Analistas de la realidad política de Zacatecas no entienden porque la insistencia de David Monreal de acudir con mucha frecuencia a eventos en la cabecera municipal de Guadalupe.
Muchos sostienen que es por la fortaleza y la simpatía de la que goza el alcalde Julio Cesar Chávez, a quienes algunos ven como el hombre fuerte de la campaña del aspirante a gobernador.
Los recientes números que dio a conocer la empresa especializada en estudio de opinión “TRsearch”, revelan que en este momento no le favorecen a MORENA en Guadalupe, lo que encendió las alarmas en el cuarto de guerra del candidato a gobernador y del propio alcalde con pretensiones de reelección.
No se entiende, que en un primer estudio, prácticamente se anuncie que hay un empate técnico entre las coaliciones que buscarán la presidencia del municipio con más explosión demográfica de Zacatecas.
Con los votos unidos del PRI, PAN y PRD, la coalición “Va por Zacatecas” parte con el 25.7 de las preferencias electorales, esto aún sin candidatos.
En tanto la coalición “Juntos Haremos Historia” de MORENA, PT , PVEM y Nueva Alianza, parte rumbo a las campañas con el 25.2 por ciento de las preferencias electorales, es decir, con unas cuantas décimas por debajo de su competidor.
En contraste, la misma casa encuestadora dio a conocer los resultados de la medición hecha en el municipio de Fresnillo, donde parece que la marca se impone con mucha facilidad y por sí sólo, sin contar al PT y los otros partidos aliados, MORENA tiene un 34.8 por ciento de las preferencias electorales, mientras que el PRI y el PAN, con un PRD marginal apenas alcanzan el 27.7 por ciento, es decir, siete puntos de diferencia a favor de los guindas.
En este escenario, uno de los municipios, de los considerados de los cuatro más importantes, por el número de votantes, electoralmente hablando, está en riesgo y es Guadalupe.
El que inicien campañas, aun sin candidatos, por debajo de sus competidores, habla de que algo no está funcionando, o la soberbia no permite observar la realidad de las cosas.
El llamado que recibe Julio César Chávez y su equipo es para que prendan los focos de alerta y modifiquen su estrategia electoral; es en el tiempo adecuado para hacer los ajustes, y está muy a tiempo de reconsiderar, no sólo a su equipo y su oferta política, sino su contacto con la gente.
La sociedad no quiere influencers, quiere resultados de la administración.
Por todo lo anterior, se entiende la preocupación del candidato a gobernador y por ello el afán de acudir, como a ningún otro municipio, a Guadalupe. El riesgo es latente.
