La navidad del año 2018 se caracteriza por ser una de las más novedosas en cuanto a diversos acontecimientos que han modificado las formas tan anquilosadas en nuestro querido México.
Desde el primero de diciembre se tiene a un presidente que ha dado un viraje en el devenir del sistema político mexicano, con espectaculares medidas que no se contemplaban en los últimos 18 años.
Cancelación de un nuevo aeropuerto de la ciudad de México que era la última inversión del anterior gobierno federal con jugosos negocios en torno a dicho proyecto, desarrollos inmobiliarios de gran envergadura, centros comerciales de los más lujosos del mundo, vías de comunicación concesionadas a la iniciativa privada con altas cuotas para los usuarios, especulación desmedida del terreno en favor de unos cuantos, etc., etc., etc.
Venta del avión presidencial y cancelación del llamativo hangar presidencial en el aeropuerto internacional Benito Juárez.
Disminución de los altos y lesivos salarios, con pagos no mayores a los 108 mil pesos mensuales a los funcionarios de primer nivel.
Aumento del salario mínimo por arriba de los 100 pesos al día, algo no contemplado en los últimos 3 sexenios en el país.
Supresión del estado mayor presidencial que servía para resguardar no solamente al presidente de la república, sino también para funcionarios, empresarios y hasta esposas y parientes de políticos anquilosados en México.
Erradicación de los famosos moches que se repartían los diputados y senadores federales en contubernio con los gobernadores de los estados que oscilaban entre los 750 y 3000 millones de pesos anuales.
Seis medidas que nunca se habían tenido en el país y que afecta de sobremanera a la clase política mexicana de antaño, acostumbrados a robar grandes partidas del erario público que en esta navidad del 2018 se ha suprimido.
Todo lo anterior ha ocasionado afectaciones muy notorias en los partidos políticos y en organizaciones aglutinadas en los mismos que han ocasionado la toma del palacio legislativo de San Lázaro por espacio de 10 horas el pasado 21 de diciembre.
Vaya pues una felicitación al nuevo régimen político mexicano que se basa en servirle a la gente.
Por último, no quisiera dejar pasar la oportunidad para desearles a todos los lectores del Sol de Zacatecas, sus empleados y a sus directivos una feliz navidad, que el encuentro con la familia sea de lo más agradable posible, con amenidad y alegría que se refleje en los corazones de todos Ustedes.
En especial a mi padre Jesús Robles Delgado al que tengo la fortuna de tenerlo conmigo, a mi familia, a mis amigos, compañeros de trabajo, a los que nos siguen semana tras semana como es el caso del Lic. Rogelio Hernández Quintero que con su fortaleza y carácter se sobrepone día con día de un problemita que pasará pronto.