/ jueves 28 de julio de 2022

La Fenafre va

Luego de 2 años en los que no se dieron las condiciones para organizar la Feria Nacional de Fresnillo, por los estragos que trajo consigo la pandemia mundial por COVID-19, hoy estamos a unas cuantas semanas de dar comienzo la máxima fiesta de los fresnillenses. Una celebración que evoca y con la que conmemoramos la fundación del entonces llamado “Ojo de Agua del Fresnillo”.

Muchos no lo saben, pero esta fiesta tiene un origen muy interesante, y más interesante aún el proceso de conversión de una fiesta patronal a una Feria Nacional, con reconocimiento en todo nuestro país, y que es producto del esfuerzo, del amor a nuestra tierra, del compromiso de ciudadanos y gobiernos, y también es producto del justo reconocimiento que merece Fresnillo por la importancia que tiene en el estado.

Organizada por primera vez en 1954, la que en su momento fue la Feria Regional de Fresnillo, sirvió a nuestro pueblo para recordar la llegada de una expedición de exploradores españoles, en un 2 de septiembre de 1554, a esta tierra. Los libros de historia narran cómo Francisco de Ibarra y Juan de Tolosa, descubrieron a un pequeño fresno en medio de un ojo de agua, a 60 kilómetros al norte de la ciudad de Zacatecas.

También la historia nos recuerda cómo, a partir del año 2008, con el entonces presidente municipal, David Monreal Ávila y la gobernadora, Amalia García Medina, y también con una importante inyección de recursos, la máxima fiesta de los fresnillenses pasó a ser la Feria Nacional de la Plata. Todos recordamos que en esa edición contamos con nueva infraestructura, y también con artistas y eventos culturales de talla internacional, posicionando a Fresnillo en todos los reflectores.

Este año no será la excepción, a pesar de las adversidades y dificultades económicas que enfrentamos los gobiernos locales, los fresnillenses tendrán una fiesta digna, a la altura de nuestra gente, una feria segura, en la que las familias tendrán un espacio de recreación y sano esparcimiento, con actividades deportivas, culturales, y sobre todo, con acciones de prevención del delito. Todos queremos ver bien a Fresnillo y, por supuesto, a nuestro estado de Zacatecas.

Y es que una festividad de esta naturaleza debe ser justo eso, una oportunidad para acercar a las familias, de revivir valores, de fortalecer los lazos de amistad, de generar derrama económica y de celebrar el cumpleaños de nuestra tierra como se merece, con dignidad. Pero además, ¿a quién no le gusta subirse a los juegos mecánicos, comerse un algodón de azúcar, o escuchar a los artistas musicales de moda?

Por eso, amigas y amigos que me siguen en este espacio de opinión, aprovecho para hacerles la invitación a que asistan a la Feria Nacional de Fresnillo 2022, que la disfrutemos en armonía, que no olvidemos que hace un par de años anhelábamos salir y convivir, que a muchos el luto de la pandemia nos entristeció, y hoy tenemos esta posibilidad. En Fresnillo, la feria la hacemos todos.

Luego de 2 años en los que no se dieron las condiciones para organizar la Feria Nacional de Fresnillo, por los estragos que trajo consigo la pandemia mundial por COVID-19, hoy estamos a unas cuantas semanas de dar comienzo la máxima fiesta de los fresnillenses. Una celebración que evoca y con la que conmemoramos la fundación del entonces llamado “Ojo de Agua del Fresnillo”.

Muchos no lo saben, pero esta fiesta tiene un origen muy interesante, y más interesante aún el proceso de conversión de una fiesta patronal a una Feria Nacional, con reconocimiento en todo nuestro país, y que es producto del esfuerzo, del amor a nuestra tierra, del compromiso de ciudadanos y gobiernos, y también es producto del justo reconocimiento que merece Fresnillo por la importancia que tiene en el estado.

Organizada por primera vez en 1954, la que en su momento fue la Feria Regional de Fresnillo, sirvió a nuestro pueblo para recordar la llegada de una expedición de exploradores españoles, en un 2 de septiembre de 1554, a esta tierra. Los libros de historia narran cómo Francisco de Ibarra y Juan de Tolosa, descubrieron a un pequeño fresno en medio de un ojo de agua, a 60 kilómetros al norte de la ciudad de Zacatecas.

También la historia nos recuerda cómo, a partir del año 2008, con el entonces presidente municipal, David Monreal Ávila y la gobernadora, Amalia García Medina, y también con una importante inyección de recursos, la máxima fiesta de los fresnillenses pasó a ser la Feria Nacional de la Plata. Todos recordamos que en esa edición contamos con nueva infraestructura, y también con artistas y eventos culturales de talla internacional, posicionando a Fresnillo en todos los reflectores.

Este año no será la excepción, a pesar de las adversidades y dificultades económicas que enfrentamos los gobiernos locales, los fresnillenses tendrán una fiesta digna, a la altura de nuestra gente, una feria segura, en la que las familias tendrán un espacio de recreación y sano esparcimiento, con actividades deportivas, culturales, y sobre todo, con acciones de prevención del delito. Todos queremos ver bien a Fresnillo y, por supuesto, a nuestro estado de Zacatecas.

Y es que una festividad de esta naturaleza debe ser justo eso, una oportunidad para acercar a las familias, de revivir valores, de fortalecer los lazos de amistad, de generar derrama económica y de celebrar el cumpleaños de nuestra tierra como se merece, con dignidad. Pero además, ¿a quién no le gusta subirse a los juegos mecánicos, comerse un algodón de azúcar, o escuchar a los artistas musicales de moda?

Por eso, amigas y amigos que me siguen en este espacio de opinión, aprovecho para hacerles la invitación a que asistan a la Feria Nacional de Fresnillo 2022, que la disfrutemos en armonía, que no olvidemos que hace un par de años anhelábamos salir y convivir, que a muchos el luto de la pandemia nos entristeció, y hoy tenemos esta posibilidad. En Fresnillo, la feria la hacemos todos.