/ domingo 4 de octubre de 2020

La transparencia vs la opacidad

Para que David Monreal pueda ser candidato a gobernador de Zacatecas, por los partidos que así lo determinen, faltan muchas cosas por pasar, y aunque algunos ya lo ven como seguro ganador de la contienda electoral, aún no se puede confirmar como tal; en principio, porque sigue como funcionario del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y segundo, debido a que su eventual salida de la coordinación nacional de ganadería estará marcada por la sospecha de corrupción y malos manejos.

En los últimos días se han incrementado los señalamientos y denuncias de corrupción y malos manejos del programa bajo su mando, incluidos medios de cobertura nacional, en los que se advierten una serie de acciones contrarias a la filosofía de la Cuarta Transformación de no mentir, no robar y no engañar el pueblo.

Como confirmación de los reportajes y datos ventilados a nivel nacional, la respuesta ha sido el silencio de todos los actores involucrados, cuando el deber-ser apuntaría a que de inmediato se aclaren todas las imputaciones; porque los presuntos delitos señalados, tienen penas bastante elevadas.

Ya todo está en manos de la Secretaría de la Función Pública que encabeza Irma Eréndira Sandoval, esposa del controvertido John Ackerman, principal adversario de Ricardo Monreal, de quien incluso ya pidió este mismo año, su destitución como coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en el Senado de la República.

En Zacatecas, existen ex legisladores muy amigos del investigador de la UNAM, a quienes habría dicho que la resolución de la dependencia en contra del coordinador nacional de Ganadería estaría por ser hacerse pública en breve, con señalamientos e imputaciones bastante delicados, por lo que no sería de dudarse que sería un cobro importante de factura de la familia Ackerman-Sandoval a la familia Monreal, que seguramente colocarían el incidente como otro episodio de la Infamia.

Tan sencillo es actuar con transparencia y aclarar absolutamente todo sin dejar que la especulación crezca. Puede apoyarse en su principal asesora en el acceso a la información, la reina de la transparencia, pero ella quiere abandonar el barco y, como Judas con Cristo, iniciar la traición a cambio de un cargo en el INAI.

No imagino al menor de la familia, Saúl Monreal, ante tales señalamientos, dejar todo en silencio. Su carácter frontal no permitiría siquiera la menor insinuación de ser señalado de actos de corrupción. Ya habría iniciado una contraofensiva que seguramente lo pondría en una mejor posición que la que ahora tiene su hermano.

Los adversarios políticos de David Monreal están en Morena y en su propio equipo de trabajo. Para sacar la casta necesita actuar sin opacidad y ser el zacatecano más transparente. De lo contrario, tendrá que pagar las consecuencias. Nada cuesta.


Para que David Monreal pueda ser candidato a gobernador de Zacatecas, por los partidos que así lo determinen, faltan muchas cosas por pasar, y aunque algunos ya lo ven como seguro ganador de la contienda electoral, aún no se puede confirmar como tal; en principio, porque sigue como funcionario del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y segundo, debido a que su eventual salida de la coordinación nacional de ganadería estará marcada por la sospecha de corrupción y malos manejos.

En los últimos días se han incrementado los señalamientos y denuncias de corrupción y malos manejos del programa bajo su mando, incluidos medios de cobertura nacional, en los que se advierten una serie de acciones contrarias a la filosofía de la Cuarta Transformación de no mentir, no robar y no engañar el pueblo.

Como confirmación de los reportajes y datos ventilados a nivel nacional, la respuesta ha sido el silencio de todos los actores involucrados, cuando el deber-ser apuntaría a que de inmediato se aclaren todas las imputaciones; porque los presuntos delitos señalados, tienen penas bastante elevadas.

Ya todo está en manos de la Secretaría de la Función Pública que encabeza Irma Eréndira Sandoval, esposa del controvertido John Ackerman, principal adversario de Ricardo Monreal, de quien incluso ya pidió este mismo año, su destitución como coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en el Senado de la República.

En Zacatecas, existen ex legisladores muy amigos del investigador de la UNAM, a quienes habría dicho que la resolución de la dependencia en contra del coordinador nacional de Ganadería estaría por ser hacerse pública en breve, con señalamientos e imputaciones bastante delicados, por lo que no sería de dudarse que sería un cobro importante de factura de la familia Ackerman-Sandoval a la familia Monreal, que seguramente colocarían el incidente como otro episodio de la Infamia.

Tan sencillo es actuar con transparencia y aclarar absolutamente todo sin dejar que la especulación crezca. Puede apoyarse en su principal asesora en el acceso a la información, la reina de la transparencia, pero ella quiere abandonar el barco y, como Judas con Cristo, iniciar la traición a cambio de un cargo en el INAI.

No imagino al menor de la familia, Saúl Monreal, ante tales señalamientos, dejar todo en silencio. Su carácter frontal no permitiría siquiera la menor insinuación de ser señalado de actos de corrupción. Ya habría iniciado una contraofensiva que seguramente lo pondría en una mejor posición que la que ahora tiene su hermano.

Los adversarios políticos de David Monreal están en Morena y en su propio equipo de trabajo. Para sacar la casta necesita actuar sin opacidad y ser el zacatecano más transparente. De lo contrario, tendrá que pagar las consecuencias. Nada cuesta.