/ miércoles 31 de octubre de 2018

La obesidad, problema grave para la salud infantil

En México la obesidad es un problema serio que trae consecuencias graves en la salud infantil, factor importante para el país que requiere solución.

Nuestra nación se encuentra en una paradoja: existen entidades con carencias alimentarias y la Ciudad de México, presenta los índices más altos en sobrepeso u obesidad en población infantil.

Es insuficientes la estrategia implementada para la prevención y combate a las enfermedades crónico degenerativas. Hoy como nunca la población requiere no solo de alimentos, sino que sean nutritivos y de calidad para garantizar el bienestar.

La alianza que el gobierno ha tenido con empresas transnacionales oferta lo contrario, debido a que es difícil que estás empresas tomen en cuenta la salud, nutrición, condiciones económicas, sociales y culturales de los consumidores.

Por ello la regulación del etiquetado de alimentos debe ser de fácil entendimiento para el consumidor, debido a que representa una importante estrategia en la prevención y combate a enfermedades como sobrepeso, obesidad y diabetes.

En 1972 personal del Instituto Nacional de Nutrición acudía a las zonas rurales a instruir a las amas de casa en cómo nutrir a las niñas y niños con los alimentos nativos de la región.

Se estima que en México se deben llevar a cabo programas sociales que enseñen a alimentarse.

La obesidad es multifactorial, una parte tiene que ver con los alimentos y, otra, con la falta de actividad física y ninguno de los dos aspectos tiene una evaluación diagnóstico preciso en el país.

En los censos no se mide cuáles son las situaciones del consumo de alimentos, ni la falta de actividad física, ni de la obesidad; es importante que exista un diagnóstico al respecto para atacar esta enfermedad.

Es el momento que además de ese etiquetado sobre la cantidad de calorías y grasas saturadas de los productos, se denuncie que los altamente calóricos son nocivos para la salud. Asimismo, es importante que se le dé la información a la población para que sepan que el tomar o comer alimentos altos en calorías les provocará problemas.

La educación y la salud deben de ir de la mano. “En educación inicial y prescolar, es factible sentar las bases de una alimentación saludable”.

Es necesario conocer qué se ha hecho con lo recaudado del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), para combatir obesidad y enfermedades crónico-degenerativas y que realmente se vea reflejado en mejorar este aspecto.

En el año 2000 se reportaron cerca de 46 mil muertes por diabetes y en 2006 fueron 106 mil decesos, es decir, en 16 años casi se triplicaron las cifras; además, existe una asociación directa entre diabetes y obesidad.


En México la obesidad es un problema serio que trae consecuencias graves en la salud infantil, factor importante para el país que requiere solución.

Nuestra nación se encuentra en una paradoja: existen entidades con carencias alimentarias y la Ciudad de México, presenta los índices más altos en sobrepeso u obesidad en población infantil.

Es insuficientes la estrategia implementada para la prevención y combate a las enfermedades crónico degenerativas. Hoy como nunca la población requiere no solo de alimentos, sino que sean nutritivos y de calidad para garantizar el bienestar.

La alianza que el gobierno ha tenido con empresas transnacionales oferta lo contrario, debido a que es difícil que estás empresas tomen en cuenta la salud, nutrición, condiciones económicas, sociales y culturales de los consumidores.

Por ello la regulación del etiquetado de alimentos debe ser de fácil entendimiento para el consumidor, debido a que representa una importante estrategia en la prevención y combate a enfermedades como sobrepeso, obesidad y diabetes.

En 1972 personal del Instituto Nacional de Nutrición acudía a las zonas rurales a instruir a las amas de casa en cómo nutrir a las niñas y niños con los alimentos nativos de la región.

Se estima que en México se deben llevar a cabo programas sociales que enseñen a alimentarse.

La obesidad es multifactorial, una parte tiene que ver con los alimentos y, otra, con la falta de actividad física y ninguno de los dos aspectos tiene una evaluación diagnóstico preciso en el país.

En los censos no se mide cuáles son las situaciones del consumo de alimentos, ni la falta de actividad física, ni de la obesidad; es importante que exista un diagnóstico al respecto para atacar esta enfermedad.

Es el momento que además de ese etiquetado sobre la cantidad de calorías y grasas saturadas de los productos, se denuncie que los altamente calóricos son nocivos para la salud. Asimismo, es importante que se le dé la información a la población para que sepan que el tomar o comer alimentos altos en calorías les provocará problemas.

La educación y la salud deben de ir de la mano. “En educación inicial y prescolar, es factible sentar las bases de una alimentación saludable”.

Es necesario conocer qué se ha hecho con lo recaudado del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), para combatir obesidad y enfermedades crónico-degenerativas y que realmente se vea reflejado en mejorar este aspecto.

En el año 2000 se reportaron cerca de 46 mil muertes por diabetes y en 2006 fueron 106 mil decesos, es decir, en 16 años casi se triplicaron las cifras; además, existe una asociación directa entre diabetes y obesidad.