/ domingo 15 de agosto de 2021

Los desafíos del nuevo gobierno

El ciclo electoral ha terminado y con ello se inició el proceso de transición que debe culminar el 12 de septiembre con la toma de posesión del candidato electo y la presentación de las propuestas gubernamentales en materia de política económica y combate a la delincuencia además de tomar las decisiones más trascendentes que seguramente influirán en el ánimo social en los años por venir.

Las promesas y propuestas electorales deberán transformarse en políticas públicas y en planes de gobierno debidamente soportados, que permitan establecer una ruta de crecimiento económico y un proyecto de inversiones que generen empleo mejoren la calidad de vida de la población. Además del combate frontal y firme en contra de la delincuencia que ha agudizado sus mecanismos de confrontación.

El desafío que enfrenta David Monreal Ávila, que el viernes anterior recibió el bando solemne, que da a conocer en todo el territorio estatal que ha sido declarado como mandatario electo de Zacatecas, no es menor.

Lo primero que resalta de la nueva era política para Zacatecas es el marco normativo institucional que no cuenta con los pilares adecuados para lograr esos niveles de crecimiento económico que la entidad requiere y que deben ser la base de construcción del nuevo andamiaje jurídico que le sentido al plan de gobierno.

Con el nombramiento del equipo que le acompañará en la ruta de gobierno, el mandatario David Monreal Ávila, tendrá que dar vida una nueva y mejorada forma de gobierno que transversalice los esfuerzos institucionales.

En la actualidad, cada dependencia gubernamental actúa de manera aislada y en ocasiones de forma contradictoria suplantando funciones y restringiendo los alcances y objetivos de otras. No hubo, pues, los resultados esperados porque el titular se quedó sólo al frente del gobierno y sus oficinas.

En esta lógica, una de las primeras tareas que deberá afrontar el gobierno de David Monreal, es determinar los elementos del marco normativo institucional y de la administración pública sobre la cual debe forjar la nueva etapa de Zacatecas.

Por ello, se debe considerar el inicio del gobierno con un claro mensaje de unidad y de construcción de nueva alianza social que permita elaborar una agenda social y productiva verdaderamente incluyente.

Debe haber diálogo y consensos con los sectores productivos, académicos y sociales, para alcanzar una visión compartida y objetivos claros en la toma de las decisiones. La directriz debe ser la confianza, la certidumbre y e compromiso con todos los sectores, porque no tengo la menor duda que el liderazgo del nuevo gobernador sobre salen la honestidad y la transparencia.

No hay tiempo para la improvisación, los resultados deben ser inmediatos para evitar la inercia y construir la agenda de los grandes problemas que Zacatecas debe resolver. El tiempo llegó.

El ciclo electoral ha terminado y con ello se inició el proceso de transición que debe culminar el 12 de septiembre con la toma de posesión del candidato electo y la presentación de las propuestas gubernamentales en materia de política económica y combate a la delincuencia además de tomar las decisiones más trascendentes que seguramente influirán en el ánimo social en los años por venir.

Las promesas y propuestas electorales deberán transformarse en políticas públicas y en planes de gobierno debidamente soportados, que permitan establecer una ruta de crecimiento económico y un proyecto de inversiones que generen empleo mejoren la calidad de vida de la población. Además del combate frontal y firme en contra de la delincuencia que ha agudizado sus mecanismos de confrontación.

El desafío que enfrenta David Monreal Ávila, que el viernes anterior recibió el bando solemne, que da a conocer en todo el territorio estatal que ha sido declarado como mandatario electo de Zacatecas, no es menor.

Lo primero que resalta de la nueva era política para Zacatecas es el marco normativo institucional que no cuenta con los pilares adecuados para lograr esos niveles de crecimiento económico que la entidad requiere y que deben ser la base de construcción del nuevo andamiaje jurídico que le sentido al plan de gobierno.

Con el nombramiento del equipo que le acompañará en la ruta de gobierno, el mandatario David Monreal Ávila, tendrá que dar vida una nueva y mejorada forma de gobierno que transversalice los esfuerzos institucionales.

En la actualidad, cada dependencia gubernamental actúa de manera aislada y en ocasiones de forma contradictoria suplantando funciones y restringiendo los alcances y objetivos de otras. No hubo, pues, los resultados esperados porque el titular se quedó sólo al frente del gobierno y sus oficinas.

En esta lógica, una de las primeras tareas que deberá afrontar el gobierno de David Monreal, es determinar los elementos del marco normativo institucional y de la administración pública sobre la cual debe forjar la nueva etapa de Zacatecas.

Por ello, se debe considerar el inicio del gobierno con un claro mensaje de unidad y de construcción de nueva alianza social que permita elaborar una agenda social y productiva verdaderamente incluyente.

Debe haber diálogo y consensos con los sectores productivos, académicos y sociales, para alcanzar una visión compartida y objetivos claros en la toma de las decisiones. La directriz debe ser la confianza, la certidumbre y e compromiso con todos los sectores, porque no tengo la menor duda que el liderazgo del nuevo gobernador sobre salen la honestidad y la transparencia.

No hay tiempo para la improvisación, los resultados deben ser inmediatos para evitar la inercia y construir la agenda de los grandes problemas que Zacatecas debe resolver. El tiempo llegó.