/ domingo 28 de marzo de 2021

Homenaje perpetuo

Fatídico el año de la pandemia. Rebasamos la cifra de 200 mil defunciones en México. En algún momento creímos que gracias a la globalización seríamos una aldea unificada, sin embargo, no estábamos preparados para asimilar que sin importar fronteras, ideologías, sistemas políticos, credos o culturas, la muerte se expandió por todos los rincones del planeta. Sin margen para la arrogancia, tenemos que reconocer que somos simples mortales. Somos pasajeros de un destino incierto.

El Senado de la República honra la memoria de las víctimas del Covid-19 a través de un concierto que ofrece la Camerata Metropolitana, el Coro Enharmonia Vocalis y el tenor Alan Pingarrón en la Casona de Xicoténcatl. El programa incluye Réquiem de Mozart, obra emblemática para reflexionar sobre el ocaso de nuestra existencia.

Estamos de luto. Padres, hermanos, hijos, seres queridos, amigos, personajes entrañables y personal de salud que dieron su vida en el heroico cumplimiento del deber han partido. Aflige comprender que desde el inicio de esta crisis sanitaria, han muerto diariamente en promedio diez trabajadores de la salud. Las autoridades contabilizan 3 mil 471 decesos. A ellas y ellos, rendimos un tributo perenne.

En este llanto, también hay impotencia e indignación. La pandemia evidenció las fallas del sistema de salud que heredó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En la lista está la escasez de equipo e infraestructura, carencia de personal de la salud, salarios mal remunerados, falta de medicamentos y corrupción en la compra de los mismos.

Bajo el contubernio de los gobiernos anteriores, solo 10 empresas llamadas ‘el cártel de las farmacéuticas’, acapararon del 2012 al 2018 el 80% de las compras de medicamentos, el equivalente a 335 mil millones de pesos. Sin olvidar que muchos gobiernos estatales compraron a sobreprecio para lucrar y hacer negocios perversos. Infamia sin castigo.

Hoy se puede criticar al gobierno federal por el manejo del Covid, sin embargo, no debemos olvidar que la responsabilidad del caduco sistema de salud recae en ex funcionarios impunes y rapaces. Y si de responsabilidad se trata, el actual gobierno debe garantizar un esquema completo para la atención de todos, sin olvidar una mejor calidad laboral para los trabajadores de la salud. El derecho a la vida comienza con el derecho a la salud.

A un año de la crisis sanitaria, homenaje perpetuo para quienes entregaron su vida, al personal de salud y a todos aquellos que ya no están con nosotros.

Fatídico el año de la pandemia. Rebasamos la cifra de 200 mil defunciones en México. En algún momento creímos que gracias a la globalización seríamos una aldea unificada, sin embargo, no estábamos preparados para asimilar que sin importar fronteras, ideologías, sistemas políticos, credos o culturas, la muerte se expandió por todos los rincones del planeta. Sin margen para la arrogancia, tenemos que reconocer que somos simples mortales. Somos pasajeros de un destino incierto.

El Senado de la República honra la memoria de las víctimas del Covid-19 a través de un concierto que ofrece la Camerata Metropolitana, el Coro Enharmonia Vocalis y el tenor Alan Pingarrón en la Casona de Xicoténcatl. El programa incluye Réquiem de Mozart, obra emblemática para reflexionar sobre el ocaso de nuestra existencia.

Estamos de luto. Padres, hermanos, hijos, seres queridos, amigos, personajes entrañables y personal de salud que dieron su vida en el heroico cumplimiento del deber han partido. Aflige comprender que desde el inicio de esta crisis sanitaria, han muerto diariamente en promedio diez trabajadores de la salud. Las autoridades contabilizan 3 mil 471 decesos. A ellas y ellos, rendimos un tributo perenne.

En este llanto, también hay impotencia e indignación. La pandemia evidenció las fallas del sistema de salud que heredó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En la lista está la escasez de equipo e infraestructura, carencia de personal de la salud, salarios mal remunerados, falta de medicamentos y corrupción en la compra de los mismos.

Bajo el contubernio de los gobiernos anteriores, solo 10 empresas llamadas ‘el cártel de las farmacéuticas’, acapararon del 2012 al 2018 el 80% de las compras de medicamentos, el equivalente a 335 mil millones de pesos. Sin olvidar que muchos gobiernos estatales compraron a sobreprecio para lucrar y hacer negocios perversos. Infamia sin castigo.

Hoy se puede criticar al gobierno federal por el manejo del Covid, sin embargo, no debemos olvidar que la responsabilidad del caduco sistema de salud recae en ex funcionarios impunes y rapaces. Y si de responsabilidad se trata, el actual gobierno debe garantizar un esquema completo para la atención de todos, sin olvidar una mejor calidad laboral para los trabajadores de la salud. El derecho a la vida comienza con el derecho a la salud.

A un año de la crisis sanitaria, homenaje perpetuo para quienes entregaron su vida, al personal de salud y a todos aquellos que ya no están con nosotros.