/ viernes 21 de agosto de 2020

La fuerza del cambio: AMLO en Zacatecas

En los últimos días, el país ha sido sacudido por la captura y extradición de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, vinculado a proceso penal por la probable comisión de delitos que han causado un inmenso detrimento al erario mexicano, así como a la sociedad en general. En una suerte de efecto dominó, se han sumado nuevos elementos, cada uno más indignante que el anterior: declaraciones, videos y demás contenidos que, el día de hoy, se encuentran en el centro de la opinión pública.

El caso Lozoya es la efigie lamentable de un régimen caduco; es la representación de la inmundicia del viejo régimen, de aquellos comportamientos que dejaron a nuestro país sumido en una profunda crisis. Zacatecas no ha sido ajeno a ello, pues durante los sexenios pasados han sido innumerables los sucesos de corrupción e impunidad.

Es en medio de este contexto -en el que se vislumbra el cambio de rumbo, donde por su propio peso empiezan a caer los pilares del antiguo régimen, y se construye la nueva etapa de la vida pública del país- que el presidente Lic. Andrés Manuel López Obrador visitó Zacatecas con el fin de abordar temas de gran interés para la ciudadanía.

Los ejes principales de la visita se centraron en dos aspectos: en primer lugar, la seguridad, para lo cual se llevó a cabo la mesa de paz en Guadalupe, Zacatecas. Indudablemente la inseguridad es un tema álgido, tomando en cuenta que en los últimos meses los índices de violencia han aumentado, lastimando a la sociedad zacatecana. Ante ello, la acción es urgente y la mejor estrategia es atender las causas y generar bienestar social.

Consecuentemente, en segundo lugar, la visita se centró en evaluar el avance de los programas sociales enfocados al campo: “producción para el bienestar” y “precios de garantía”, dos programas que apoyan a las y los productores traduciéndose en la mejora de la calidad de vida de miles de familias y, además, en la protección y fomento de cultivos base de nuestro estado como el frijol y el maíz, caminando hacia la soberanía alimentaria.

Aunado a ello, la política de bienestar más amplia de la historia moderna está en marcha; en Zacatecas existen diversos programas sociales dirigidos a personas con discapacidad, adultos mayores, madres solteras y jóvenes: “la paz es fruto de la justicia”.

La Cuarta Transformación ha ido avanzando en nuestro estado, aunque no a la velocidad deseada, pues continúan aún las resistencias de los entes locales. Las y los zacatecanos estamos ávidos de justicia, paz y seguridad. Son urgentes las acciones de fondo que, encaminadas correctamente, conlleven a la eliminación de las prácticas y los mecanismos del viejo régimen, sostenidos por una minoría que se aferra a los privilegios, ocasionado daños profundos a la población.

Juntas y juntos cambiaremos este panorama. Nos une el objetivo común -el cantar del gallo- de construir el estado que tanto anhelamos.


En los últimos días, el país ha sido sacudido por la captura y extradición de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, vinculado a proceso penal por la probable comisión de delitos que han causado un inmenso detrimento al erario mexicano, así como a la sociedad en general. En una suerte de efecto dominó, se han sumado nuevos elementos, cada uno más indignante que el anterior: declaraciones, videos y demás contenidos que, el día de hoy, se encuentran en el centro de la opinión pública.

El caso Lozoya es la efigie lamentable de un régimen caduco; es la representación de la inmundicia del viejo régimen, de aquellos comportamientos que dejaron a nuestro país sumido en una profunda crisis. Zacatecas no ha sido ajeno a ello, pues durante los sexenios pasados han sido innumerables los sucesos de corrupción e impunidad.

Es en medio de este contexto -en el que se vislumbra el cambio de rumbo, donde por su propio peso empiezan a caer los pilares del antiguo régimen, y se construye la nueva etapa de la vida pública del país- que el presidente Lic. Andrés Manuel López Obrador visitó Zacatecas con el fin de abordar temas de gran interés para la ciudadanía.

Los ejes principales de la visita se centraron en dos aspectos: en primer lugar, la seguridad, para lo cual se llevó a cabo la mesa de paz en Guadalupe, Zacatecas. Indudablemente la inseguridad es un tema álgido, tomando en cuenta que en los últimos meses los índices de violencia han aumentado, lastimando a la sociedad zacatecana. Ante ello, la acción es urgente y la mejor estrategia es atender las causas y generar bienestar social.

Consecuentemente, en segundo lugar, la visita se centró en evaluar el avance de los programas sociales enfocados al campo: “producción para el bienestar” y “precios de garantía”, dos programas que apoyan a las y los productores traduciéndose en la mejora de la calidad de vida de miles de familias y, además, en la protección y fomento de cultivos base de nuestro estado como el frijol y el maíz, caminando hacia la soberanía alimentaria.

Aunado a ello, la política de bienestar más amplia de la historia moderna está en marcha; en Zacatecas existen diversos programas sociales dirigidos a personas con discapacidad, adultos mayores, madres solteras y jóvenes: “la paz es fruto de la justicia”.

La Cuarta Transformación ha ido avanzando en nuestro estado, aunque no a la velocidad deseada, pues continúan aún las resistencias de los entes locales. Las y los zacatecanos estamos ávidos de justicia, paz y seguridad. Son urgentes las acciones de fondo que, encaminadas correctamente, conlleven a la eliminación de las prácticas y los mecanismos del viejo régimen, sostenidos por una minoría que se aferra a los privilegios, ocasionado daños profundos a la población.

Juntas y juntos cambiaremos este panorama. Nos une el objetivo común -el cantar del gallo- de construir el estado que tanto anhelamos.