/ lunes 17 de junio de 2019

La realidad en la vida

No me importa lo que digan de mí, lo que piensen de mí lo que les gustaría que fuera yo… Esta no será mi vida, ni será mi futuro.

Yo soy dueño de mis sueños, de mis gustos y mis deseos. No seré tampoco un necio que hace de su vida lo que le venga en gana, por tan solo no saber que desea de su vida o a donde desea llegar o terminarla.

La verdadera vida comienza en la juventud, cuando aprende cuales son los valores y principios que la vida tiene y que te pedirá, para que esta te dé a cambio todo lo que tu deseas alcanzar. Ya en la etapa de adulto podrás llevar tu vida luchando por esos principios y virtudes que tú encontrarás y tendrás que llevarlas a cabo todos los días.

De esta manera se ganan los récord olímpicos o mundiales en el deporte… desde niños… si, caminando siempre aprendiendo cosas nuevas y buenas y guardándolas en tu mente para ponerlas a prueba cada vez que la vida te las pida.

La realidad en la vida tú la decides, y hoy es el tiempo del cambio, sin mirar que edad tengas. No te mires el resto de tu vida haciéndote la víctima, ocultando tus verdaderos sueños y deseos en tu mente, pues, tú mismo la construirás en una mente débil y negativa; los demás no podrán ver cuáles son tus proyectos en la vida, pues, estos son sólo tuyos y lo único que podrán ver será la forma de luchar por lo que tu realmente quieras lograr.

Se paciente, no te desesperes ni pierdas el rumbo de tu vida, se explosivo donde tengas que hacerlo y humilde donde tengas que darte, tú puedes vivir tus sueños, nunca te rindas, demuéstrate a ti mismo no a los demás, conoce tu dolor físico y tu fatiga mental eliminando las adversidades y pretextos.

No desees ser el número uno, sino lo mejor de lo que tú puedes llegar a ser; el número uno es de Dios y este lugar ya tiene su nombre muy marcado para toda la eternidad.

Encuentra la fortaleza mental que llevas dentro de ti y sácala por el orgullo de querer ser mejor, permitiendo que la valentía de tu mente la programe, y tu cuerpo esté dispuesto a morir si es necesario para lograrlo.

Culmina tu vida lleno de felicidad, teniendo a Dios a tu derecha y a tu izquierda todos tus objetivos, tus luchas, tus deseos hechos realidad. Termina todos los pasos que tengas que dar en la vida, no corras que puedes caer, ni te detengas pues terminará tu tiempo y te quedarás atrás.

Mira el horizonte a donde deseas llegar, sintiendo los pasos fuertes que has dejado atrás, y no tanto por los que te faltan por recorrer. La distancia entre donde estás y el horizonte a dónde quieres llegar, la convertirás en tu valentía y tu carácter para terminar.

No temas a las caídas pues mientras tengas vida tendrás fuerza para levantarte a seguir. No temas al dolor físico, pues, algún día tu cuerpo en su tiempo terminará y descansará y el dolor del arrepentimiento por no haber dado todo, nunca terminara y podrás morir junto a él.

No me importa lo que digan de mí, lo que piensen de mí lo que les gustaría que fuera yo… Esta no será mi vida, ni será mi futuro.

Yo soy dueño de mis sueños, de mis gustos y mis deseos. No seré tampoco un necio que hace de su vida lo que le venga en gana, por tan solo no saber que desea de su vida o a donde desea llegar o terminarla.

La verdadera vida comienza en la juventud, cuando aprende cuales son los valores y principios que la vida tiene y que te pedirá, para que esta te dé a cambio todo lo que tu deseas alcanzar. Ya en la etapa de adulto podrás llevar tu vida luchando por esos principios y virtudes que tú encontrarás y tendrás que llevarlas a cabo todos los días.

De esta manera se ganan los récord olímpicos o mundiales en el deporte… desde niños… si, caminando siempre aprendiendo cosas nuevas y buenas y guardándolas en tu mente para ponerlas a prueba cada vez que la vida te las pida.

La realidad en la vida tú la decides, y hoy es el tiempo del cambio, sin mirar que edad tengas. No te mires el resto de tu vida haciéndote la víctima, ocultando tus verdaderos sueños y deseos en tu mente, pues, tú mismo la construirás en una mente débil y negativa; los demás no podrán ver cuáles son tus proyectos en la vida, pues, estos son sólo tuyos y lo único que podrán ver será la forma de luchar por lo que tu realmente quieras lograr.

Se paciente, no te desesperes ni pierdas el rumbo de tu vida, se explosivo donde tengas que hacerlo y humilde donde tengas que darte, tú puedes vivir tus sueños, nunca te rindas, demuéstrate a ti mismo no a los demás, conoce tu dolor físico y tu fatiga mental eliminando las adversidades y pretextos.

No desees ser el número uno, sino lo mejor de lo que tú puedes llegar a ser; el número uno es de Dios y este lugar ya tiene su nombre muy marcado para toda la eternidad.

Encuentra la fortaleza mental que llevas dentro de ti y sácala por el orgullo de querer ser mejor, permitiendo que la valentía de tu mente la programe, y tu cuerpo esté dispuesto a morir si es necesario para lograrlo.

Culmina tu vida lleno de felicidad, teniendo a Dios a tu derecha y a tu izquierda todos tus objetivos, tus luchas, tus deseos hechos realidad. Termina todos los pasos que tengas que dar en la vida, no corras que puedes caer, ni te detengas pues terminará tu tiempo y te quedarás atrás.

Mira el horizonte a donde deseas llegar, sintiendo los pasos fuertes que has dejado atrás, y no tanto por los que te faltan por recorrer. La distancia entre donde estás y el horizonte a dónde quieres llegar, la convertirás en tu valentía y tu carácter para terminar.

No temas a las caídas pues mientras tengas vida tendrás fuerza para levantarte a seguir. No temas al dolor físico, pues, algún día tu cuerpo en su tiempo terminará y descansará y el dolor del arrepentimiento por no haber dado todo, nunca terminara y podrás morir junto a él.