/ miércoles 25 de agosto de 2021

Estrategia Nacional de Datos

El discurso de la transparencia está agotado. Ya suena a retórica la promesa que se va a “transparentar” cierta información gubernamental, sin barreras, sin solicitudes de información. La clave para construir un gobierno abierto está en los datos. La administración pública es la mayor generadora de datos en el mundo, todos los días se construyen indicadores, se actualizan datos, se aporta información para la toma de decisiones, al final tiene que ver con datos gubernamentales.

Cualquier dato que se encuentre detrás de una cortina de obstáculos y trámites (PDFs, sistemas, formatos, peticiones) es un dato secuestrado por el gobierno, quien busca mantener la confidencialidad de su información y comunicación para su beneficio o mantener sus privilegios.

Por ello llamó mi atención que el Instituto de Datos Abiertos en Gran Bretaña lanzará su estrategia nacional de datos. Proyecto que llevan trabajando desde el 2020 debido a su complejidad, retos y problemáticas que ya analizaré en otro momento, por ahora quiero destacar que para lograr su implementación ha definido cinco misiones, así es, misiones, no objetivos, no palabras huecas, sino una misión que enfoque recursos y personas para conseguirlo.

La primera misión es desbloquear el valor de los datos en lo economía. Y esto es todo un reto. Los datos gubernamentales tienen un impacto inmediato en la economía. Quien no lo crea, simplemente observe cuando el gobierno va construir una aeropuerto ¿Cuánto cambia el valor de los predios alrededor? Si usted tiene acceso a esa información “privilegiada” la va a utilizar por que le permitirá: invertir, comprar, vender, generar empleos, etc. ¿Por qué esta información debe estar en poder de unos cuantos funcionarios y no de todos los ciudadanos?

La segunda misión es “garantizar un régimen de datos que favorezca el crecimiento y la confianza” Brutal ¿No le parece? ¿Cuánto daríamos por decir que los datos compartidos por el gobierno son confiables? ¿Acaso hoy podemos confiar en el número de contagios y de hospitales que recibimos diariamente? Me parece que no. El que los ingleses se hallan planteado la misión de otorgar una “garantía” por ello significa que tampoco generan datos tan confiables; es una aspiración contundente.

Tercera misión, “transformar el uso de los datos por parte del gobierno para impulsar la eficiencia y mejorar los servicios públicos” Dicho de otra manera, buscar la colaboración ciudadana para que nos digan dónde está fallando el gobierno, qué hacer en las calles, en seguridad pública, en transporte.

La cuarta misión: “ Garantizar la seguridad y la resistencia de la infraestructura en la que se basan los datos” En esta misión destaco dos ideas: la primera, los datos gubernamentales como parte de la seguridad nacional. Impedir que los hackers de cualquier gobierno afecten nuestros datos o expertos que impidan el uso, distribución o alteración de datos gubernamentales. La segunda idea es tener infraestructura propia, ¿Porqué confiarle los datos de los mexicanos (INE; CURP, RFC, etc) a los bancos de datos en Estados Unidos? ¿Acaso no sería mejor tener servidores dentro del territorio nacional donde estuvieran protegidos? Hacia allá van los ingleses ¿Y nosotros?

Quinta y última misión: “Defender el flujo internacional de datos” consideremos que Facebook, Twitter, Google entre otros, mantienen el dominio de flujo de datos a través de sus plataformas. Esta misión, se coloca en un punto de clave para impulsar la soberanía de los datos, la gobernanza internacional y generar ordenamientos globales que dejen en claro sus limitaciones.

En suma, estas cinco misiones propuestas en la estrategia nacional de datos de Inglaterra, nos deben llamar a la reflexión y promover una estrategia nacional de datos para México. Los datos del gobierno son de todos y para beneficio de todos.


El discurso de la transparencia está agotado. Ya suena a retórica la promesa que se va a “transparentar” cierta información gubernamental, sin barreras, sin solicitudes de información. La clave para construir un gobierno abierto está en los datos. La administración pública es la mayor generadora de datos en el mundo, todos los días se construyen indicadores, se actualizan datos, se aporta información para la toma de decisiones, al final tiene que ver con datos gubernamentales.

Cualquier dato que se encuentre detrás de una cortina de obstáculos y trámites (PDFs, sistemas, formatos, peticiones) es un dato secuestrado por el gobierno, quien busca mantener la confidencialidad de su información y comunicación para su beneficio o mantener sus privilegios.

Por ello llamó mi atención que el Instituto de Datos Abiertos en Gran Bretaña lanzará su estrategia nacional de datos. Proyecto que llevan trabajando desde el 2020 debido a su complejidad, retos y problemáticas que ya analizaré en otro momento, por ahora quiero destacar que para lograr su implementación ha definido cinco misiones, así es, misiones, no objetivos, no palabras huecas, sino una misión que enfoque recursos y personas para conseguirlo.

La primera misión es desbloquear el valor de los datos en lo economía. Y esto es todo un reto. Los datos gubernamentales tienen un impacto inmediato en la economía. Quien no lo crea, simplemente observe cuando el gobierno va construir una aeropuerto ¿Cuánto cambia el valor de los predios alrededor? Si usted tiene acceso a esa información “privilegiada” la va a utilizar por que le permitirá: invertir, comprar, vender, generar empleos, etc. ¿Por qué esta información debe estar en poder de unos cuantos funcionarios y no de todos los ciudadanos?

La segunda misión es “garantizar un régimen de datos que favorezca el crecimiento y la confianza” Brutal ¿No le parece? ¿Cuánto daríamos por decir que los datos compartidos por el gobierno son confiables? ¿Acaso hoy podemos confiar en el número de contagios y de hospitales que recibimos diariamente? Me parece que no. El que los ingleses se hallan planteado la misión de otorgar una “garantía” por ello significa que tampoco generan datos tan confiables; es una aspiración contundente.

Tercera misión, “transformar el uso de los datos por parte del gobierno para impulsar la eficiencia y mejorar los servicios públicos” Dicho de otra manera, buscar la colaboración ciudadana para que nos digan dónde está fallando el gobierno, qué hacer en las calles, en seguridad pública, en transporte.

La cuarta misión: “ Garantizar la seguridad y la resistencia de la infraestructura en la que se basan los datos” En esta misión destaco dos ideas: la primera, los datos gubernamentales como parte de la seguridad nacional. Impedir que los hackers de cualquier gobierno afecten nuestros datos o expertos que impidan el uso, distribución o alteración de datos gubernamentales. La segunda idea es tener infraestructura propia, ¿Porqué confiarle los datos de los mexicanos (INE; CURP, RFC, etc) a los bancos de datos en Estados Unidos? ¿Acaso no sería mejor tener servidores dentro del territorio nacional donde estuvieran protegidos? Hacia allá van los ingleses ¿Y nosotros?

Quinta y última misión: “Defender el flujo internacional de datos” consideremos que Facebook, Twitter, Google entre otros, mantienen el dominio de flujo de datos a través de sus plataformas. Esta misión, se coloca en un punto de clave para impulsar la soberanía de los datos, la gobernanza internacional y generar ordenamientos globales que dejen en claro sus limitaciones.

En suma, estas cinco misiones propuestas en la estrategia nacional de datos de Inglaterra, nos deben llamar a la reflexión y promover una estrategia nacional de datos para México. Los datos del gobierno son de todos y para beneficio de todos.