“En el siglo XX y lo que llevamos del XXI se han producido grandes avances en el conocimiento científico-técnico. Sin embargo, y a pesar de todos estos avances, persiste la pobreza, el hambre y la insatisfacción de los derechos.
Por otro lado, en el último siglo, los mayores avances en el conocimiento científico-técnico han sido acompañados de aberraciones hacia los seres humanos, lo que ha servido para demostrar que progreso científico-técnico y progreso moral no van necesariamente de la mano.
¿Qué hay más urgente para esta sociedad que crear las bases para que el progreso no suponga un menoscabo en nuestros derechos fundamentales? ¿Acaso no es evidente que este progreso, mal llevado, puede suponer insalvables desigualdades?
Que la evolución disparada de esta sociedad, gracias a la tecnología, no pierda el norte. Que la ciencia vaya de la mano de la ética.