/ lunes 19 de octubre de 2020

Los coletazos del régimen que agoniza

La situación inédita que estamos viviendo en el país contiene un conjunto de acontecimientos que los partidos que lo habían gobernado perciben como errores del actual gobierno; este por su parte, destaca lo más autodestructivo del régimen de gobierno que está terminando: la corrupción.

El régimen de gobierno se manifiesta en los partidos que lo conforman, en los rasgos predominantes de los gobernantes y en las instituciones que lo apuntalan entre otros; lo podemos decir en pocas palabras: la forma de gobernar y ser gobernados. Esto es, en mi opinión, lo que está cambiando en el país con un proyecto económico, en varios aspectos, opuesto al anterior.

Estos cambios ponen a prueba la consistencia de todo lo que ha sido el régimen anterior y la fuerza de lo nuevo, por eso vemos a una oposición en extremo debilitada que parece esperar más que gane Porfirio en las encuestas, de lo que pueden hacer ellos mismos como partidos. Lo nuevo es Morena, pero como todo lo nuevo conserva algo de lo anterior, ahí encontramos personalidades que destacaron en el régimen anterior y que hoy se prestan al escándalo o al ridículo.

Los partidos que recién obtuvieron su registro y, al decir de algunos medios, son partidarios de la Cuarta Transformación y algunos se asumen como los verdaderos promotores de la misma; por eso Morena requiere cuidar su posición de partido mayoritario con la unidad, porque ya están tocando su puerta los que pueden reemplazarlo en su lopezobradorismo y se perciben, de momento, con mucha determinación: son religiosamente partidarios del presidente.

Por su parte el PAN y el PRI tienen representantes de sus respectivos gobiernos, a figuras destacadas en instituciones claves del Estado y del régimen de gobierno anterior, encarcelados con escándalo internacional. Son una carga pesada que llevarán a cuestas en las elecciones inmediatas y en las siguientes; pueden formar un bloque opositor para las elecciones presidenciales con un Javier Corral, un panista atípico dentro de ese partido, por que barrieron su historia de la que alguna vez se enorgullecieron dejando atrás pura desolación.

En este bloque pueden convencer al PRD, si todavía existe, de ser su acompañante, pero ya no sería muy seguro porque pueden inclinarse por el sucesor de AMLO, y más, si es un antiguo compañero de partido con el que no estén enojados. En esta contienda electoral ¿Qué hará el PT? Hasta ahora su militante distinguido ha dicho fuera del país que él será el sucesor del “compañero presidente”. ¿lo será?, o sólo andan queriendo ver cómo sacar ganancia política con una negociación. Veremos lo que realmente sucede si no nos sorprenden con más escándalos internacionales.

La situación inédita que estamos viviendo en el país contiene un conjunto de acontecimientos que los partidos que lo habían gobernado perciben como errores del actual gobierno; este por su parte, destaca lo más autodestructivo del régimen de gobierno que está terminando: la corrupción.

El régimen de gobierno se manifiesta en los partidos que lo conforman, en los rasgos predominantes de los gobernantes y en las instituciones que lo apuntalan entre otros; lo podemos decir en pocas palabras: la forma de gobernar y ser gobernados. Esto es, en mi opinión, lo que está cambiando en el país con un proyecto económico, en varios aspectos, opuesto al anterior.

Estos cambios ponen a prueba la consistencia de todo lo que ha sido el régimen anterior y la fuerza de lo nuevo, por eso vemos a una oposición en extremo debilitada que parece esperar más que gane Porfirio en las encuestas, de lo que pueden hacer ellos mismos como partidos. Lo nuevo es Morena, pero como todo lo nuevo conserva algo de lo anterior, ahí encontramos personalidades que destacaron en el régimen anterior y que hoy se prestan al escándalo o al ridículo.

Los partidos que recién obtuvieron su registro y, al decir de algunos medios, son partidarios de la Cuarta Transformación y algunos se asumen como los verdaderos promotores de la misma; por eso Morena requiere cuidar su posición de partido mayoritario con la unidad, porque ya están tocando su puerta los que pueden reemplazarlo en su lopezobradorismo y se perciben, de momento, con mucha determinación: son religiosamente partidarios del presidente.

Por su parte el PAN y el PRI tienen representantes de sus respectivos gobiernos, a figuras destacadas en instituciones claves del Estado y del régimen de gobierno anterior, encarcelados con escándalo internacional. Son una carga pesada que llevarán a cuestas en las elecciones inmediatas y en las siguientes; pueden formar un bloque opositor para las elecciones presidenciales con un Javier Corral, un panista atípico dentro de ese partido, por que barrieron su historia de la que alguna vez se enorgullecieron dejando atrás pura desolación.

En este bloque pueden convencer al PRD, si todavía existe, de ser su acompañante, pero ya no sería muy seguro porque pueden inclinarse por el sucesor de AMLO, y más, si es un antiguo compañero de partido con el que no estén enojados. En esta contienda electoral ¿Qué hará el PT? Hasta ahora su militante distinguido ha dicho fuera del país que él será el sucesor del “compañero presidente”. ¿lo será?, o sólo andan queriendo ver cómo sacar ganancia política con una negociación. Veremos lo que realmente sucede si no nos sorprenden con más escándalos internacionales.