/ viernes 6 de mayo de 2022

La inflación y tu bolsillo

Tenemos inflación elevada. Esta situación provoca incremento en varios productos y servicios. Ante ello, debemos prestar más atención a nuestras finanzas personales y familiares, por lo que hay que llevar a cabo un adecuado registro de los gastos que realizamos, comparar precios y evitar compras innecesarias.

Aproximadamente el 71 por ciento de las personas que tienen un préstamo o una tarjeta de crédito y no comparó otros productos similares antes de su contratación, situación que ahora los puede tener pagando mucho más por lo mismo.

En el caso de las tarjetas de crédito, cuya tasa de interés es variable y fluctúa mes a mes, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) recomienda a los tarjetahabientes pagar más del “mínimo requerido” y así evitar costos mayores por el simple efecto del aumento en las tasas de interés.

De igual forma, los productos de crédito con tasa de interés variable o los denominados en alguna moneda distinta al peso, deberán ser evaluados con mayor detenimiento, ya que muy posiblemente serán los primeros en experimentar aumentos ante las presiones inflacionarias que se presentan a nivel internacional.

El Organismo destaca que aquellas personas que ya tengan contratados productos de crédito a tasa fija no verán afectación alguna por el problema inflacionario, en tanto esté realizando sus pagos en tiempo y forma y no incurran en impago.

También es cierto que el efecto de este probable aumento no será igual para los distintos tipos de crédito ni mucho menos se dará a un mismo tiempo, por lo que los interesados en contratar un crédito deben evaluar con mayor cuidado la oferta, comparar y analizar sus términos y condiciones, a fin de evitar pagar más, no solo en función de la tasa de interés, sino también por las comisiones que se cobran.

De igual forma, hay que tener mucho cuidado al consultar las aplicaciones digitales, ya que en algunos casos no señalan con claridad las tasas de interés que cobran y las comisiones que pueden aplicar, con el atractivo de que son rápidas en resolver, que no ponen muchas condiciones para el otorgamiento del crédito y piden pagos “chiquitos”. Algunas de ellas, incluso, pueden ser fraudulentas.

Tenemos inflación elevada. Esta situación provoca incremento en varios productos y servicios. Ante ello, debemos prestar más atención a nuestras finanzas personales y familiares, por lo que hay que llevar a cabo un adecuado registro de los gastos que realizamos, comparar precios y evitar compras innecesarias.

Aproximadamente el 71 por ciento de las personas que tienen un préstamo o una tarjeta de crédito y no comparó otros productos similares antes de su contratación, situación que ahora los puede tener pagando mucho más por lo mismo.

En el caso de las tarjetas de crédito, cuya tasa de interés es variable y fluctúa mes a mes, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) recomienda a los tarjetahabientes pagar más del “mínimo requerido” y así evitar costos mayores por el simple efecto del aumento en las tasas de interés.

De igual forma, los productos de crédito con tasa de interés variable o los denominados en alguna moneda distinta al peso, deberán ser evaluados con mayor detenimiento, ya que muy posiblemente serán los primeros en experimentar aumentos ante las presiones inflacionarias que se presentan a nivel internacional.

El Organismo destaca que aquellas personas que ya tengan contratados productos de crédito a tasa fija no verán afectación alguna por el problema inflacionario, en tanto esté realizando sus pagos en tiempo y forma y no incurran en impago.

También es cierto que el efecto de este probable aumento no será igual para los distintos tipos de crédito ni mucho menos se dará a un mismo tiempo, por lo que los interesados en contratar un crédito deben evaluar con mayor cuidado la oferta, comparar y analizar sus términos y condiciones, a fin de evitar pagar más, no solo en función de la tasa de interés, sino también por las comisiones que se cobran.

De igual forma, hay que tener mucho cuidado al consultar las aplicaciones digitales, ya que en algunos casos no señalan con claridad las tasas de interés que cobran y las comisiones que pueden aplicar, con el atractivo de que son rápidas en resolver, que no ponen muchas condiciones para el otorgamiento del crédito y piden pagos “chiquitos”. Algunas de ellas, incluso, pueden ser fraudulentas.