/ miércoles 6 de junio de 2018

La democracia ratifica el destino político de México

En los próximos días (1 de julio) tendremos una nueva oportunidad de votar, pero esta vez habrá que hacerlo sabiendo lo que cada quien prefiere. Habrá que optar entre secularidad o confesionalidad, entre el control del poder o discrecionalidad; entre responsabilidad política o indemnidad; entre coalición o concentración del poder; entre distribución de la renta o exclusión. Las verdaderas disyuntivas de una democracia están en los programas, y es hacía allá que debemos de avanzar.

No es sencillo que todas las reformas necesarias se consignan en el corto plazo. En contra militan los beneficiarios de la mediocridad imperante, pero a favor hay una fuerza social que augura mejores tiempos. Todos debemos tener presente una gran lección de la historia: el cambio es constancia.

Nos encontramos, como cada 6 años, ante un nuevo proceso de sucesión presidencial. Pareciera que todo estuviera otra vez en juego, ante una sociedad con ánimo exigente que por más que se esfuerza no ve rumbo cierto ni puerto de destino. Ante la expectativa del relevo institucional, en los medios de comunicación se manejan perfiles y se construyen pasarelas que, sin dejar de útiles, corren el riesgo de guardar en la superficie.

Estamos convencidos, con muchos otros, que ahora podemos hacer las cosas de manera distinta. Pensar en qué queremos y hacía donde quisiéramos ir, para luego actuar en consecuencia. Pareciera elemental entonces que si alguien aspira a gobernar nuestro país, diga qué es lo que está pensando al respecto; de dónde piensa partir, a dónde cree que llegará y cómo habrá de alcanzar los objetivos que proponen.

Debemos tener plena conciencia de la etapa difícil que atravesamos, pero aún es tiempo de estar a la altura y realizar las tareas pendientes, si logramos pensar primero en el país, para que la elección verse sobre la nación que queremos ser, más que convertirla solo en una competencia más por la Presidencia de México.

Estamos convencidos que la gente quiere saber cuál es el sentido de gobernar un país, como el nuestro, esto es, para qué quiere un partido ejercer el poder presidencial.

Es importante entonces, que los ciudadanos conozcan y analicen de qué manera, el partido de su elección está planeando cómo lograr la Presidencia de la República en las elecciones federales que se culminan el próximo mes de julio.

Actualmente en el escenario actual, algo está mal, la propaganda dice que vamos bien pero la gente se siente mal porque no lo percibe en su mesa, en su empleo e ingreso, ni puede salir a la calle con seguridad y certeza de que la familia está a salvo.

En el devenir, y en el desarrollo de las campañas electorales han surgido importantes algunas propuestas. Creemos aprovechar estos instrumentos con que afirmamos que es posible materializarlas. Discutimos las ideas, construyamos un proyecto con orden, con rumbo, con seguridad humana, con libertad, con justicia y democracia. Con la fuerza de estas ideas y la voluntad colectiva, ganamos todos y ganará México.

Hace tiempo un excepcional pensador mexicano don Jesús Reyes Heroles externó la conveniencia de que un gran partido debería tener “primero el programa y luego el hombre”.

En los próximos días (1 de julio) tendremos una nueva oportunidad de votar, pero esta vez habrá que hacerlo sabiendo lo que cada quien prefiere. Habrá que optar entre secularidad o confesionalidad, entre el control del poder o discrecionalidad; entre responsabilidad política o indemnidad; entre coalición o concentración del poder; entre distribución de la renta o exclusión. Las verdaderas disyuntivas de una democracia están en los programas, y es hacía allá que debemos de avanzar.

No es sencillo que todas las reformas necesarias se consignan en el corto plazo. En contra militan los beneficiarios de la mediocridad imperante, pero a favor hay una fuerza social que augura mejores tiempos. Todos debemos tener presente una gran lección de la historia: el cambio es constancia.

Nos encontramos, como cada 6 años, ante un nuevo proceso de sucesión presidencial. Pareciera que todo estuviera otra vez en juego, ante una sociedad con ánimo exigente que por más que se esfuerza no ve rumbo cierto ni puerto de destino. Ante la expectativa del relevo institucional, en los medios de comunicación se manejan perfiles y se construyen pasarelas que, sin dejar de útiles, corren el riesgo de guardar en la superficie.

Estamos convencidos, con muchos otros, que ahora podemos hacer las cosas de manera distinta. Pensar en qué queremos y hacía donde quisiéramos ir, para luego actuar en consecuencia. Pareciera elemental entonces que si alguien aspira a gobernar nuestro país, diga qué es lo que está pensando al respecto; de dónde piensa partir, a dónde cree que llegará y cómo habrá de alcanzar los objetivos que proponen.

Debemos tener plena conciencia de la etapa difícil que atravesamos, pero aún es tiempo de estar a la altura y realizar las tareas pendientes, si logramos pensar primero en el país, para que la elección verse sobre la nación que queremos ser, más que convertirla solo en una competencia más por la Presidencia de México.

Estamos convencidos que la gente quiere saber cuál es el sentido de gobernar un país, como el nuestro, esto es, para qué quiere un partido ejercer el poder presidencial.

Es importante entonces, que los ciudadanos conozcan y analicen de qué manera, el partido de su elección está planeando cómo lograr la Presidencia de la República en las elecciones federales que se culminan el próximo mes de julio.

Actualmente en el escenario actual, algo está mal, la propaganda dice que vamos bien pero la gente se siente mal porque no lo percibe en su mesa, en su empleo e ingreso, ni puede salir a la calle con seguridad y certeza de que la familia está a salvo.

En el devenir, y en el desarrollo de las campañas electorales han surgido importantes algunas propuestas. Creemos aprovechar estos instrumentos con que afirmamos que es posible materializarlas. Discutimos las ideas, construyamos un proyecto con orden, con rumbo, con seguridad humana, con libertad, con justicia y democracia. Con la fuerza de estas ideas y la voluntad colectiva, ganamos todos y ganará México.

Hace tiempo un excepcional pensador mexicano don Jesús Reyes Heroles externó la conveniencia de que un gran partido debería tener “primero el programa y luego el hombre”.

ÚLTIMASCOLUMNAS
miércoles 06 de junio de 2018

La democracia ratifica el destino político de México

José Corona Redondo

viernes 25 de mayo de 2018

La metamorfosis de la democracia nacional

José Corona Redondo

miércoles 16 de mayo de 2018

La reforma educativa actual

José Corona Redondo

miércoles 25 de abril de 2018

La Constitución de 1917 brújula de la democracia nacional

José Corona Redondo

miércoles 21 de marzo de 2018

Constitución y política valores básicos de la democracia (addenda)

José Corona Redondo

miércoles 28 de febrero de 2018

Constitución política valores básicos de la democracia

José Corona Redondo

miércoles 21 de febrero de 2018

Constitución y política valores básicos de la democracia III/III

José Corona Redondo

miércoles 14 de febrero de 2018

Constitución y política valores básicos de la democracia

José Corona Redondo

Cargar Más