/ jueves 12 de marzo de 2020

Investigación como estrategia productiva

La investigación y tecnología para el desarrollo de productos y servicios ahora más que nunca es una imperante necesidad para lograr alta competitividad y ante la difícil situación económica nacional. Precisamos una actividad de la investigación e innovación diferente con gestión estratégica para resultados, asociada a la calidad total y productividad, con especial atención a la pequeña y mediana empresa (PyMES), para la micro debemos generar propuestas de sobrevivencia mediante investigación multidisciplinar.

Las empresas no invierten o en el mejor de los casos lo hacen muy poco en investigación o desarrollo pues sus costos de producción o servicios son altos comparados con los precios de venta ante la competencia internacional y nacional, por ello mejor optan pagar dinero en otros asuntos apremiantes como pago de deudas o surtir mercancía, pero si los empresarios no logran hacer mas productiva su empresa, no ofrecen productos y servicios de calidad e innovadores, difícilmente sobrevivirán a embates comerciales y se les complicará mayormente lograr o mantener su mercado meta o clientela.

El quehacer investigativo y de desarrollo tecnológico necesario para las empresas de los tres sectores de nuestra economía (explotación de recursos, su transformación y los servicios), está relegado a segundo plano o prácticamente es inexistente debido a la idea que no reditua ganancias al invertir en investigación o en desarrollo de productos o mejora de servicios. Pero el factor que más gravita en contra y genera mayor reticencia es que muchas empresas, principalmente las micro, pequeñas y medianas luchan por sobrevivir, por ende les resulta muy gravoso financieramente invertir en búsquedas científicas o tecnológicas de algún producto o de mejorar su servicio.

Una alternativa es crear un sistema cooperativo de desarrollo organizacional a través de sus respectivas Asociaciones o Gremios y constituyan una bolsa de dinero conjuntamente con los gobiernos federal, estatales y en su caso municipales para invertir (que no gastar) en investigación aplicada en líneas como: 1) productos alternativos de primera necesidad; 2) optimizar procesos de sus operaciones o procedimientos; 3) reutilizar de desechos; 4) estudio de mercado; 5) comportamiento humano en el trabajo; 6) tiempos y movimientos para hacer más eficaz y eficiente un trabajo y7) un efectivo esquema de vinculación con instituciones de educación media superior y superior.

Ello conlleva a una nueva cultura y pensamiento estratégico en empresarios e investigadores.

La investigación y tecnología para el desarrollo de productos y servicios ahora más que nunca es una imperante necesidad para lograr alta competitividad y ante la difícil situación económica nacional. Precisamos una actividad de la investigación e innovación diferente con gestión estratégica para resultados, asociada a la calidad total y productividad, con especial atención a la pequeña y mediana empresa (PyMES), para la micro debemos generar propuestas de sobrevivencia mediante investigación multidisciplinar.

Las empresas no invierten o en el mejor de los casos lo hacen muy poco en investigación o desarrollo pues sus costos de producción o servicios son altos comparados con los precios de venta ante la competencia internacional y nacional, por ello mejor optan pagar dinero en otros asuntos apremiantes como pago de deudas o surtir mercancía, pero si los empresarios no logran hacer mas productiva su empresa, no ofrecen productos y servicios de calidad e innovadores, difícilmente sobrevivirán a embates comerciales y se les complicará mayormente lograr o mantener su mercado meta o clientela.

El quehacer investigativo y de desarrollo tecnológico necesario para las empresas de los tres sectores de nuestra economía (explotación de recursos, su transformación y los servicios), está relegado a segundo plano o prácticamente es inexistente debido a la idea que no reditua ganancias al invertir en investigación o en desarrollo de productos o mejora de servicios. Pero el factor que más gravita en contra y genera mayor reticencia es que muchas empresas, principalmente las micro, pequeñas y medianas luchan por sobrevivir, por ende les resulta muy gravoso financieramente invertir en búsquedas científicas o tecnológicas de algún producto o de mejorar su servicio.

Una alternativa es crear un sistema cooperativo de desarrollo organizacional a través de sus respectivas Asociaciones o Gremios y constituyan una bolsa de dinero conjuntamente con los gobiernos federal, estatales y en su caso municipales para invertir (que no gastar) en investigación aplicada en líneas como: 1) productos alternativos de primera necesidad; 2) optimizar procesos de sus operaciones o procedimientos; 3) reutilizar de desechos; 4) estudio de mercado; 5) comportamiento humano en el trabajo; 6) tiempos y movimientos para hacer más eficaz y eficiente un trabajo y7) un efectivo esquema de vinculación con instituciones de educación media superior y superior.

Ello conlleva a una nueva cultura y pensamiento estratégico en empresarios e investigadores.