/ miércoles 23 de mayo de 2018

Los maestros, héroes de verdad

El trabajo en equipo da mejores resultados, sin embargo, nos cerramos a la posibilidad de pedir apoyo incluso, nos negamos a la idea de reconocer ante los demás que no tenemos control sobre lo más preciado que tenemos, por quienes vivimos y para quienes trabajamos por ser “lo más importante en nuestra vida”, NUESTROS HIJOS.

Sin embargo, nuestros mejores aliados siguen ahí, atentos a las necesidades de ellos, realizando un trabajo profesional que secunda directamente en este desarrollo. Ellos en su espacio, tienen grandes posibilidades de contribuir de diferentes maneras en este proceso de formación pues gracias al trabajo que realizan cotidianamente logran un acercamiento con los alumnos que va más allá de lo cognitivo, propiciando cambios de conducta generalmente positivos, tocando con palabras y acciones el corazón de niños y jóvenes que muchas veces sin darse cuenta, piden a grito abierto apoyo de sus docentes. Éstos a su vez, comprometidos con su profesión y con la sociedad que mucho exige y, principalmente con los alumnos que son su razón de ser, saben la importancia de su labor y desarrollan diferentes estrategias para contribuir en este proceso de formación.

Sin embargo, ¿Qué sucede cuando los padres no reconocen la importancia de la labor que realizan los docentes y, además, entorpecen el trabajo que ellos están realizando a favor de su hijo?

Quizá esta pregunta resulteenérgica, sin embargo, aunque nos cerremos a la posibilidad, sabemos que, en muchas escuelas, se están enfrentando a esta realidad. Muchos padres han descuidado la formación de sus hijos eimpiden que la escuela realice su función tomando actitudes que desmerecen el trabajo que esta realiza, minimizando la problemática real que enfrentan como familia. Por lo que es necesario que los padres de familia:


Consideremos la posibilidad de que, el docente tiene la razón en el trabajo que realiza en la institución y que todas sus acciones siempre serán en beneficio de sus alumnos. Desafortunadamente, desfilan por las escuelas papás y mamásreclamando a los docentes por actos que sus hijos inventan o por una mala interpretación de lo que se dice o hace y esto, sin una investigación previa. Acuden no a buscar soluciones si no a amedrentar al docente o bien a evidenciarlo ante sus autoridades.

Sí es nuestro hijo, sí se merece la confianza, sí se le quiere mucho y, sin embargo, no se reconoce que son seres humanos que enfrentan emociones, coraje, miedos, dudas y diversos sentimientos que les llevan a crear situaciones que les favorezcan muchas veces haciendo uso de la fantasía para no tener que reconocer sus errores. Por lo tanto, el padre al escuchar una queja de su hijo, debe también percibir la versión del docente o los actores involucrados en el caso yacudir a “dialogar” para enterarse de lo que realmente sucedió antes de tomar una decisión y, sobre todo, evitar la discusión con el docente frente a su hijo pues esto provoca que en lo sucesivo el alumno no tenga el mínimo respeto por el docente. Aun a pesar de que después de recibir una explicación siga pensando que como padre tengo suficientes razones para “reclamar”.

Tengamos un registro dela conducta cotidiana de nuestro hijo y consideremos que su comportamiento en casa, en la escuela y en la calle no siempre es igual por lo que existe un sinfín de posibilidades de que sucedan cosas en otro lado que nosotros no vemos en casa. Además, si un niño le miente por la razón que sea a papá o mamá, que nos garantiza que no lo haga también en la escuela.

Y aunque hay mucho por decir en cuanto a este tema, recordemos que los adultos tenemos la obligación de ser guía por lo que no debemos ser víctimas de chantajes por parte de nuestros hijos. Muchos exigen a sus padres el tener un equipo de teléfono móvil o un equipo de cómputo entre otras cosas para continuar sus estudios incluso, amenazan con no acudir a la escuela o asistir, sin obtener resultados positivos, cuando todos sabemos que estas herramientas son necesarias, más no indispensables y que en ninguna institución se pueden o deben exigir.

Hay mucho por hacer, no esperemos a nadie haga por nuestros hijos lo que a nosotros nos corresponde, tengamos en cuenta aspectos que no debemos descuidar como son, el tiempo de calidad que les dedicamos, el ejemplo que perciben de nosotros y fundamentalmente, que cuando tenemos claro que somos parte de un equipo para su mejor educación sin duda, obtendremos mejore resultados.

Educar seres humanos felices, es tarea de todos.

El trabajo en equipo da mejores resultados, sin embargo, nos cerramos a la posibilidad de pedir apoyo incluso, nos negamos a la idea de reconocer ante los demás que no tenemos control sobre lo más preciado que tenemos, por quienes vivimos y para quienes trabajamos por ser “lo más importante en nuestra vida”, NUESTROS HIJOS.

