El trastorno facticio, que engloba al antiguamente denominado síndrome de Münchhausen, es un trastorno que se caracteriza por la aparición de síntomas producidos deliberadamente por el mismo paciente con la intención de recibir atención médica y asumir un rol de enfermo.
Esta condición puede ser consciente o inconsciente por parte del paciente,
Persona que tiende a exagerar la gravedad de aquellos malestares físicos que padece e incluso a usar determinadas patologías de dudosa existencia para lograr la atención de los demás. Según el manual de diagnóstico psiquiátrico DSM 5 (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013).
Este trastorno, también conocido como síndrome de Münchausen en honor a un barón Alemán del siglo XVIII famoso por contar historias extraordinarias y, a la vez, falsas, pertenece a una estructura perversa: la persona vive conforme a su apetencia, miente para su beneficio aún perjudicando a los demás, somete a otros para lograr sus objetivos, realiza diferentes actos amolares, transgrede normas y es incapaz de amar. En otras palabras, en estos simuladores puede observarse una conducta en la que buscan cuidado y atención a través de fingir su enfermedad de una manera en la que se muestran insensibles ante el perjuicio que conllevan a los demás.
Suelen ser personas con dificultades emocionales
Las personas con este trastorno suelen presentar estas características:
•Historial médico dramático pero inconsistente
•Síntomas poco claros que no son controlables y que se vuelven más graves o cambian una vez que ha empezado el tratamiento
•Recaídas predecibles tras la mejora de la enfermedad
•La aparición de síntomas nuevos o adicionales tras los resultados negativos de una prueba médica o psicológica
•Presencia de síntomas sólo cuando el paciente está con otros o está siendo observado
•Deseo por realizar pruebas u operaciones
Algunas teorías afirman que estos pacientes han sufrido abuso o falta de cariño durante la infancia que pueden llevar asociados serios problemas emocionales, así como un historial médico que se caracteriza por la presencia frecuente de enfermedades que requieren hospitalización.