/ miércoles 20 de julio de 2022

Generación distribuida y electromovilidad

La generación distribuida y la electromovilidad pueden propiciar ahorros para las personas en dos sentidos: primero, en los recibos de luz y, segundo, en la recarga de energía para los autos eléctricos. Pocas veces se mencionan estos temas en el debate público de la política energética, pero, sin lugar a dudas, tienen un gran impacto en la vida diaria y en la economía de las familias. La generación distribuida es una figura contemplada y regulada en la Ley de Transición Energética y en la Ley de la Industria Eléctrica, la cual ha tenido un crecimiento considerable en los últimos años.

¿Qué es la generación distribuida? En términos sencillos, es la generación de electricidad a pequeña escala, cerca del lugar donde se consume, a partir de fuentes renovables preferiblemente. La solar fotovoltaica es el tipo de fuente que actualmente predomina en la generación distribuida en nuestro país, es decir, los paneles solares. Así, en una casa o edificio se instalan paneles solares que inyectan energía para el autoconsumo y si la electricidad no es consumida en su totalidad se inyecta a la red de distribución para ser consumida por otros usuarios. Uno de los beneficios de la generación distribuida es que los usuarios pagan menos en el recibo de luz. Debido al beneficio anterior y a otros más, la generación distribuida ha tenido un considerable crecimiento y para finales de 2021 la capacidad instalada alcanzó los 2 gigawatts y más de 270 mil contratos de interconexión con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El marco regulatorio contempla tres recursos de generación distribuida: el almacenamiento, la carga de vehículos eléctricos y la eficiencia energética. Así, en una casa se pueden instalar paneles solares tanto para consumo en el hogar como para cargar los vehículos eléctricos particulares. Otra opción son las empresas o privados que invierten en la instalación de paneles solares en un determinado lugar y ofrecen el servicio de carga de autos eléctricos. Las condiciones están dadas para que la movilidad eléctrica crezca en los próximos años. Aunque es preciso reconocer que los recursos de generación distribuida requieren de inversiones y desarrollo e innovaciones tecnológicas para una mayor incursión en todo el territorio nacional.

Las energías renovables no son un asunto que impacta únicamente en el medio ambiente, tiene implicaciones en el gasto de las familias por el uso de la luz, en la movilidad y en la diversificación de la matriz energética de los países. Como lo he señalado en otras ocasiones, las renovables son el futuro.

La generación distribuida y la electromovilidad pueden propiciar ahorros para las personas en dos sentidos: primero, en los recibos de luz y, segundo, en la recarga de energía para los autos eléctricos. Pocas veces se mencionan estos temas en el debate público de la política energética, pero, sin lugar a dudas, tienen un gran impacto en la vida diaria y en la economía de las familias. La generación distribuida es una figura contemplada y regulada en la Ley de Transición Energética y en la Ley de la Industria Eléctrica, la cual ha tenido un crecimiento considerable en los últimos años.

¿Qué es la generación distribuida? En términos sencillos, es la generación de electricidad a pequeña escala, cerca del lugar donde se consume, a partir de fuentes renovables preferiblemente. La solar fotovoltaica es el tipo de fuente que actualmente predomina en la generación distribuida en nuestro país, es decir, los paneles solares. Así, en una casa o edificio se instalan paneles solares que inyectan energía para el autoconsumo y si la electricidad no es consumida en su totalidad se inyecta a la red de distribución para ser consumida por otros usuarios. Uno de los beneficios de la generación distribuida es que los usuarios pagan menos en el recibo de luz. Debido al beneficio anterior y a otros más, la generación distribuida ha tenido un considerable crecimiento y para finales de 2021 la capacidad instalada alcanzó los 2 gigawatts y más de 270 mil contratos de interconexión con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El marco regulatorio contempla tres recursos de generación distribuida: el almacenamiento, la carga de vehículos eléctricos y la eficiencia energética. Así, en una casa se pueden instalar paneles solares tanto para consumo en el hogar como para cargar los vehículos eléctricos particulares. Otra opción son las empresas o privados que invierten en la instalación de paneles solares en un determinado lugar y ofrecen el servicio de carga de autos eléctricos. Las condiciones están dadas para que la movilidad eléctrica crezca en los próximos años. Aunque es preciso reconocer que los recursos de generación distribuida requieren de inversiones y desarrollo e innovaciones tecnológicas para una mayor incursión en todo el territorio nacional.

Las energías renovables no son un asunto que impacta únicamente en el medio ambiente, tiene implicaciones en el gasto de las familias por el uso de la luz, en la movilidad y en la diversificación de la matriz energética de los países. Como lo he señalado en otras ocasiones, las renovables son el futuro.