/ lunes 8 de abril de 2019

Investigación como estrategia productiva

En nuestro país la investigación y la tecnología para el desarrollo de productos y servicios es ahora más que nunca una imperante necesidad para generar calidad total, productividad y alta competitividad, principalmente en la micro, pequeña y mediana empresa pues generan más empleos y son el corazón de la dinámica económica de cualquier población.

Resulta comprensible que empresas mexicanas y estatales no inviertan o lo hacen muy poco en actividades de investigación o de desarrollo debido a altos costos de producción comparados con sus ingresos y ante difícil competencia y valor de productos importados. Una opción altamente pertinente es que como asociación o gremio conjuntamente con los gobiernos federal, estatales y en su caso municipales constituyan una bolsa de dinero para invertir (que no gastar) en investigación aplicada en: 1) Productos; 2) Procesos; 3) Optimización de costos; 4) Reutilización de desechos; 5) Mercado; 6) Comportamiento humano en el trabajo; 7) Tiempos y movimientos para hacer más eficaz y eficiente el trabajo.

Los investigadores por lo general procuran indagar e innovar sobre equipos aunque realmente a pocos se les puede llamar como tales por su talento, alto desempeño y resultados. El quehacer investigativo y de desarrollo tecnológico necesario para las empresas de los tres sectores de la economía (explotación de recursos, su transformación y los servicios), ha sido relegado o es prácticamente inexistente debido a la idea que la inversión en investigación o en desarrollo de productos y mejora de servicios no reditua ganancias en lo inmediato y es mejor sobrevivir ante la desaceleración económica. Ante ello se propone crear un desarrollo organizacional apto o idóneo para la creatividad, que si bien les es difícil en lo particular podrían hacerlo en forma grupal o a través de sus respectivas asociaciones o gremios conjuntamente con el Estado-Gobierno, apoyándose entre sí ante el embate de comercios o productos extranjeros y bajando el costo de financiar ciencia, para ello precisan de un efectivo esquema de vinculación con instituciones de capacitación, de educación media superior y superior.

Es menester comenzar a trastocar la percepción empresarial y gubernamental que el gasto en ciencia y tecnología no reditúa ganancias, no lo es en lo inmediato pero a mediano plazo constituye una de las mejores opciones de fortalecimiento de empresas en rubros como la productividad, calidad y competitividad.

En nuestro país la investigación y la tecnología para el desarrollo de productos y servicios es ahora más que nunca una imperante necesidad para generar calidad total, productividad y alta competitividad, principalmente en la micro, pequeña y mediana empresa pues generan más empleos y son el corazón de la dinámica económica de cualquier población.

Resulta comprensible que empresas mexicanas y estatales no inviertan o lo hacen muy poco en actividades de investigación o de desarrollo debido a altos costos de producción comparados con sus ingresos y ante difícil competencia y valor de productos importados. Una opción altamente pertinente es que como asociación o gremio conjuntamente con los gobiernos federal, estatales y en su caso municipales constituyan una bolsa de dinero para invertir (que no gastar) en investigación aplicada en: 1) Productos; 2) Procesos; 3) Optimización de costos; 4) Reutilización de desechos; 5) Mercado; 6) Comportamiento humano en el trabajo; 7) Tiempos y movimientos para hacer más eficaz y eficiente el trabajo.

Los investigadores por lo general procuran indagar e innovar sobre equipos aunque realmente a pocos se les puede llamar como tales por su talento, alto desempeño y resultados. El quehacer investigativo y de desarrollo tecnológico necesario para las empresas de los tres sectores de la economía (explotación de recursos, su transformación y los servicios), ha sido relegado o es prácticamente inexistente debido a la idea que la inversión en investigación o en desarrollo de productos y mejora de servicios no reditua ganancias en lo inmediato y es mejor sobrevivir ante la desaceleración económica. Ante ello se propone crear un desarrollo organizacional apto o idóneo para la creatividad, que si bien les es difícil en lo particular podrían hacerlo en forma grupal o a través de sus respectivas asociaciones o gremios conjuntamente con el Estado-Gobierno, apoyándose entre sí ante el embate de comercios o productos extranjeros y bajando el costo de financiar ciencia, para ello precisan de un efectivo esquema de vinculación con instituciones de capacitación, de educación media superior y superior.

Es menester comenzar a trastocar la percepción empresarial y gubernamental que el gasto en ciencia y tecnología no reditúa ganancias, no lo es en lo inmediato pero a mediano plazo constituye una de las mejores opciones de fortalecimiento de empresas en rubros como la productividad, calidad y competitividad.