/ lunes 4 de octubre de 2021

Ética, política e información

El pensamiento político que como información se lee en periodismo y redes sociales es harto importante para formación de opinión, pero tiene dos vertientes: la que contribuye a la democracia con ética, y la que pretende destruir creando odio. Ambas coexisten y son mutuamente excluyentes.

Se observa cada vez más que la mercadotecnia política y los intereses de grupos que buscan el poder gubernamental y económico se combinan para diseñar e implementar un modo de hacer comunicación en la sociedad basada en información falsa y en ataques, a veces sin objetividad alguna basándose en inducir molestia en contra de quienes ostentan un cargo público. Esta desafortunada dinámica se ha generalizado principalmente en procesos electorales y atiende a un maquiavélico juego de ajedrez a fin de ganar simpatizantes y con ello votación, pero a expensas de desacreditar al adversario, convirtiendo a éste en enemigo político e incluso pidiendo se retire de la vida pública.

Situación observada principalmente en personas con de pensamiento radical tanto ideológicamente de derecha como de izquierda. Ambas corrientes del pensamiento y práctica política desafortunadamente muestran una clara pobreza mental, un incremento de intolerancia, irrespeto y hasta odio a quien piensa diferente. Ello es resultado de la crisis de valores y calidad moral en la sociedad asociada a estrategias de guerra sucia implementadas en últimas décadas; un segmento importante en cantidad y calidad de periodistas tratan de reivindicar la ética en información, pero hay otros que pretenden seguir lucrando grandes cantidades de dinero a cambio de hablar/escribir bien de quien les paga.

Agreguemos que miles de usuarios de redes sociales hacen uso de su libertad de expresión para hacer propuestas viables y pertinentes sobre el comportamiento humano en la familia y sociedad, pero también hay quienes hacen una práctica política de bajo umbral moral dañando la imagen de otros y de instituciones tan solo por ser de partidos contrarios o simpatizantes de determinada política pública que ya no se aplica. El periodismo es un factor determinante en orientación favorable o desfavorable al respecto.

La solución para aminorar tanta noticia falsa o comentarios con dolo y mala fe es hacer una reflexión de lo que una persona pretende al publicar consejos u ofensas e ignorar en este último caso. Es necesario exigir ética ciudadana, periodística y política para propiciar un sentido honesto y propositivo de comentarios en redes sociales y periodismo.

El pensamiento político que como información se lee en periodismo y redes sociales es harto importante para formación de opinión, pero tiene dos vertientes: la que contribuye a la democracia con ética, y la que pretende destruir creando odio. Ambas coexisten y son mutuamente excluyentes.

Se observa cada vez más que la mercadotecnia política y los intereses de grupos que buscan el poder gubernamental y económico se combinan para diseñar e implementar un modo de hacer comunicación en la sociedad basada en información falsa y en ataques, a veces sin objetividad alguna basándose en inducir molestia en contra de quienes ostentan un cargo público. Esta desafortunada dinámica se ha generalizado principalmente en procesos electorales y atiende a un maquiavélico juego de ajedrez a fin de ganar simpatizantes y con ello votación, pero a expensas de desacreditar al adversario, convirtiendo a éste en enemigo político e incluso pidiendo se retire de la vida pública.

Situación observada principalmente en personas con de pensamiento radical tanto ideológicamente de derecha como de izquierda. Ambas corrientes del pensamiento y práctica política desafortunadamente muestran una clara pobreza mental, un incremento de intolerancia, irrespeto y hasta odio a quien piensa diferente. Ello es resultado de la crisis de valores y calidad moral en la sociedad asociada a estrategias de guerra sucia implementadas en últimas décadas; un segmento importante en cantidad y calidad de periodistas tratan de reivindicar la ética en información, pero hay otros que pretenden seguir lucrando grandes cantidades de dinero a cambio de hablar/escribir bien de quien les paga.

Agreguemos que miles de usuarios de redes sociales hacen uso de su libertad de expresión para hacer propuestas viables y pertinentes sobre el comportamiento humano en la familia y sociedad, pero también hay quienes hacen una práctica política de bajo umbral moral dañando la imagen de otros y de instituciones tan solo por ser de partidos contrarios o simpatizantes de determinada política pública que ya no se aplica. El periodismo es un factor determinante en orientación favorable o desfavorable al respecto.

La solución para aminorar tanta noticia falsa o comentarios con dolo y mala fe es hacer una reflexión de lo que una persona pretende al publicar consejos u ofensas e ignorar en este último caso. Es necesario exigir ética ciudadana, periodística y política para propiciar un sentido honesto y propositivo de comentarios en redes sociales y periodismo.