/ viernes 4 de septiembre de 2020

La puerta de Jano │ Educación ambiental IV

Prometimos terminar esta serie de entregas concluyendo con lo que a educación ambiental en México se refiere. Debo adelantarles que los resultados no son muy halagadores dada la premisa de que desde hace 20 años (es decir una generación) se pusieron en práctica acuerdos de políticas públicas en materia de medio ambiente enfocadas a la educación media y superior; pero que resulta difícil llegar a evaluaciones más o menos objetivas de las medidas que se han seguido a partir de estas reuniones. Por ejemplo, derivado del Plan de Acción para el Desarrollo Sustentable en las Instituciones de Educación Superior, no obstante hay universidades que se han tomado en serio la creación de estos planes: La Agenda Ambiental de la UASLP, el Acuerdo Universitario para el Desarrollo Sustentable del Estado de Jalisco de la UDG, el Programa de Protección al Medio Ambiente de la UAEMEX, el Programa Institucional de Medio Ambiente de la Universidad de Guanajuato, el Centro Universitario de Gestión Ambiental de la UCOL, el Proyecto Ibero sobre Mejoramiento Ambiental de la UIA Santa Fe, el Programa Interdisciplinario en desarrollo sustentable y medio ambiente de la UIA Puebla, el Sistema de Gestión Ambiental (SMA) y Educación para la Sustentabilidad (EPS) de la UTLÉON y el Programa de Ecología y Medio Ambiente de la Universidad La Salle. (Educación Ambiental para la sustentabilidad en México Aproximaciones conceptuales, metodológicas y prácticas Coordinadores Felipe Reyes Escutia Ma. Teresa Bravo Mercado). A partir de entonces se han sucedido anualmente invitaciones al diálogo para compulsar los avances y los diagnósticos que nos presentan tanto los organismos académicos como gubernamentales y parece que cada vez con mayor ahínco se coincide en metas y objetivos, aunque las formas y metodologías no siguen un mismo curso y por lo tanto se obtienen distintos resultados. El tema medioambiental depende en gran parte de una buena suma de inversiones, porque además de todos los recursos que se necesitan para ello se requieren consensos y grandes propiedades de tierra donde reciclar residuos sólidos, beneficiar el agua, desechar los desperdicios minerales, y un largo etcétera para un país que es un oasis como México. A partir de 2005 en Aguascalientes se abrió un Foro Nacional para suscribir un compromiso inter institucional donde participarían organismos estatales, sectores industriales y empresariales, educativos y organismos sociales. Es necesario decir que con el infortunio de ser un país altamente burocrático, quienes han tenido más reflectores son estos últimos, al no depender de tramitologías, permisos, firmas, acuerdos, etc.

Pero la educación tanto de nivel básico, como medio y superior, sigue enfrentándose a posturas teóricas, reglamentaciones, acuerdos suscritos a directivas nacionales e internacionales, decisiones empresariales. Cada día cambian los vocabularios, los conceptos, las categorías, y las moscas se siguen acumulando, los cánceres agrediendo a los ciudadanos, el líquido vital circula por nuestras redes de agua corriente y todos aquellos que desconocemos los lineamientos a seguir esperamos luz verde para colaborar arduamente en mejorar nuestro ambiente, nuestra casa que es el planeta y el futuro que dejaremos a nuestros descendientes.

Prometimos terminar esta serie de entregas concluyendo con lo que a educación ambiental en México se refiere. Debo adelantarles que los resultados no son muy halagadores dada la premisa de que desde hace 20 años (es decir una generación) se pusieron en práctica acuerdos de políticas públicas en materia de medio ambiente enfocadas a la educación media y superior; pero que resulta difícil llegar a evaluaciones más o menos objetivas de las medidas que se han seguido a partir de estas reuniones. Por ejemplo, derivado del Plan de Acción para el Desarrollo Sustentable en las Instituciones de Educación Superior, no obstante hay universidades que se han tomado en serio la creación de estos planes: La Agenda Ambiental de la UASLP, el Acuerdo Universitario para el Desarrollo Sustentable del Estado de Jalisco de la UDG, el Programa de Protección al Medio Ambiente de la UAEMEX, el Programa Institucional de Medio Ambiente de la Universidad de Guanajuato, el Centro Universitario de Gestión Ambiental de la UCOL, el Proyecto Ibero sobre Mejoramiento Ambiental de la UIA Santa Fe, el Programa Interdisciplinario en desarrollo sustentable y medio ambiente de la UIA Puebla, el Sistema de Gestión Ambiental (SMA) y Educación para la Sustentabilidad (EPS) de la UTLÉON y el Programa de Ecología y Medio Ambiente de la Universidad La Salle. (Educación Ambiental para la sustentabilidad en México Aproximaciones conceptuales, metodológicas y prácticas Coordinadores Felipe Reyes Escutia Ma. Teresa Bravo Mercado). A partir de entonces se han sucedido anualmente invitaciones al diálogo para compulsar los avances y los diagnósticos que nos presentan tanto los organismos académicos como gubernamentales y parece que cada vez con mayor ahínco se coincide en metas y objetivos, aunque las formas y metodologías no siguen un mismo curso y por lo tanto se obtienen distintos resultados. El tema medioambiental depende en gran parte de una buena suma de inversiones, porque además de todos los recursos que se necesitan para ello se requieren consensos y grandes propiedades de tierra donde reciclar residuos sólidos, beneficiar el agua, desechar los desperdicios minerales, y un largo etcétera para un país que es un oasis como México. A partir de 2005 en Aguascalientes se abrió un Foro Nacional para suscribir un compromiso inter institucional donde participarían organismos estatales, sectores industriales y empresariales, educativos y organismos sociales. Es necesario decir que con el infortunio de ser un país altamente burocrático, quienes han tenido más reflectores son estos últimos, al no depender de tramitologías, permisos, firmas, acuerdos, etc.

Pero la educación tanto de nivel básico, como medio y superior, sigue enfrentándose a posturas teóricas, reglamentaciones, acuerdos suscritos a directivas nacionales e internacionales, decisiones empresariales. Cada día cambian los vocabularios, los conceptos, las categorías, y las moscas se siguen acumulando, los cánceres agrediendo a los ciudadanos, el líquido vital circula por nuestras redes de agua corriente y todos aquellos que desconocemos los lineamientos a seguir esperamos luz verde para colaborar arduamente en mejorar nuestro ambiente, nuestra casa que es el planeta y el futuro que dejaremos a nuestros descendientes.