un contexto y con un objetivo diferente, ya hablaban de este tema, por ejemplo, Platón (427-347 a.C.) en el Libro Quinto de las Leyes explica que de las preocupaciones del hombre, en tercer lugar debe estar el dinero, antecediéndolo, en segundo lugar, el cuidado del cuerpo y en primero, el cuidado del alma; debido a que para él: los ciudadanos son los suficientemente ricos —en términos materiales— mientras tengan la cantidad necesaria para realizar los intercambios cotidianos del día a día. Partiendo de un análisis, a contrario sensu, de la concepción que tiene respecto a los ricos, las virtudes y valores por los que se identifican; se vislumbra un esbozo de la idea de que el ciudadano es de clase media cuando tiene cubiertas las necesidades básicas para su subsistencia y (extendiendo un poco el argumento), su valor preeminente consiste en el hecho de la autoconsciencia de que su importancia, como persona, se encuentra lejos y apartado de lo exclusivamente material.

En términos contemporáneos la clase media ha emergido como el grupo de la población que ha luchado, en términos Platónicos, por el “cuidado del alma” a través de la educación, así como por una sociedad más democrática, más igualitaria y por lo tanto, más exigente con la clase política, esto como consecuencia del entendimiento de que el gasto público únicamente es sostenible con las contribuciones que devienen, principalmente, de ellas y ellos: los clasemedieros. En el plano teórico, autores como Roberto Saba han hecho notar las deficiencias estructurales difíciles de superar, como puede ser la condición de pobreza o la pertenencia de una persona a un grupo indígena, entre otras, como condiciones que dificultan el acceso y ejercicio efectivo sus derechos; de estas ideas devienen propuestas sólidas con miras a lograr un piso común de igualdad, en otras palabras, buscan formar una clase media más nutrida, diversa y numerosa. Como conclusión de la reflexión, hay que buscar un México de clases medias, un México más libre y próspero.


Derivado de las recientes declaraciones del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, el tema de la clase media ha estado palpante en la conversación cotidiana así como en los medios de comunicación, principalmente, en los espacios de análisis y crítica que forman parte del quehacer periodístico habitual. El tema me parece particularmente interesante y nutritivo para el debate de las ideas, no sólo por el hecho de que al igual que la mayoría de las y los mexicanos me considero perteneciente a la “clase media”, sino porque diversos escritores destacados ya lo han comentado, “en México no se encuentra en la agenda nacional, como proyecto principal, crear una pujante clase media” (McCadden, 2006). Entonces, es inevitable, por más básico que parezca, preguntarnos ¿qué esto que llamamos clase media? Y ¿cuáles son los rasgos definitorios de la misma?

Escritores del período clásico como Platón o Aristóteles, quizá dentro de un contexto y con un objetivo diferente, ya hablaban de este tema, por ejemplo, Platón (427-347 a.C.) en el Libro Quinto de las Leyes explica que de las preocupaciones del hombre, en tercer lugar debe estar el dinero, antecediéndolo, en segundo lugar, el cuidado del cuerpo y en primero, el cuidado del alma; debido a que para él: los ciudadanos son los suficientemente ricos —en términos materiales— mientras tengan la cantidad necesaria para realizar los intercambios cotidianos del día a día. Partiendo de un análisis, a contrario sensu, de la concepción que tiene respecto a los ricos, las virtudes y valores por los que se identifican; se vislumbra un esbozo de la idea de que el ciudadano es de clase media cuando tiene cubiertas las necesidades básicas para su subsistencia y (extendiendo un poco el argumento), su valor preeminente consiste en el hecho de la autoconsciencia de que su importancia, como persona, se encuentra lejos y apartado de lo exclusivamente material.

En términos contemporáneos la clase media ha emergido como el grupo de la población que ha luchado, en términos Platónicos, por el “cuidado del alma” a través de la educación, así como por una sociedad más democrática, más igualitaria y por lo tanto, más exigente con la clase política, esto como consecuencia del entendimiento de que el gasto público únicamente es sostenible con las contribuciones que devienen, principalmente, de ellas y ellos: los clasemedieros. En el plano teórico, autores como Roberto Saba han hecho notar las deficiencias estructurales difíciles de superar, como puede ser la condición de pobreza o la pertenencia de una persona a un grupo indígena, entre otras, como condiciones que dificultan el acceso y ejercicio efectivo sus derechos; de estas ideas devienen propuestas sólidas con miras a lograr un piso común de igualdad, en otras palabras, buscan formar una clase media más nutrida, diversa y numerosa. Como conclusión de la reflexión, hay que buscar un México de clases medias, un México más libre y próspero.