/ martes 24 de mayo de 2022

Los maestros son la solución de la educación

La educación, debe ser siempre un eje toral a impulsar en cualquier administración o periodo gubernamental, sin colores, incluyente y progresiva. En México, el sistema educativo a experimentado importantes cambios durante su historia, sin embargo, aún persisten fuertes déficits que hasta ahora nadie ha sabido resolver. La calidad en la educación, es uno de los grandes temas que continúan en el rezago, en todos los niveles educativos, e impacta en la estadística internacional, colocando a nuestro país con las tasas más bajas en cobertura, matemáticas, ciencias, lectura, acceso a tecnologías de la información e internet, por mencionar algunas, según datos del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) y del Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, ambos estudios de la OCDE.

El desempeño de las y los docentes siempre ha generado discusión. Situaciones de corrupción, nepotismo, y en ciertos casos, desinterés, han desfigurado la imagen que el maestro debidamente merece, por el ejercicio de su importante labor. Así, el verdadero maestro, víctima de un sin número de reformas y cambios estructurales, ha tenido que evolucionar para adaptarse ante un sistema que cae por obsoleto, sin que en la práctica prospere y alcance resultados. En ese tenor, uno de los principales cambios incoados en el presente gobierno, efectuado en aras de revalorizar al magisterio, fue la creación de un nuevo proceso de selección, admisión y evaluación de docentes, que implicó la desaparición del INEE para dar paso al USICAMM (Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros).

Como en cada año desde que surgió el USICAMM (2019), el pasado fin de semana se aplicó la evaluación denominada “Apreciación de conocimientos y aptitudes”, a un estimado de 210 mil profesoras y profesores, en el marco del proceso de admisión a nuevos docentes en educación básica. De acuerdo al procedimiento, la publicación de los resultados con la lista nominal de aplicantes se dará a conocer a partir del 8 de agosto del año en curso, pues parte fundamental de este nuevo esquema de aceptaciones, es el eficaz y diligente escrutinio de los instrumentos, bajo los principios de legalidad, publicidad y transparencia.

Aunque en la letra este nuevo proceso involucra un avance significativo para la incorporación de docentes al sistema educativo nacional, pues prioriza las capacidades antes que cualquier otro aspecto, en la realidad aún dista mucho de lo que puede llegar a ser, por lo genérico, desatendido y estandarizado de las evaluaciones, toda vez que, a consideración de muchos, la valoración a través de una plataforma no garantiza una correcta comprobación del quehacer docente.

Las brechas persisten y por unos las llevan otros. Es imperante que se intensifiquen los trabajos y se atiendan los problemas, no sólo a nivel presupuestal, se requiere una importante transformación en torno a los procesos, innovaciones y condiciones de la educación, a fin de encumbrar la práctica docente.

La educación, debe ser siempre un eje toral a impulsar en cualquier administración o periodo gubernamental, sin colores, incluyente y progresiva. En México, el sistema educativo a experimentado importantes cambios durante su historia, sin embargo, aún persisten fuertes déficits que hasta ahora nadie ha sabido resolver. La calidad en la educación, es uno de los grandes temas que continúan en el rezago, en todos los niveles educativos, e impacta en la estadística internacional, colocando a nuestro país con las tasas más bajas en cobertura, matemáticas, ciencias, lectura, acceso a tecnologías de la información e internet, por mencionar algunas, según datos del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) y del Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, ambos estudios de la OCDE.

El desempeño de las y los docentes siempre ha generado discusión. Situaciones de corrupción, nepotismo, y en ciertos casos, desinterés, han desfigurado la imagen que el maestro debidamente merece, por el ejercicio de su importante labor. Así, el verdadero maestro, víctima de un sin número de reformas y cambios estructurales, ha tenido que evolucionar para adaptarse ante un sistema que cae por obsoleto, sin que en la práctica prospere y alcance resultados. En ese tenor, uno de los principales cambios incoados en el presente gobierno, efectuado en aras de revalorizar al magisterio, fue la creación de un nuevo proceso de selección, admisión y evaluación de docentes, que implicó la desaparición del INEE para dar paso al USICAMM (Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros).

Como en cada año desde que surgió el USICAMM (2019), el pasado fin de semana se aplicó la evaluación denominada “Apreciación de conocimientos y aptitudes”, a un estimado de 210 mil profesoras y profesores, en el marco del proceso de admisión a nuevos docentes en educación básica. De acuerdo al procedimiento, la publicación de los resultados con la lista nominal de aplicantes se dará a conocer a partir del 8 de agosto del año en curso, pues parte fundamental de este nuevo esquema de aceptaciones, es el eficaz y diligente escrutinio de los instrumentos, bajo los principios de legalidad, publicidad y transparencia.

Aunque en la letra este nuevo proceso involucra un avance significativo para la incorporación de docentes al sistema educativo nacional, pues prioriza las capacidades antes que cualquier otro aspecto, en la realidad aún dista mucho de lo que puede llegar a ser, por lo genérico, desatendido y estandarizado de las evaluaciones, toda vez que, a consideración de muchos, la valoración a través de una plataforma no garantiza una correcta comprobación del quehacer docente.

Las brechas persisten y por unos las llevan otros. Es imperante que se intensifiquen los trabajos y se atiendan los problemas, no sólo a nivel presupuestal, se requiere una importante transformación en torno a los procesos, innovaciones y condiciones de la educación, a fin de encumbrar la práctica docente.