/ domingo 12 de junio de 2022

La falta del oficio político

Que David Monreal Ávila aparezca por sexto mes consecutivo como el mandatario estatal peor evaluado, no es lo más lamentable de las mediciones mensuales de empresas como Consulta Mitofsky, sino lo más grave, de acuerdo con los números, es que la distancia que lo separa del mandatario número 31 del país, es de 15 puntos porcentuales, algo que sin duda, le podría llevar muchos meses remontar.

La medición que publica la empresa que dirige Roy Campos, debe llamar a la reflexión al gobernador de Zacatecas, que en los nueve meses como titular del ejecutivo, experimentó una caída de 18 puntos, lo que desde el mes de diciembre, lo coloca como el gobernador con la aceptación social más baja.

Todo esto puede ser el reflejo de algunas decisiones poco acertadas y, en algunos otros casos, con resultados erróneos, que mantienen una percepción social muy baja, coincidiendo en las mediciones, quizá no en los números, pero si en el lugar, con empresas como México Elige, Campañas y Elecciones, y Arias Consultores; es decir, no existe firma encuestadora que lo coloque en otro lugar que no sea el 32.

David Monreal Ávila tiene claro el rumbo que debe seguir al frente del gobierno del estado, pero muchos de quienes le acompañan en la administración, aún no encuentran el rumbo y mucho menos el camino para que los efectos de la nueva gobernanza llegue a todos los estratos con la fuerza y la eficacia que todos esperamos.

De poco o nada sirve que la Secretaría de Finanzas entregue buenos resultados recaudatorios y de gestión de recursos, presentando finanzas sanas y con deuda manejable, si los encargados de la política no entienden que deben asumir tareas y tomar decisiones que impliquen una política social eficaz y una política de atención con buena estrategia.

Urge que los funcionarios encargados de la política social y de la política interna le ayuden al gobernador, de lo contrario, ocurrirá que ellos serán los principales adversarios del propio gobernador del estado.

Las secretarias general de gobierno y de educación, así como los responsables de la secretaría de desarrollo social y de salud, han mostrado en conjunto, una falta de oficio político que redunda en que el gobernador se mantenga en el último lugar de la calificación.

El oficio político es una vocación de servicio inspirado en mejorar las circunstancias que rodean el gobernador y al gobierno.

Ante los últimos acontecimientos ocurridos en los sectores ganadero, educativo, de salud, de transporte y la Legislatura del Estado, no se erige ningún funcionario gubernamental que apoye y resista, sino que lo dejan sólo para que cargue con todas las culpas. Urge que reconsidere en algunas áreas donde no hay oficio político. Es tiempo de reconsiderar.


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Que David Monreal Ávila aparezca por sexto mes consecutivo como el mandatario estatal peor evaluado, no es lo más lamentable de las mediciones mensuales de empresas como Consulta Mitofsky, sino lo más grave, de acuerdo con los números, es que la distancia que lo separa del mandatario número 31 del país, es de 15 puntos porcentuales, algo que sin duda, le podría llevar muchos meses remontar.

La medición que publica la empresa que dirige Roy Campos, debe llamar a la reflexión al gobernador de Zacatecas, que en los nueve meses como titular del ejecutivo, experimentó una caída de 18 puntos, lo que desde el mes de diciembre, lo coloca como el gobernador con la aceptación social más baja.

Todo esto puede ser el reflejo de algunas decisiones poco acertadas y, en algunos otros casos, con resultados erróneos, que mantienen una percepción social muy baja, coincidiendo en las mediciones, quizá no en los números, pero si en el lugar, con empresas como México Elige, Campañas y Elecciones, y Arias Consultores; es decir, no existe firma encuestadora que lo coloque en otro lugar que no sea el 32.

David Monreal Ávila tiene claro el rumbo que debe seguir al frente del gobierno del estado, pero muchos de quienes le acompañan en la administración, aún no encuentran el rumbo y mucho menos el camino para que los efectos de la nueva gobernanza llegue a todos los estratos con la fuerza y la eficacia que todos esperamos.

De poco o nada sirve que la Secretaría de Finanzas entregue buenos resultados recaudatorios y de gestión de recursos, presentando finanzas sanas y con deuda manejable, si los encargados de la política no entienden que deben asumir tareas y tomar decisiones que impliquen una política social eficaz y una política de atención con buena estrategia.

Urge que los funcionarios encargados de la política social y de la política interna le ayuden al gobernador, de lo contrario, ocurrirá que ellos serán los principales adversarios del propio gobernador del estado.

Las secretarias general de gobierno y de educación, así como los responsables de la secretaría de desarrollo social y de salud, han mostrado en conjunto, una falta de oficio político que redunda en que el gobernador se mantenga en el último lugar de la calificación.

El oficio político es una vocación de servicio inspirado en mejorar las circunstancias que rodean el gobernador y al gobierno.

Ante los últimos acontecimientos ocurridos en los sectores ganadero, educativo, de salud, de transporte y la Legislatura del Estado, no se erige ningún funcionario gubernamental que apoye y resista, sino que lo dejan sólo para que cargue con todas las culpas. Urge que reconsidere en algunas áreas donde no hay oficio político. Es tiempo de reconsiderar.


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