/ martes 8 de febrero de 2022

Los indignados se rebelan

La incapacidad de quien gobierna al pueblo de Zacatecas da pauta a un sentimiento generalizado de indignación. Esta emoción moral, bien procesada, lleva a los pueblos a rebelarse contra las injusticias y levantarse contra sus opresores, tal como ya sucede en el estado.

El más reciente ejemplo lo escenifican los sindicatos Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Sección 58 e Independiente de Trabajadores de Telesecundarias del Estado de Zacatecas (SITTEZ). A ellos les manifiesto mi solidaridad.

El gremio se ha visto obligado a movilizarse contra la inmoralidad de los gobiernos federal y estatal, que no les garantizan el pago de la nómina magisterial. Ante esto, igual que lo hice en la discusión del dictamen del PEF 2022, les ofrezco mi apoyo y respaldo para ir juntos en busca de los recursos necesarios y acabar con la zozobra permanente de no recibir sus salarios y cubrir las necesidades de sus familias.

Es urgente que actuemos para terminar con la reiterada violación de sus derechos humanos, derivado de la insensibilidad del Presidente y el sometimiento del Gobernador, patrón en turno que no les defiende, se deslinda, culpa al pasado y no resuelve.

Estaré atento a la megamarcha que las y los docentes realizarán hoy 8 de febrero, siempre dispuesto a reunirme con ustedes para escucharles y llevar sus demandas a la Cámara de Diputados. Sus causas son las mías. Antes de ser Diputado Federal soy maestro. Serví al Estado por más de 30 años en la entregada profesión del magisterio.

También es necesario implementar una estrategia para resolver la grave inseguridad. El Plan Zacatecas 2, puesto en marcha el pasado noviembre, no ha dado los resultados deseados por las y los zacatecanos. Así lo reflejan los indicadores en la materia.

Los crecientes índices de violencia rebasan los límites de la racionalidad. ¡17 asesinatos en un solo día! El sábado observamos el grotesco mensaje enviado con 10 cuerpos en el Pardillo Tercero, Fresnillo, colocados en forma de cruz; las seis personas colgadas en Pánfilo Natera; y un ajusticiamiento en Guadalupe.

Esos hechos, igual que muchos otros que vivimos desde hace tiempo, superan toda lógica. Para mí no es racional que, indefensas ante el crimen organizado, cientos de familias se vieran forzadas a abandonar sus comunidades, sus tierras y su ganado, en busca de preservar sus vidas.

La Real Academia de la Lengua define indignación como enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contras sus actos. Y precisamente eso es lo que sentimos muchas y muchos zacatecanos, acentuada por la impotencia y frustración. Nos sentimos engañados y decepcionados.

Les hago un llamado a no sucumbir ante los problemas. Unámonos por Zacatecas y su gente buena, que con trabajo todo lo vence.

La incapacidad de quien gobierna al pueblo de Zacatecas da pauta a un sentimiento generalizado de indignación. Esta emoción moral, bien procesada, lleva a los pueblos a rebelarse contra las injusticias y levantarse contra sus opresores, tal como ya sucede en el estado.

El más reciente ejemplo lo escenifican los sindicatos Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Sección 58 e Independiente de Trabajadores de Telesecundarias del Estado de Zacatecas (SITTEZ). A ellos les manifiesto mi solidaridad.

El gremio se ha visto obligado a movilizarse contra la inmoralidad de los gobiernos federal y estatal, que no les garantizan el pago de la nómina magisterial. Ante esto, igual que lo hice en la discusión del dictamen del PEF 2022, les ofrezco mi apoyo y respaldo para ir juntos en busca de los recursos necesarios y acabar con la zozobra permanente de no recibir sus salarios y cubrir las necesidades de sus familias.

Es urgente que actuemos para terminar con la reiterada violación de sus derechos humanos, derivado de la insensibilidad del Presidente y el sometimiento del Gobernador, patrón en turno que no les defiende, se deslinda, culpa al pasado y no resuelve.

Estaré atento a la megamarcha que las y los docentes realizarán hoy 8 de febrero, siempre dispuesto a reunirme con ustedes para escucharles y llevar sus demandas a la Cámara de Diputados. Sus causas son las mías. Antes de ser Diputado Federal soy maestro. Serví al Estado por más de 30 años en la entregada profesión del magisterio.

También es necesario implementar una estrategia para resolver la grave inseguridad. El Plan Zacatecas 2, puesto en marcha el pasado noviembre, no ha dado los resultados deseados por las y los zacatecanos. Así lo reflejan los indicadores en la materia.

Los crecientes índices de violencia rebasan los límites de la racionalidad. ¡17 asesinatos en un solo día! El sábado observamos el grotesco mensaje enviado con 10 cuerpos en el Pardillo Tercero, Fresnillo, colocados en forma de cruz; las seis personas colgadas en Pánfilo Natera; y un ajusticiamiento en Guadalupe.

Esos hechos, igual que muchos otros que vivimos desde hace tiempo, superan toda lógica. Para mí no es racional que, indefensas ante el crimen organizado, cientos de familias se vieran forzadas a abandonar sus comunidades, sus tierras y su ganado, en busca de preservar sus vidas.

La Real Academia de la Lengua define indignación como enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contras sus actos. Y precisamente eso es lo que sentimos muchas y muchos zacatecanos, acentuada por la impotencia y frustración. Nos sentimos engañados y decepcionados.

Les hago un llamado a no sucumbir ante los problemas. Unámonos por Zacatecas y su gente buena, que con trabajo todo lo vence.