/ jueves 12 de agosto de 2021

México: liderazgo para entendimiento en Venezuela

El 13 de agosto de 2021 tendrá lugar en nuestro país el diálogo para la paz entre el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y la oposición política de esa nación, a partir de la propuesta hecha por Noruega para promover el diálogo internacional, que fue aceptada por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

Noruega ha desempeñado un papel importante como mediador y facilitador de contactos entre representantes de ambos actores políticos, a pesar de que en las últimas conversaciones en Barbados en 2019 no se alcanzaron acuerdos. Aquellas pláticas también estuvieron auspiciadas por el país nórdico.

Es oportuno recordar que México cuenta de igual manera con una importante tradición de mediador a nivel internacional, cuyos propósitos han sido, entre otros, la paz, el diálogo y el entendimiento, siempre con respeto a la soberanía de los países, de sus instituciones y de sus pueblos.

Prueba de ello, por ejemplo, fue la creación en 1983 del Grupo Contadora conformado por los gobiernos de México, Panamá, Colombia y Venezuela, en aras de promover la pacificación en Centroamérica, particularmente en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, ante las guerras civiles que atravesaban. Esta agrupación abrió un canal de comunicación en estos países y logró generar una atmósfera de paz en la región.

Asimismo, se encuentran los Acuerdos de Paz de Chapultepec, firmados entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, en 1992, cuyo logro consistió en poner fin a años de guerra civil en esa nación.

México sigue comprometido en la actualidad con la paz y el diálogo internacionales, por medio de la aplicación de sus principios de política exterior, plasmados en el artículo 89, fracción X, de nuestra Carta Magna. Entre éstos, destacan la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de las controversias, y el respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos.

De igual forma, el Gobierno mexicano respaldó el llamado a la calma en Venezuela, que hiciera en 2019 António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, así como su exhorto a todas las partes a evitar una mayor escalada de la tensión y a no recurrir a la violencia.

En tal contexto se habrá de desarrollar en nuestro territorio el encuentro. Para el Gobierno de Venezuela existen diversas demandas precisas en el marco del diálogo, a saber: 1) que Estados Unidos y la Unión Europea retiren todas las sanciones impuestas al país sudamericano; 2) que todos los actores políticos reconozcan la legalidad, la legitimidad y el funcionamiento de las autoridades y de los poderes públicos venezolanos, así como la constitucionalidad del país; 3) que se permita la presencia de todas las oposiciones en la mesa de diálogo; 4) que sean devueltos todos los activos públicos venezolanos congelados que se encuentran en el extranjero, y 5) que todos los sectores renuncien a la violencia y a la conspiración contra los poderes públicos del país.

Para la oposición venezolana se requiere que las negociaciones en México incluyan un calendario electoral que abarque incluso hasta los próximos comicios presidenciales, la liberación de personas presas políticas, así como la realización, de manera democrática y transparente, de las próximas elecciones de titulares de gubernaturas y alcaldías en noviembre de este año.

Para México, ser sede y mediador de esta iniciativa junto con Noruega representa la reafirmación de su liderazgo en la región latinoamericana, por medio del establecimiento de un puente de comunicación con Venezuela, sin inmiscuirse en los asuntos internos de ese país. Así, nuestra nación manifiesta su voluntad para coadyuvar en la resolución de una crisis política y humanitaria, a través de un diálogo incluyente, creíble y constructivo entre las partes.

Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República

El 13 de agosto de 2021 tendrá lugar en nuestro país el diálogo para la paz entre el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y la oposición política de esa nación, a partir de la propuesta hecha por Noruega para promover el diálogo internacional, que fue aceptada por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

Noruega ha desempeñado un papel importante como mediador y facilitador de contactos entre representantes de ambos actores políticos, a pesar de que en las últimas conversaciones en Barbados en 2019 no se alcanzaron acuerdos. Aquellas pláticas también estuvieron auspiciadas por el país nórdico.

Es oportuno recordar que México cuenta de igual manera con una importante tradición de mediador a nivel internacional, cuyos propósitos han sido, entre otros, la paz, el diálogo y el entendimiento, siempre con respeto a la soberanía de los países, de sus instituciones y de sus pueblos.

Prueba de ello, por ejemplo, fue la creación en 1983 del Grupo Contadora conformado por los gobiernos de México, Panamá, Colombia y Venezuela, en aras de promover la pacificación en Centroamérica, particularmente en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, ante las guerras civiles que atravesaban. Esta agrupación abrió un canal de comunicación en estos países y logró generar una atmósfera de paz en la región.

Asimismo, se encuentran los Acuerdos de Paz de Chapultepec, firmados entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, en 1992, cuyo logro consistió en poner fin a años de guerra civil en esa nación.

México sigue comprometido en la actualidad con la paz y el diálogo internacionales, por medio de la aplicación de sus principios de política exterior, plasmados en el artículo 89, fracción X, de nuestra Carta Magna. Entre éstos, destacan la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de las controversias, y el respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos.

De igual forma, el Gobierno mexicano respaldó el llamado a la calma en Venezuela, que hiciera en 2019 António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, así como su exhorto a todas las partes a evitar una mayor escalada de la tensión y a no recurrir a la violencia.

En tal contexto se habrá de desarrollar en nuestro territorio el encuentro. Para el Gobierno de Venezuela existen diversas demandas precisas en el marco del diálogo, a saber: 1) que Estados Unidos y la Unión Europea retiren todas las sanciones impuestas al país sudamericano; 2) que todos los actores políticos reconozcan la legalidad, la legitimidad y el funcionamiento de las autoridades y de los poderes públicos venezolanos, así como la constitucionalidad del país; 3) que se permita la presencia de todas las oposiciones en la mesa de diálogo; 4) que sean devueltos todos los activos públicos venezolanos congelados que se encuentran en el extranjero, y 5) que todos los sectores renuncien a la violencia y a la conspiración contra los poderes públicos del país.

Para la oposición venezolana se requiere que las negociaciones en México incluyan un calendario electoral que abarque incluso hasta los próximos comicios presidenciales, la liberación de personas presas políticas, así como la realización, de manera democrática y transparente, de las próximas elecciones de titulares de gubernaturas y alcaldías en noviembre de este año.

Para México, ser sede y mediador de esta iniciativa junto con Noruega representa la reafirmación de su liderazgo en la región latinoamericana, por medio del establecimiento de un puente de comunicación con Venezuela, sin inmiscuirse en los asuntos internos de ese país. Así, nuestra nación manifiesta su voluntad para coadyuvar en la resolución de una crisis política y humanitaria, a través de un diálogo incluyente, creíble y constructivo entre las partes.

Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República