/ jueves 19 de mayo de 2022

Hepatitis infantil aguda, un nuevo reto para la humanidad

El 5 de abril de 2022, el Reino Unido notificó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre un incremento de casos de hepatitis aguda en niños, previamente sanos, menores de 10 años. Dicha condición, hoy está presente en más de 30 países, sin que se pueda tener claro el origen de esta enfermedad.

La hepatitis infantil aguda es un tema que ha estado cada vez más presente en los medios de comunicación internacionales, que preocupa especialmente a la comunidad médica y a una sociedad que mira, atenta, luego de haber enfrentado una de las peores experiencias de salud, debido al COVID-19.

Según la propia OMS, ya que los casos detectados se han ido multiplicando considerablemente, la atención de esta enfermedad debe ser “muy urgente”, y se le debe dar “prioridad absoluta”. Hoy, el mundo está a punto de alcanzar los primeros 500 casos de hepatitis infantil aguda, que sigue siendo una incógnita para los especialistas de la salud.

Si algo nos enseñó la pandemia por COVID-19, es que debemos estar preparados, no podemos minimizar este tipo de noticias, debemos cuidarnos y cuidar a los nuestros, sobretodo ahora que en nuestro país ya tenemos 4 casos de hepatitis infantil confirmados y otros 17 casos por confirmar.

Tampoco se trata de caer en la histeria colectiva, ni de actuar de manera irresponsable; al igual que en la contingencia sanitaria por el SARS-COV2, debemos estar tranquilos, informados, atentos a la sintomatología de esta enfermedad de origen desconocido y de las recomendaciones que emitan las autoridades de salud.

De acuerdo a fuentes medicas, los síntomas no varían en relación de la hepatitis que ya conocemos. Por lo que, estimado lector, si su hija o hijo presentan vómito, diarrea, fiebre, dolor abdominal, cansancio, color amarillento en ojos y piel, o pérdida de apetito, es recomendable que reciba atención médica para su análisis y tratamiento.

Por otra parte, quienes encabezamos alguna responsabilidad de carácter público, de los distintos órdenes y niveles de gobierno, debemos trabajar de manera coordinada, actuar oportunamente y tomar las medidas necesarias que nos ayuden a contener este brote de hepatitis infantil.

Y aunque el gobierno federal, a través del Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (CONAVE), desde inicios de mes, emitió un aviso para todas las unidades medicas, es probable que en próximos días se emita también una declaratoria de emergencia sanitaria, por los casos sospechosos existentes en los estados de Tamaulipas, Sinaloa, Coahuila, San Luis Potosí y Durango.

Así que ya lo saben, nuevamente nos enfrentamos a un monstruo invisible, pero sé y tengo confianza, que los zacatecanos usaremos las enseñanzas que nos trajo la pandemia y demostraremos esa empatía, esa hermandad que nos caracteriza para salir adelante de las adversidades.

Es importante estar atentos a la información oficial y aunque hoy, todavía no sabemos mucho de esta hepatitis infantil, sigamos haciendo uso de las medidas para prevenir la hepatitis que ya conocemos, como el lavado de manos, y verifiquemos que los alimentos que consumimos tengan las condiciones de higiene necesarias.


El 5 de abril de 2022, el Reino Unido notificó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre un incremento de casos de hepatitis aguda en niños, previamente sanos, menores de 10 años. Dicha condición, hoy está presente en más de 30 países, sin que se pueda tener claro el origen de esta enfermedad.

La hepatitis infantil aguda es un tema que ha estado cada vez más presente en los medios de comunicación internacionales, que preocupa especialmente a la comunidad médica y a una sociedad que mira, atenta, luego de haber enfrentado una de las peores experiencias de salud, debido al COVID-19.

Según la propia OMS, ya que los casos detectados se han ido multiplicando considerablemente, la atención de esta enfermedad debe ser “muy urgente”, y se le debe dar “prioridad absoluta”. Hoy, el mundo está a punto de alcanzar los primeros 500 casos de hepatitis infantil aguda, que sigue siendo una incógnita para los especialistas de la salud.

Si algo nos enseñó la pandemia por COVID-19, es que debemos estar preparados, no podemos minimizar este tipo de noticias, debemos cuidarnos y cuidar a los nuestros, sobretodo ahora que en nuestro país ya tenemos 4 casos de hepatitis infantil confirmados y otros 17 casos por confirmar.

Tampoco se trata de caer en la histeria colectiva, ni de actuar de manera irresponsable; al igual que en la contingencia sanitaria por el SARS-COV2, debemos estar tranquilos, informados, atentos a la sintomatología de esta enfermedad de origen desconocido y de las recomendaciones que emitan las autoridades de salud.

De acuerdo a fuentes medicas, los síntomas no varían en relación de la hepatitis que ya conocemos. Por lo que, estimado lector, si su hija o hijo presentan vómito, diarrea, fiebre, dolor abdominal, cansancio, color amarillento en ojos y piel, o pérdida de apetito, es recomendable que reciba atención médica para su análisis y tratamiento.

Por otra parte, quienes encabezamos alguna responsabilidad de carácter público, de los distintos órdenes y niveles de gobierno, debemos trabajar de manera coordinada, actuar oportunamente y tomar las medidas necesarias que nos ayuden a contener este brote de hepatitis infantil.

Y aunque el gobierno federal, a través del Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (CONAVE), desde inicios de mes, emitió un aviso para todas las unidades medicas, es probable que en próximos días se emita también una declaratoria de emergencia sanitaria, por los casos sospechosos existentes en los estados de Tamaulipas, Sinaloa, Coahuila, San Luis Potosí y Durango.

Así que ya lo saben, nuevamente nos enfrentamos a un monstruo invisible, pero sé y tengo confianza, que los zacatecanos usaremos las enseñanzas que nos trajo la pandemia y demostraremos esa empatía, esa hermandad que nos caracteriza para salir adelante de las adversidades.

Es importante estar atentos a la información oficial y aunque hoy, todavía no sabemos mucho de esta hepatitis infantil, sigamos haciendo uso de las medidas para prevenir la hepatitis que ya conocemos, como el lavado de manos, y verifiquemos que los alimentos que consumimos tengan las condiciones de higiene necesarias.