/ domingo 16 de mayo de 2021

Las virtudes de los candidatos

Definir el rumbo de Zacatecas para los próximos años es un compromiso que lo ciudadanos deben asumir en la búsqueda de lograr que la mejor propuesta conduzca los destinos del gobierno de la entidad. Todos, sin duda, tienen muchos defectos y podríamos hablar de ellos durante días enteros, pero mejor abordemos las virtudes que a mi juicio debe tener el próximo titular del poder ejecutivo.

La búsqueda de un buen gobernante es un proceso difícil para ubicar las habilidades y capacidades de quienes hoy buscan el voto de los zacatecanos. En este momento, podemos pensar que los nueve aspirantes al Gobierno de Zacatecas tienen muchas características que pueden ser consideradas virtudes pero en la realidad, parece que hoy la competencia se ubica sólo en dos polos, que tienen ante sí, la posibilidad de competir por lograr el triunfo el seis de junio.

El voto de los zacatecanos debe privilegiar a quien demuestre, en estos días por venir, la capacidad de trabajar en equipo con el compromiso y la responsabilidad de asumir el reto de trabajar seis años de manera incansable. Mostrar una actitud positiva y pro actividad para que los grandes retos puedan ser superados, si no con facilidad, si con la sinceridad de la gestión y las buenas relaciones con todos los sectores.

El próximo gobernador debe demostrar esa capacidad de aprendizaje y una polivalencia que le permita, sin asumir posturas de experto, si mostrar que es una persona que aprende rápido y capitaliza las cosas a favor de los zacatecanos.

Debe ser poseedor de una inteligencia emocional que nos permita saber que cuenta con la capacidad de gestionar las emociones propias como las demás, como un requerimiento importante de todo buen gobernante, y además debe poseer una habilidad comunicativa que demuestre que asume como propios los problemas de los demás.

Debe, por lo tanto ser un buen gestor del tiempo y de las decisiones ya que la calidad y la rapidez no tiene por qué ser incompatibles y demostrar que pueden controlar el estrés natural de un gobernante y pueden tomar buenas decisiones bajo presión.

La ruta está trazada, y creo que hay dos posibles ganadores y entre las virtudes de ellos, encontramos que Claudia Anaya es una persona muy tenaz y perseverante, puede ser una líder natural y emotiva y buena gestora.

David Monreal Ávila tiene vocación y sensibilidad y sus relaciones pueden representar mayores recursos para la entidad. Tiene un diagnóstico claro de lo que ocurre en el estado y sus necesidades.

En síntesis, el futuro de Zacatecas depende de las virtudes de quienes hoy aspiran a gobernar con verdaderas condiciones de triunfo. El resultado depende de sus virtudes y su conexión con la gente.


Definir el rumbo de Zacatecas para los próximos años es un compromiso que lo ciudadanos deben asumir en la búsqueda de lograr que la mejor propuesta conduzca los destinos del gobierno de la entidad. Todos, sin duda, tienen muchos defectos y podríamos hablar de ellos durante días enteros, pero mejor abordemos las virtudes que a mi juicio debe tener el próximo titular del poder ejecutivo.

La búsqueda de un buen gobernante es un proceso difícil para ubicar las habilidades y capacidades de quienes hoy buscan el voto de los zacatecanos. En este momento, podemos pensar que los nueve aspirantes al Gobierno de Zacatecas tienen muchas características que pueden ser consideradas virtudes pero en la realidad, parece que hoy la competencia se ubica sólo en dos polos, que tienen ante sí, la posibilidad de competir por lograr el triunfo el seis de junio.

El voto de los zacatecanos debe privilegiar a quien demuestre, en estos días por venir, la capacidad de trabajar en equipo con el compromiso y la responsabilidad de asumir el reto de trabajar seis años de manera incansable. Mostrar una actitud positiva y pro actividad para que los grandes retos puedan ser superados, si no con facilidad, si con la sinceridad de la gestión y las buenas relaciones con todos los sectores.

El próximo gobernador debe demostrar esa capacidad de aprendizaje y una polivalencia que le permita, sin asumir posturas de experto, si mostrar que es una persona que aprende rápido y capitaliza las cosas a favor de los zacatecanos.

Debe ser poseedor de una inteligencia emocional que nos permita saber que cuenta con la capacidad de gestionar las emociones propias como las demás, como un requerimiento importante de todo buen gobernante, y además debe poseer una habilidad comunicativa que demuestre que asume como propios los problemas de los demás.

Debe, por lo tanto ser un buen gestor del tiempo y de las decisiones ya que la calidad y la rapidez no tiene por qué ser incompatibles y demostrar que pueden controlar el estrés natural de un gobernante y pueden tomar buenas decisiones bajo presión.

La ruta está trazada, y creo que hay dos posibles ganadores y entre las virtudes de ellos, encontramos que Claudia Anaya es una persona muy tenaz y perseverante, puede ser una líder natural y emotiva y buena gestora.

David Monreal Ávila tiene vocación y sensibilidad y sus relaciones pueden representar mayores recursos para la entidad. Tiene un diagnóstico claro de lo que ocurre en el estado y sus necesidades.

En síntesis, el futuro de Zacatecas depende de las virtudes de quienes hoy aspiran a gobernar con verdaderas condiciones de triunfo. El resultado depende de sus virtudes y su conexión con la gente.