/ domingo 26 de enero de 2020

Los nuevos tiempos de la justicia

Esta semana termina una etapa del Tribunal Superior de Justicia en Zacatecas. Concluye el periodo, no solo como Magistrado, sino como Presidente del Poder, el abogado Armando Avalos Arellano, quien representó en su encargo, una de las figuras que ha vivido la transición en una institución que hoy está consolidada y atendiendo a los zacatecanos.

El sistema judicial de la entidad, bajo su mano, consolidó un poder autónomo, independiente y regeneró su presencia en la sociedad zacatecana. Sin embargo, le faltó vocación política que hoy se traduce en una asignatura pendiente para el nuevo titular que será electo el próximo viernes.

El criterio del abogado y juzgador de carrera Armando Avalos Arellano se impuso estos ùltimos cuatro años.

Resaltó su personalidad, el buen criterio y el profesionalismo de todos los integrantes del pleno del Tribunal, pero le faltó cerrar la pinza logrando un presupuesto adecuado para la operaciòn del presente año.

Con el presupuesto autorizado, de 483 millones de pesos, sino existe la vocaciòn negociadora del próximo Presidente, sólo alcanzará para que el poder judicial opere hasta el mes de noviembre; quedando pendiente, lo correspondiente al mes de diciembre, incluyendo los capitulos de sueldos y salarios y la operación del máximo tribunal de justicia en la entidad.

Menuda tarea la que enfrentará la siguiente administración.

Desde el primero de febrero, se requiere que la justicia opere con una nueva visión y con una vocacion polìtica distinta para evitar que el sistema de justicia en la entidad colapse.

Sólo de esa manera se podrá ir abatiendo la impunidad en los temas penales, administrativos, civiles, mercantiles y familiares, debido a que cada día se registra un mayor número de expedientes que se van rezagando.

La transformación que vivirá el sistema con la elección del nuevo presidente, tiene la urgencia de mejorar la impartición y administración de la justicia, entendiendo las medidas de austeridad, pero abatiendo los índices de impunidad, influyentismo y corrupción.

La nueva etapa que vivirá el Poder Judicial deberá lograr la transformación de sus instituciones, hacerlas más eficientes, y ofrecer una justicia más pronta y expedita.

Obligada por la circunstancias, la nueva administración tendrá que buscar cómo bajar costos y personal, pero tendrá que dar resultados en la lucha contra la impunidad para combatir el grave rezago existente en los expedientes.

Se debe hacer un reconocimiento a la gestión del Presidente saliente Armando Ávalos Arellano, quien fincó las bases de transformación del sistema. Corresponde ahora, al nuevo perfil que presidirá el poder judicial abonar a todo lo anterior.

La lucha está entre la apertura del sistema, o la visión tradicional del juzgador. El viernes lo sabremos.

Esta semana termina una etapa del Tribunal Superior de Justicia en Zacatecas. Concluye el periodo, no solo como Magistrado, sino como Presidente del Poder, el abogado Armando Avalos Arellano, quien representó en su encargo, una de las figuras que ha vivido la transición en una institución que hoy está consolidada y atendiendo a los zacatecanos.

El sistema judicial de la entidad, bajo su mano, consolidó un poder autónomo, independiente y regeneró su presencia en la sociedad zacatecana. Sin embargo, le faltó vocación política que hoy se traduce en una asignatura pendiente para el nuevo titular que será electo el próximo viernes.

El criterio del abogado y juzgador de carrera Armando Avalos Arellano se impuso estos ùltimos cuatro años.

Resaltó su personalidad, el buen criterio y el profesionalismo de todos los integrantes del pleno del Tribunal, pero le faltó cerrar la pinza logrando un presupuesto adecuado para la operaciòn del presente año.

Con el presupuesto autorizado, de 483 millones de pesos, sino existe la vocaciòn negociadora del próximo Presidente, sólo alcanzará para que el poder judicial opere hasta el mes de noviembre; quedando pendiente, lo correspondiente al mes de diciembre, incluyendo los capitulos de sueldos y salarios y la operación del máximo tribunal de justicia en la entidad.

Menuda tarea la que enfrentará la siguiente administración.

Desde el primero de febrero, se requiere que la justicia opere con una nueva visión y con una vocacion polìtica distinta para evitar que el sistema de justicia en la entidad colapse.

Sólo de esa manera se podrá ir abatiendo la impunidad en los temas penales, administrativos, civiles, mercantiles y familiares, debido a que cada día se registra un mayor número de expedientes que se van rezagando.

La transformación que vivirá el sistema con la elección del nuevo presidente, tiene la urgencia de mejorar la impartición y administración de la justicia, entendiendo las medidas de austeridad, pero abatiendo los índices de impunidad, influyentismo y corrupción.

La nueva etapa que vivirá el Poder Judicial deberá lograr la transformación de sus instituciones, hacerlas más eficientes, y ofrecer una justicia más pronta y expedita.

Obligada por la circunstancias, la nueva administración tendrá que buscar cómo bajar costos y personal, pero tendrá que dar resultados en la lucha contra la impunidad para combatir el grave rezago existente en los expedientes.

Se debe hacer un reconocimiento a la gestión del Presidente saliente Armando Ávalos Arellano, quien fincó las bases de transformación del sistema. Corresponde ahora, al nuevo perfil que presidirá el poder judicial abonar a todo lo anterior.

La lucha está entre la apertura del sistema, o la visión tradicional del juzgador. El viernes lo sabremos.