/ domingo 12 de abril de 2020

Héroes

A las y los profesionales de la salud

Nuestra imaginación tiende a volar cuando escuchamos los nombres de Aquiles, Helena, Odiseo, Penélope, Teseo, Hércules. Aquellos héroes míticos que por sus proezas en peligrosas empresas siguen cautivándonos sobremanera. El propio Alejandro Magno, el que fuera el conquistador del mundo, se vio reflejado en la gloria de Aquiles. Siguió sus pasos.

De esa talla son nuestros héroes y heroínas actuales que, dejando la capa por un lado, alcanzaron la bata para nuevas batallas. Se ven más normales de lo que parece, aunque sus hazañas, empero, siguen siendo de enorme trascendencia. El enemigo a vencer quizá más fuerte que un titán, que incluso Tifón: una terrible pandemia a nivel mundial que tiene azorada a la humanidad, el covid-19. Y frente a este poderoso enemigo, la primera línea de batalla son los profesionales de la salud.

Ellas y ellos arriesgan la vida y su salud por nosotros. Mantienen en constante incertidumbre a sus familias. Han llegado, incluso, a aislarse voluntariamente; las cuidan en la distancia, sabiendo lo que ello implica: dolor, sufrimiento. Jornadas extenuantes porque el enemigo no cede. Rostros cansados. Preocupación latente. Crisis emocional que comienza a desbordarse. Ello no impide que todos los días, con el corazón valiente y afable que les caracteriza, acudan a poner un freno a esta emergencia sanitaria. El enemigo ya ha cobrado varias vidas de nuestros héroes, aun así, persisten en su lucha.

No debemos dejarlos solos. Por eso tan importante que atendamos el llamado de quedarnos en casa. Por ellos, los profesionales de la salud, que arriesgan su vida todos los días. Por los que forzosamente tiene que salir a ganarse el sustento para sus familias. Tenemos que ser solidarios y colaborar desde nuestra trinchera. La historia nos llama, debemos ayudar. La ruta es simple, no obstante eficaz: quedémonos en casa, no propaguemos los contagios. Como lo he mencionado reiteradamente, este virus lo frenamos todas y todos. Colaboremos.

Mi profundo agradecimiento, mi mayor admiración para con los médicos, enfermeras, especialistas, asistentes, personal de intendencia que colabora en hospitales y clínicas. Su trabajo es el baluarte más importante en estos momentos de crisis. México se los reconoce, porque ustedes son los soldados que nuestro Himno enaltece. En correspondencia, por todo su amor y entrega, como legisladora me esforzaré por generar mejores condiciones laborales, así como velar porque el sistema de salud de nuestro país sea cada día mejor.

Reconocemos su labor. Sabemos de su entereza. Su espíritu es inquebrantable. Estamos en las mejores manos, en las suyas.

A las y los profesionales de la salud

Nuestra imaginación tiende a volar cuando escuchamos los nombres de Aquiles, Helena, Odiseo, Penélope, Teseo, Hércules. Aquellos héroes míticos que por sus proezas en peligrosas empresas siguen cautivándonos sobremanera. El propio Alejandro Magno, el que fuera el conquistador del mundo, se vio reflejado en la gloria de Aquiles. Siguió sus pasos.

De esa talla son nuestros héroes y heroínas actuales que, dejando la capa por un lado, alcanzaron la bata para nuevas batallas. Se ven más normales de lo que parece, aunque sus hazañas, empero, siguen siendo de enorme trascendencia. El enemigo a vencer quizá más fuerte que un titán, que incluso Tifón: una terrible pandemia a nivel mundial que tiene azorada a la humanidad, el covid-19. Y frente a este poderoso enemigo, la primera línea de batalla son los profesionales de la salud.

Ellas y ellos arriesgan la vida y su salud por nosotros. Mantienen en constante incertidumbre a sus familias. Han llegado, incluso, a aislarse voluntariamente; las cuidan en la distancia, sabiendo lo que ello implica: dolor, sufrimiento. Jornadas extenuantes porque el enemigo no cede. Rostros cansados. Preocupación latente. Crisis emocional que comienza a desbordarse. Ello no impide que todos los días, con el corazón valiente y afable que les caracteriza, acudan a poner un freno a esta emergencia sanitaria. El enemigo ya ha cobrado varias vidas de nuestros héroes, aun así, persisten en su lucha.

No debemos dejarlos solos. Por eso tan importante que atendamos el llamado de quedarnos en casa. Por ellos, los profesionales de la salud, que arriesgan su vida todos los días. Por los que forzosamente tiene que salir a ganarse el sustento para sus familias. Tenemos que ser solidarios y colaborar desde nuestra trinchera. La historia nos llama, debemos ayudar. La ruta es simple, no obstante eficaz: quedémonos en casa, no propaguemos los contagios. Como lo he mencionado reiteradamente, este virus lo frenamos todas y todos. Colaboremos.

Mi profundo agradecimiento, mi mayor admiración para con los médicos, enfermeras, especialistas, asistentes, personal de intendencia que colabora en hospitales y clínicas. Su trabajo es el baluarte más importante en estos momentos de crisis. México se los reconoce, porque ustedes son los soldados que nuestro Himno enaltece. En correspondencia, por todo su amor y entrega, como legisladora me esforzaré por generar mejores condiciones laborales, así como velar porque el sistema de salud de nuestro país sea cada día mejor.

Reconocemos su labor. Sabemos de su entereza. Su espíritu es inquebrantable. Estamos en las mejores manos, en las suyas.