/ jueves 24 de diciembre de 2020

La puerta de Jano │ Arquitectura para la educación III

Durante las décadas de los cuarenta y sesenta, México experimentó un auge demográfico debido al fin de la II Guerra Mundial y con ello una fuerte inversión extranjera; lo cual provocó una centralización poblacional en las grandes ciudades debido a la emigración campo-ciudad hacia la capital de México.

A partir del arranque industrial, en lo que respecta a construcciones, hubo una gran demanda poblacional de servicios públicos como: hospitales, viviendas y escuelas, debido al crecimiento industrial y demanda laboral.

Respecto a los hospitales, se plantea un nuevo tipo de edificio considerado como un centro preventivo de enfermedades, un lugar para investigar las causas de las mismas y también como centro o escuela de aprendizaje.

En el ámbito de la educación y las escuelas del México de los años treinta, el Departamento del Distrito Federal destina grandes cantidades de pesos a construir edificios escolares, basados en proyectos de Juan O´Gorman. Entre estas escuelas se encuentran: la Benito Juárez del arquitecto Obregón Santacecilia (1929) y el Centro Escolar Revolución del arquitecto Antonio Muñoz García (1932). Estas contenían: albercas, gradas, gimnasio, bibliotecas, con estilos neocolonialistas la primera y Art Decó la segunda. Los proyectos de arquitectura para la educación estaban orientados a regular la enseñanza óptima, con construcciones prefabricadas y desmontables en diseños modulares; así como materiales accesibles con aulas estándar. Posteriormente, en 1944, se crea el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas llamado CAPFCE, a cuyo cargo estuvo el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez en los años sesentas, desarrollando una fuerte labor constructiva, tanto en las escuelas como museos, bibliotecas, lavaderos, habitaciones, así como en la planeación de transporte, construcción, ingenierías y modelos estándares en el diseño. También se otorgó un fuerte apoyo a construcciones de Tecnológicos Regionales, Escuelas Normales y el Instituto Nacional de Pedagogía; escuelas privadas como el Centro Universitario México, diseñado por Villagrán y la Escuela Normal Superior proyectada por Enrique Yañez en donde se integran auditorio, aula grande y áreas jardinadas.

Las magnas construcciones que se realizaron en la ciudad de México fueron la Ciudad Universitaria y la Unidad Profesional del Instituto Politécnico Nacional. En Monterrey y en Guadalajara también se crearon centros educativos de gran envergadura como fueron el Tecnológico y el ITESO y las Universidades Autónomas respectivamente. Los museos marcaron en la década de los cincuentas un hito en las realizaciones arquitectónicas del país, por su calidad intrínseca espacial, como por su contenido en piezas o artefactos y documentos. Como ejemplo tenemos el caso del Museo de Historia del Castillo de Chapultepec y el Museo de Arte Moderno. Los conjuntos deportivos, como el de Magdalena Mixhuca, la Villa Olímpica, la Unidad Profesional del Politécnico, el Estadio Azteca y los Campos Deportivos de la Ciudad Universitaria prevalecerían en el período 1940-1960.


(Las entregas del 10, 17 y 24 de diciembre corresponden a una síntesis de: RICALDE, Humberto y Gustavo Lopez, “Arquitectura en México 1960-1980” en: Apuntes para la Historia y Critica de la Arquitectura Mexicana del Siglo XX: 1900-1980, Tomos 1 y 2, México, 1982).



Durante las décadas de los cuarenta y sesenta, México experimentó un auge demográfico debido al fin de la II Guerra Mundial y con ello una fuerte inversión extranjera; lo cual provocó una centralización poblacional en las grandes ciudades debido a la emigración campo-ciudad hacia la capital de México.

A partir del arranque industrial, en lo que respecta a construcciones, hubo una gran demanda poblacional de servicios públicos como: hospitales, viviendas y escuelas, debido al crecimiento industrial y demanda laboral.

Respecto a los hospitales, se plantea un nuevo tipo de edificio considerado como un centro preventivo de enfermedades, un lugar para investigar las causas de las mismas y también como centro o escuela de aprendizaje.

En el ámbito de la educación y las escuelas del México de los años treinta, el Departamento del Distrito Federal destina grandes cantidades de pesos a construir edificios escolares, basados en proyectos de Juan O´Gorman. Entre estas escuelas se encuentran: la Benito Juárez del arquitecto Obregón Santacecilia (1929) y el Centro Escolar Revolución del arquitecto Antonio Muñoz García (1932). Estas contenían: albercas, gradas, gimnasio, bibliotecas, con estilos neocolonialistas la primera y Art Decó la segunda. Los proyectos de arquitectura para la educación estaban orientados a regular la enseñanza óptima, con construcciones prefabricadas y desmontables en diseños modulares; así como materiales accesibles con aulas estándar. Posteriormente, en 1944, se crea el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas llamado CAPFCE, a cuyo cargo estuvo el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez en los años sesentas, desarrollando una fuerte labor constructiva, tanto en las escuelas como museos, bibliotecas, lavaderos, habitaciones, así como en la planeación de transporte, construcción, ingenierías y modelos estándares en el diseño. También se otorgó un fuerte apoyo a construcciones de Tecnológicos Regionales, Escuelas Normales y el Instituto Nacional de Pedagogía; escuelas privadas como el Centro Universitario México, diseñado por Villagrán y la Escuela Normal Superior proyectada por Enrique Yañez en donde se integran auditorio, aula grande y áreas jardinadas.

Las magnas construcciones que se realizaron en la ciudad de México fueron la Ciudad Universitaria y la Unidad Profesional del Instituto Politécnico Nacional. En Monterrey y en Guadalajara también se crearon centros educativos de gran envergadura como fueron el Tecnológico y el ITESO y las Universidades Autónomas respectivamente. Los museos marcaron en la década de los cincuentas un hito en las realizaciones arquitectónicas del país, por su calidad intrínseca espacial, como por su contenido en piezas o artefactos y documentos. Como ejemplo tenemos el caso del Museo de Historia del Castillo de Chapultepec y el Museo de Arte Moderno. Los conjuntos deportivos, como el de Magdalena Mixhuca, la Villa Olímpica, la Unidad Profesional del Politécnico, el Estadio Azteca y los Campos Deportivos de la Ciudad Universitaria prevalecerían en el período 1940-1960.


(Las entregas del 10, 17 y 24 de diciembre corresponden a una síntesis de: RICALDE, Humberto y Gustavo Lopez, “Arquitectura en México 1960-1980” en: Apuntes para la Historia y Critica de la Arquitectura Mexicana del Siglo XX: 1900-1980, Tomos 1 y 2, México, 1982).