El próximo 17 de junio (día del padre en México) jugará la selección nacional su primer partido contra Alemania en la copa del mundo Rusia 2018. Una selección comandada por un colombiano que nunca ha tenido roce alguno con jugadores de algún país, su único mérito fue haber dirigido en el futbol brasileño.
Las esperanzas de los aficionados de hueso colorado quieren que la selección mexicana (llamada desde el mundial de 1966 en Inglaterra los ratones verdes) trascienda en la competencia y avance al tan ansiado quinto partido.
Creo que de antemano esto no sucederá, ¡máxime que llevan dentro de sus filas a tres jugadores lesionados!, con miras a que se recuperen y puedan alinear en el primer partido con la selección teutona el domingo 17 de junio.
Ninguna selección acude a un mundial con jugadores que no están al 100%, ahí se supone deben ir los más capaces y certificados por cuanto equipo médico exista en las selecciones de los países competidores.
Pero como estamos en México, el país donde no pasa nada, la selección carga con tres jugadores que no están en condiciones de competir en la copa mundialista, los oscuros intereses de sus representantes y la venia de la federación mexicana de futbol raya en lo absurdo, lógicamente con el consentimiento también del entrenador colombiano.
Recordemos la goliza que le propinó Chile de 7-0 en la copa América desarrollada años atrás en territorio norteamericano, también no olvidamos el 4-0 que le puso la misma Alemania en la copa confederaciones en Europa.
Y el timonel de la selección bien, gracias, muy campante de la vida, cobrando jugosas sumas de dinero que no le pagarían en ningún lugar del mundo y que ascienden a los 40 mil pesos al día, vaya manera de despilfarrar el dinero por parte de nuestros brillantes directivos del futbol profesional en México.
Si hubieran sido los desastrosos resultados del entrenador colombiano en otro país futbolero, tengan la seguridad que se hubiera ido de patitas a la calle, pero como estamos en el país donde no pasa nada, se le mantiene a pesar de los continuos y sonoros fracasos que ha tenido.
Aún más, según los especialistas en el deporte de las patadas, el sistema tan cuestionado de rotar en cada juego la alineación ha llevado a una selección mexicana sin pies ni cabeza, no se sabe a lo que juega ni qué sistema dominan los seleccionados, algunas veces pone de delantero a un medio, de defensa a un medio y el acabose de delantero a un defensa, hágame Usted el maldito favor como diría el amigo universitario de ingeniería Nacho Martínez Ortiz.
Veremos hasta donde pueden llegar los ratones verdes, aunque no confiamos mucho en ello dado que el primer problema que tienen enfrente es la selección de Alemania. Posteriormente se enfrentarán a Corea del Sur y Suecia, también dos huesos difíciles de roer.