/ lunes 20 de abril de 2020

Las crisis precedentes a la pandemia y sus afectaciones

Durante 2009 apareció una crisis financiera, luego económica, que puso en entredicho instituciones estatales y socavó en la mayoría de los países al Estado conocido còmo neoliberal. En varios medios nacionales e internacionales, se preguntaban si era el fìn del capitalismo. Todos los entrevistados contestaron negativamente. La primera que puso de manifiesto la magnitud de la crisis en esos medios fue la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena Ibarra, quien afirmó en una entrevista para CNN que no estábamos viviendo una época de crisis, sino la crisis de toda una época, pero desconocíamos la época siguiente.

En la reunión de Davos, Suiza, en 2010, donde concurrieron grandes empresarios además de jefes de estado y sus asesores, impactó sobremanera la intervención del presidente francés Nicolás Sarkozy. De su exposición se destacaron y difundieron los siguientes puntos: el capitalismo ha tocado fondo y no tiene capacidad autorreguladora; el sabio mercado que todo lo resolvía no existe ya, y se impone la necesidad de la intervención del Estado en la economía y en todo producto financiero, así como una nueva forma de organizar la economía a nivel nacional e internacional.

Todavía en 2010, a nivel nacional e internacional, empresarios, políticos e intelectuales trataron de explicar la crisis y ubicar su origen. En ese contexto Carlos Salinas de Gortari, ante hombres de negocios en la Ciudad de México, enfatizó “que el sistema bancario debe estar en manos nacionales para que atienda las necesidades de los mexicanos y responda a las directrices de los mexicanos”. Destacò que en el gobierno que lo sucedió, por decisión del gobierno estadounidense “las tazas pasaron de 7 a más de 110 por ciento, lo que provocó la quiebra de la banca mexicana, de miles de empresas y de cientos de miles de familias”. Además, se “transfirió a la sociedad el costo del rescate bancario” y la deuda pública se pagaría “durante 20 años”.

En días recientes el senador Ricardo Monreal declaró en programa de López Dóriga que se estaba pagando un billón de pesos por el servicio de la deuda. Ante la situación que dejará la crisis sanitaria es muy difícil pensar que el gobierno actual se endeude, aún más, para apoyar a micro y pequeñas empresas como se lo han solicitado.

Sin embargo, el gobierno federal anunció apoyos económicos el jueves 16, al comercio informal, a micro y pequeñas empresas, pero el viernes 17 la CONCANACO y otros dirigentes dijeron que eran insuficientes y cómo a pesar de esos apoyos 250 mil negocios podrían cerrar. Nadie queremos el desempleo, ni que dejen de recibir sus ingresos esos negocios.

Durante 2009 apareció una crisis financiera, luego económica, que puso en entredicho instituciones estatales y socavó en la mayoría de los países al Estado conocido còmo neoliberal. En varios medios nacionales e internacionales, se preguntaban si era el fìn del capitalismo. Todos los entrevistados contestaron negativamente. La primera que puso de manifiesto la magnitud de la crisis en esos medios fue la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena Ibarra, quien afirmó en una entrevista para CNN que no estábamos viviendo una época de crisis, sino la crisis de toda una época, pero desconocíamos la época siguiente.

En la reunión de Davos, Suiza, en 2010, donde concurrieron grandes empresarios además de jefes de estado y sus asesores, impactó sobremanera la intervención del presidente francés Nicolás Sarkozy. De su exposición se destacaron y difundieron los siguientes puntos: el capitalismo ha tocado fondo y no tiene capacidad autorreguladora; el sabio mercado que todo lo resolvía no existe ya, y se impone la necesidad de la intervención del Estado en la economía y en todo producto financiero, así como una nueva forma de organizar la economía a nivel nacional e internacional.

Todavía en 2010, a nivel nacional e internacional, empresarios, políticos e intelectuales trataron de explicar la crisis y ubicar su origen. En ese contexto Carlos Salinas de Gortari, ante hombres de negocios en la Ciudad de México, enfatizó “que el sistema bancario debe estar en manos nacionales para que atienda las necesidades de los mexicanos y responda a las directrices de los mexicanos”. Destacò que en el gobierno que lo sucedió, por decisión del gobierno estadounidense “las tazas pasaron de 7 a más de 110 por ciento, lo que provocó la quiebra de la banca mexicana, de miles de empresas y de cientos de miles de familias”. Además, se “transfirió a la sociedad el costo del rescate bancario” y la deuda pública se pagaría “durante 20 años”.

En días recientes el senador Ricardo Monreal declaró en programa de López Dóriga que se estaba pagando un billón de pesos por el servicio de la deuda. Ante la situación que dejará la crisis sanitaria es muy difícil pensar que el gobierno actual se endeude, aún más, para apoyar a micro y pequeñas empresas como se lo han solicitado.

Sin embargo, el gobierno federal anunció apoyos económicos el jueves 16, al comercio informal, a micro y pequeñas empresas, pero el viernes 17 la CONCANACO y otros dirigentes dijeron que eran insuficientes y cómo a pesar de esos apoyos 250 mil negocios podrían cerrar. Nadie queremos el desempleo, ni que dejen de recibir sus ingresos esos negocios.