Pues ya comenzó el año, y uno de los tantos propósitos de Año Nuevo, el más comunes es:
“Este año, ahora si me pongo a dieta”.
Y ahí están el 1ero. de enero llenando todos los gimnasios y corriendo por las calles, y diciendo: ¡Basta, se acabaron los kilos de más! Y entonces aparece la palabra DIETA.
Y de un día para otro, no comen pan, no comen tortilla, no comen frituras, y se llenan de ensaladas... y siguiendo esas dietas que aparecen en internet que de la luna, que de la piña, que de la manzana, que la dieta de los tres dias... de los siete... comprando todos los productos que te dicen en la publicidad, use este jabón y baje medidas, este licuado antes de cada alimento y en 30 días quedará en forma, hasta pareciera que nuestras redes sociales son “adivinas” y saben que estas con kilos de más y empieza a mandarte publicaciones de... ¡baja esta aplicación que es tu nutriólogo y entrenador, ellos te pondrán en forma! (No es que las redes sean adivinas, sino que andamos buscando en la red, que alguien o algo nos quite esos kilos de más por arte de magia, y eso crea un patrón en tus redes sociales, todo está conectado, por lo tanto crea una tendencia para ti y por eso te salen esas publicaciones).
Pues ¿qué creen?... ponerse en forma, no radica en métodos rápidos, fórmulas mágicas, y si se tardaron, por ejemplo, un año en subir 10 kilos o más... es el mismo tiempo que se tardarán en bajar todo ese peso demás.
Lo primero que debes afrontar es ¿cuál es tu peso actual? Y aceptar que no pudiste controlar tu alimentación, o dejaste de ejercitarte o nunca has hecho ejercicio, porque “nunca hay tiempo” porque “prefiero dormir” en fin cosas que se llaman PRETEXTOS.
Ya que lo afrontaste, entonces ubícate, no eres nutriólogo, no eres un médico especialista y es necesario saber más a fondo ¿porque subiste de peso? Qué tal que tienes un problema endocrinologo, y por más que te esfuerces no bajas... ojo, es necesario que acudas con un profesional en la materia, te mida, te pese, te mande a hacer algunos análisis y ya descartando un sin fin de cosas, y otras que tienes por el sobrepeso, como presión arterial alta, o colesterol alto... entonces, ahora si, manos a la obra.
Un nutriólogo te ayudará a saber las cantidades necesarias y los alimentos que realmente debes de consumir, para darte energía, para bajar grasa corporal y no músculo, y pausadamente, porque no puedes someter tu cuerpo a un extremo de ya no consumir ni grasas, ni carbohidratos, ni proteínas, tu cuerpo lo requiere.
El ejercicio, es importante, porque no solo activa tu metabolismo, sino que te da energía también, pero no quieras correr sin haber tenido antes acondicionamiento, debes empezar de a poco, en poco, hasta que vayas avanzando en resistencia y sobre todo, condición física, consulta también a un entrenador, también es importante saber, que es lo que quieres obtener.
La mente; es importante que te mentalices que será un proceso lento, pero seguro, que no te debes desesperar, y que no lo hagas para pesarte cada media hora, porque el peso del cuerpo no es el mismo en la mañana, que en la tarde o en la noche y sobre todo pensar en aceptarte cómo estás ahorita y que, con voluntad, continuidad y el mejor de tus pensamientos, vas a lograr tus objetivos.
Finalmente, cuando llegas a tu objetivo, lo más importante, será lo más difícil: mantenerte.
Se vale recaer... sí, pero lo que debes hacer es, que cuando te des cuenta que recaíste, debes indudablemente volver a tomar el rumbo de la salud, y cualquier día es bueno para retomar dicho sendero, la decisión la tienes tú.
Inicialmente puedes empezar todo este proceso por apariencia física, pero al final te darás cuenta que más que la apariencia física, está la SALUD, simplemente para prevenir toda clase de enfermedades que no solo te merman a ti, sino a todo aquel que te quiere, a nadie que te ame le gustaría verte enferm@.
Así que a cuidarse y nos leemos el próximo lunes para olvidar lo que sabes de...