/ domingo 26 de junio de 2022

Fracaso tras fracaso

La situación que prevalece en Zacatecas en materia de inseguridad y violencia, evidencia, cada día con más fuerza, la ausencia de una política de contención y que recupere la tranquilidad de la población, que ve con asombro, cómo se cometen los delitos a plena luz del día, en pleno de centro de la ciudad capital y el bloqueo de calles y carreteras en municipios, sin que exista una reacción eficaz de las autoridades.

Por el contrario, la indolencia e inefectividad del secretario de seguridad Adolfo Marín Marín, llena más de terror a la población, porque asegura que estos movimientos delincuenciales son como reacción a la eficaz estrategia policial.

Sigue viviendo en su burbuja y de ella nadie, ni siquiera el secretario de la defensa, lo saca.

Mientras no exista seguridad y mientras no se implementen acciones concertadas que permitan recuperar la tranquilidad y la paz en las calles, las acciones de la Mesa Estatal de Construcción de Paz solo serán discursos vacíos y llenos de autoelogios y mentiras.

Lo crudo y cruel está en las calles y nadie de las autoridades, parece tener conciencia de ello.

Con voz casi unánime y en el consenso, diputados de la legislatura, finalmente se pusieron de acuerdo al menos en algo, en solicitar la renuncia del secretario de seguridad por incapaz y ser un hombre que no escucha y menos atiende a la necesidad social.

No aceptó comparecer ante los diputados y mucho menos acepta entrevistas con la prensa, porque sabe que no tiene discurso para afrontar la realidad que carcome las estructuras sociales de la entidad. Vive una realidad muy alejada a la de los cientos de miles de zacatecanos que si enfrentan día con día esta lacerante realidad.

Ya hemos rebasado el número de muertes dolosas al 30 de junio del año pasado, la cifra está incontenible y la violencia imparable. Cuántos más tienen que morir; cuántos desplazados más tendrán que abandonar su casa y su patrimonio; cuántos más huirán de su trabajo por no tener para pagar derecho de piso; cuánto más tendremos que soportar la ineficiencia de las autoridades.

Hoy la política de seguridad va de fracaso en fracaso y no existe nadie, hasta el momento, que tome decisiones y levante el repliegue de las fuerzas policiales. No basta con tener buenas intenciones, se requieren acciones y estrategias de contención y combate a los grupos delictivos.

Si es un tema de reacción por las acciones de inteligencia, valdría la pena que la sociedad lo conozca, porque mientras siga la desinformación, el gobierno de David Monreal irá de fracaso en fracaso.

No se puede resolver con comunicación lo que no tienen resuelto en la realidad. Valdría la pena empezar de nuevo.


La situación que prevalece en Zacatecas en materia de inseguridad y violencia, evidencia, cada día con más fuerza, la ausencia de una política de contención y que recupere la tranquilidad de la población, que ve con asombro, cómo se cometen los delitos a plena luz del día, en pleno de centro de la ciudad capital y el bloqueo de calles y carreteras en municipios, sin que exista una reacción eficaz de las autoridades.

Por el contrario, la indolencia e inefectividad del secretario de seguridad Adolfo Marín Marín, llena más de terror a la población, porque asegura que estos movimientos delincuenciales son como reacción a la eficaz estrategia policial.

Sigue viviendo en su burbuja y de ella nadie, ni siquiera el secretario de la defensa, lo saca.

Mientras no exista seguridad y mientras no se implementen acciones concertadas que permitan recuperar la tranquilidad y la paz en las calles, las acciones de la Mesa Estatal de Construcción de Paz solo serán discursos vacíos y llenos de autoelogios y mentiras.

Lo crudo y cruel está en las calles y nadie de las autoridades, parece tener conciencia de ello.

Con voz casi unánime y en el consenso, diputados de la legislatura, finalmente se pusieron de acuerdo al menos en algo, en solicitar la renuncia del secretario de seguridad por incapaz y ser un hombre que no escucha y menos atiende a la necesidad social.

No aceptó comparecer ante los diputados y mucho menos acepta entrevistas con la prensa, porque sabe que no tiene discurso para afrontar la realidad que carcome las estructuras sociales de la entidad. Vive una realidad muy alejada a la de los cientos de miles de zacatecanos que si enfrentan día con día esta lacerante realidad.

Ya hemos rebasado el número de muertes dolosas al 30 de junio del año pasado, la cifra está incontenible y la violencia imparable. Cuántos más tienen que morir; cuántos desplazados más tendrán que abandonar su casa y su patrimonio; cuántos más huirán de su trabajo por no tener para pagar derecho de piso; cuánto más tendremos que soportar la ineficiencia de las autoridades.

Hoy la política de seguridad va de fracaso en fracaso y no existe nadie, hasta el momento, que tome decisiones y levante el repliegue de las fuerzas policiales. No basta con tener buenas intenciones, se requieren acciones y estrategias de contención y combate a los grupos delictivos.

Si es un tema de reacción por las acciones de inteligencia, valdría la pena que la sociedad lo conozca, porque mientras siga la desinformación, el gobierno de David Monreal irá de fracaso en fracaso.

No se puede resolver con comunicación lo que no tienen resuelto en la realidad. Valdría la pena empezar de nuevo.