El deporte tiene el poder de transformar el Mundo.Nelson Mandela
En el transcurso de la semana previa, algunos diarios de circulación nacional dedicaron un pequeño y oscuro rincón a una nota a la que, a juicio mío, debería concedérsele más espacio y relevancia.
La directora de la Oficina de la Unesco en México, Nuria Sanz, presentó un documento titulado “Hacia una estrategia nacional para la prestación de Educación Física de calidad en el Nivel Básico del Sistema Educativo Mexicano”. Hace justamente una semana, el miércoles 23 de mayo, tuvo lugar la presentación con el aval y apoyo del Instituto Nacional de Salud Pública y de la Organización Panamericana de la Salud.
La Educación Física proporciona herramientas para el uso adecuado y mantenimiento saludable del cuerpo. Incluye conocimientos de nutrición, de biomecánica y de fisiología elementales. Capacita al individuo para elegir y adoptar estilos de vida saludables, que incluyan la actividad física, no necesariamente deportiva, el rechazo a las adicciones y la adopción de patrones de conducta asociados con la salud sexual y reproductiva.
El documento hace énfasis en la escasa importancia que el sistema educativo mexicano concede a la Educación Física, pues es en éste ámbito en el que hay menos oportunidades de adquirir capacitación docente, y donde los salarios y la profesionalización alcanzan sus niveles mínimos. El magisterio en México está olvidado, y el dedicado a la Educación Física se encuentra en lo más profundo dela indiferencia.
Los profesores de Educación Física deben tener varios empleos para subsistir, y con preparación escasa, la calidad de su labor docente desmerece profundamente. Por si fuera poco, la cultura del cuerpo no es algo generalizado en las escuelas de México.
El estado de Jalisco es líder en el medallero histórico de la Olimpiada Nacional. Con todo y eso, sólo el 65% de los planteles tapatíos de primaria cuentan con un profesor de educación física. Si es tal la situación en la entidad que más impulso otorga a la actividad física, ya podemos imaginarnos el panorama a nivel nacional, o en estados como Chiapas, Nayarit y Zacatecas.
Es ocioso repetir los beneficios para la salud pública de la expansión de la Educación Física, y de los ahorros multimillonarios que conlleva para el Sistema de Salud. Con todo y eso el abandono general es obvio, y reflejo de ello es el exiguo espacio que a la nota dedicó la prensa nacional.
Mientras que el sobrepeso y la obesidad infantiles toman visos de epidemia nacional, la educación, y en particular la referente a la cultura física, es cualquier cosa, menos prioridad. Los discursos dicen lo contrario, pero los hechos son más que contundentes.