Sin embargo, nuestros mejores aliados siguen ahí, atentos a las necesidades de ellos, realizando un trabajo profesional que secunda directamente en este desarrollo. Ellos en su espacio, tienen grandes posibilidades de contribuir de diferentes maneras en este proceso de formación pues gracias al trabajo que realizan cotidianamente logran un acercamiento con los alumnos que va más allá de lo cognitivo, propiciando cambios de conducta generalmente positivos, tocando con palabras y acciones el corazón de niños y jóvenes que muchas veces sin darse cuenta, piden a grito abierto apoyo de sus docentes. Éstos a su vez, comprometidos con su profesión y con la sociedad que mucho exige y, principalmente con los alumnos que son su razón de ser, saben la importancia de su labor y desarrollan diferentes estrategias para contribuir en este proceso de formación.

Sin embargo, ¿Qué sucede cuando los padres no reconocen la importancia de la labor que realizan los docentes y, además, entorpecen el trabajo que ellos están realizando a favor de su hijo?

Quizá esta pregunta resulteenérgica, sin embargo, aunque nos cerremos a la posibilidad, sabemos que, en muchas escuelas, se están enfrentando a esta realidad. Muchos padres han descuidado la formación de sus hijos eimpiden que la escuela realice su función tomando actitudes que desmerecen el trabajo que esta realiza, minimizando la problemática real que enfrentan como familia. Por lo que es necesario que los padres de familia:


Consideremos la posibilidad de que, el docente tiene la razón en el trabajo que realiza en la institución y que todas sus acciones siempre serán en beneficio de sus alumnos. Desafortunadamente, desfilan por las escuelas papás y mamásreclamando a los docentes por actos que sus hijos inventan o por una mala interpretación de lo que se dice o hace y esto, sin una investigación previa. Acuden no a buscar soluciones si no a amedrentar al docente o bien a evidenciarlo ante sus autoridades.

Sí es nuestro hijo, sí se merece la confianza, sí se le quiere mucho y, sin embargo, no se reconoce que son seres humanos que enfrentan emociones, coraje, miedos, dudas y diversos sentimientos que les llevan a crear situaciones que les favorezcan muchas veces haciendo uso de la fantasía para no tener que reconocer sus errores. Por lo tanto, el padre al escuchar una queja de su hijo, debe también percibir la versión del docente o los actores involucrados en el caso yacudir a “dialogar” para enterarse de lo que realmente sucedió antes de tomar una decisión y, sobre todo, evitar la discusión con el docente frente a su hijo pues esto provoca que en lo sucesivo el alumno no tenga el mínimo respeto por el docente. Aun a pesar de que después de recibir una explicación siga pensando que como padre tengo suficientes razones para “reclamar”.

Tengamos un registro dela conducta cotidiana de nuestro hijo y consideremos que su comportamiento en casa, en la escuela y en la calle no siempre es igual por lo que existe un sinfín de posibilidades de que sucedan cosas en otro lado que nosotros no vemos en casa. Además, si un niño le miente por la razón que sea a papá o mamá, que nos garantiza que no lo haga también en la escuela.

Y aunque hay mucho por decir en cuanto a este tema, recordemos que los adultos tenemos la obligación de ser guía por lo que no debemos ser víctimas de chantajes por parte de nuestros hijos. Muchos exigen a sus padres el tener un equipo de teléfono móvil o un equipo de cómputo entre otras cosas para continuar sus estudios incluso, amenazan con no acudir a la escuela o asistir, sin obtener resultados positivos, cuando todos sabemos que estas herramientas son necesarias, más no indispensables y que en ninguna institución se pueden o deben exigir.

Hay mucho por hacer, no esperemos a nadie haga por nuestros hijos lo que a nosotros nos corresponde, tengamos en cuenta aspectos que no debemos descuidar como son, el tiempo de calidad que les dedicamos, el ejemplo que perciben de nosotros y fundamentalmente, que cuando tenemos claro que somos parte de un equipo para su mejor educación sin duda, obtendremos mejore resultados.

Educar seres humanos felices, es tarea de todos.

ÚLTIMASCOLUMNAS
viernes 05 de octubre de 2018

¿Y los cuentos?

Pedro Jaime Ansures Saucedo

miércoles 05 de septiembre de 2018

¿Y si mejor me escuchas?

Pedro Jaime Ansures Saucedo

jueves 30 de agosto de 2018

Elige... decidir

Pedro Jaime Ansures Saucedo

jueves 16 de agosto de 2018

Para volver a la escuela

Pedro Jaime Ansures Saucedo

jueves 12 de julio de 2018

El mejor de los días

Pedro Jaime Ansures Saucedo

miércoles 20 de junio de 2018

Ni muy muy...

Pedro Jaime Ansures Saucedo

jueves 14 de junio de 2018

Papás "taxi"

Pedro Jaime Ansures Saucedo

miércoles 06 de junio de 2018

Saber para servir

Pedro Jaime Ansures Saucedo

miércoles 30 de mayo de 2018

Hacer un alto, ¡es urgente!

Pedro Jaime Ansures Saucedo

miércoles 23 de mayo de 2018

Los maestros, héroes de verdad

Pedro Jaime Ansures Saucedo

Cargar Más