/ sábado 15 de septiembre de 2018

México libre y querido…

En estos días celebramos el 208 Aniversario de la Independencia de México, una de las festividades más importante de nuestro país. Además de recordar a los héroes que nos dieron patria y festejar acompañados de familia y amigos, es una excelente oportunidad para reflexionar acerca de los alcances y el significado de la Independencia.

En un mundo en donde las relaciones internacionales cobran cada vez mayor peso, las fiestas patrias nos recuerdan el orgullo de ser mexicanos y pertenecer a un país lleno de cultura y tradiciones. Nuestras raíces son ricas y diversas, y se reflejan en el arte así como la innovación, ciencia y tecnología que surgen en nuestra nación.

Como sabemos, alcanzar la independencia no fue sencillo. En 1810 dio inicio la lucha por la libertad, pero sería hasta once años después cuando se consumaría la emancipación de la corona española, con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821.

Esto nos recuerda que la Independencia, más que una fecha, es un complejo proceso histórico social, que nos configura como nación libre y soberana. Es precisamente en el concepto de soberanía en donde observamos claramente que la Independencia no sólo es un hecho histórico, sino también un eje central en la vida política y social de nuestro país, que mantiene plena vigencia.

Como dicta nuestra Constitución en su artículo 39: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste”. Ser un país independiente y soberano significa entonces la libertad de tomar nuestras propias decisiones que beneficien de todos los mexicanos.

Por supuesto, ser independientes no significa cerrarnos al mundo. La cooperación internacional es cada vez más necesaria en un planeta interconectado, en donde las cadenas de valor, los conocimientos y las personas trascienden cualquier frontera.

Pero sí es bueno recordar que nuestros héroes patrios lucharon por el derecho a la libre autodeterminación, y la mejor manera de honrarlos es continuar con la noble labor de decidir con libertad las mejores estrategias para alcanzar un alto desarrollo económico, social y cultural, de acuerdo con los principios de ética, libertad y democracia.

La historia no un conjunto de efemérides estáticas, sino un continuo acontecer dinámico, lo que edificamos día con día a través de nuestras acciones. Por eso el amor a nuestro país y la construcción de una mejor sociedad es una tarea que va más allá de los festejos, una labor constante y actual en la cual participamos todos, gobierno, empresarios, académicos y ciudadanos.

Solo así la Independencia cobra su verdadero sentido, esto es, la posibilidad de construir un país en donde todo el pueblo de México desarrolle su potencial de manera libre y plena.

*Vicepresidente Nacional de Innovación y Desarrollo Tecnológico / Canacintra


En estos días celebramos el 208 Aniversario de la Independencia de México, una de las festividades más importante de nuestro país. Además de recordar a los héroes que nos dieron patria y festejar acompañados de familia y amigos, es una excelente oportunidad para reflexionar acerca de los alcances y el significado de la Independencia.

En un mundo en donde las relaciones internacionales cobran cada vez mayor peso, las fiestas patrias nos recuerdan el orgullo de ser mexicanos y pertenecer a un país lleno de cultura y tradiciones. Nuestras raíces son ricas y diversas, y se reflejan en el arte así como la innovación, ciencia y tecnología que surgen en nuestra nación.

Como sabemos, alcanzar la independencia no fue sencillo. En 1810 dio inicio la lucha por la libertad, pero sería hasta once años después cuando se consumaría la emancipación de la corona española, con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821.

Esto nos recuerda que la Independencia, más que una fecha, es un complejo proceso histórico social, que nos configura como nación libre y soberana. Es precisamente en el concepto de soberanía en donde observamos claramente que la Independencia no sólo es un hecho histórico, sino también un eje central en la vida política y social de nuestro país, que mantiene plena vigencia.

Como dicta nuestra Constitución en su artículo 39: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste”. Ser un país independiente y soberano significa entonces la libertad de tomar nuestras propias decisiones que beneficien de todos los mexicanos.

Por supuesto, ser independientes no significa cerrarnos al mundo. La cooperación internacional es cada vez más necesaria en un planeta interconectado, en donde las cadenas de valor, los conocimientos y las personas trascienden cualquier frontera.

Pero sí es bueno recordar que nuestros héroes patrios lucharon por el derecho a la libre autodeterminación, y la mejor manera de honrarlos es continuar con la noble labor de decidir con libertad las mejores estrategias para alcanzar un alto desarrollo económico, social y cultural, de acuerdo con los principios de ética, libertad y democracia.

La historia no un conjunto de efemérides estáticas, sino un continuo acontecer dinámico, lo que edificamos día con día a través de nuestras acciones. Por eso el amor a nuestro país y la construcción de una mejor sociedad es una tarea que va más allá de los festejos, una labor constante y actual en la cual participamos todos, gobierno, empresarios, académicos y ciudadanos.

Solo así la Independencia cobra su verdadero sentido, esto es, la posibilidad de construir un país en donde todo el pueblo de México desarrolle su potencial de manera libre y plena.

*Vicepresidente Nacional de Innovación y Desarrollo Tecnológico / Canacintra