/ martes 15 de enero de 2019

Muy merecido homenaje al soldado Brayan

Me conmovió verdaderamente el reportaje de Marlene Luna, publicado en el periódico NTR de Zacatecas el sábado 12 de enero de 2019, en la que ella describe, con notable habilidad periodística, el trato destacablemente humanitario que dio el Ejército Nacional a un discapacitado.

Sí, no creo que la perfecta apostura en un desfile del ejército o la marina pueda equipararse –por muy vistoso que éste sea –a la compasión solidaria que suscita entre la población el atender con evidente determinacióna los desventurados de nuestra sociedad, a quienes no esperan más que infortunios en su existencia. Con ellos ciertamente pienso que hay que solidarizarse con pasión.

En ese sentido y en efecto, el Ejército Mexicano nos está dando muestra de su ser destacadamente fraternalen el trato tan especial que le ha dado a Brayan Méndez Marín, joven zacatecano que ha sufrido indeseable males: la pérdida de su madre, la pérdida del habla, la pérdida de la movilidad física, y… ¿qué otra gran desventura puede faltar?

Así, teniendo fundamentalmente en perspectiva la compasión humana, el Ejército nombró a Brayan “soldado por un día” en lucida ceremonia marcial celebrada en el recinto del 97 Batallón de Infantería, en Fresnillo. El Ejército, de tal forma, nos está enseñando una virtud ya un tanto perdida en esta época de delincuencia extrema: la compasión, en especial la ayuda a losdesamparados.

El programa militar en el que se enmarca esta genuina solidaridad con los desprotegidos tiene como propósito mostrar –de acuerdo a la información periodística ya citada– el lado humano y sensible de quienes pertenecen a las fuerzas armadas, además de fomentar el vínculo con la sociedad.

De esa forma, en la referida ceremonia, siguiendo las pautas que marca el protocolo militar, se izó la bandera nacional, en la plaza cívica de las instalaciones; luego se realizó el pase de lista y se leyó el parte de novedades, para posteriormente, entregar al joven soldado honorario Brayan una placa y un reconocimiento por su valor para enfrentar las dificultades que le presenta la vida.

En estos tiempos en los que prevalece la crueldad extrema, en la que el Ejército Mexicano, la Armada de México y demás cuerpos policiacos federales y locales están enfrentando tareas incesantes de combate al huachicoleo y al hampa en general, se olvida un tanto de la actividad benefactora que han decantado algunas de esas instituciones al cabo de los años. Ciertamente los organismoscitados tienen un papel muy importante que jugar en la seguridad de nuestra sociedad nacional, pero para nada sobran el ayudar de manera específica a quienes no tienen siquiera movilidad, que están en el desamparo, que han perdido la esperanza.

Me conmovió verdaderamente el reportaje de Marlene Luna, publicado en el periódico NTR de Zacatecas el sábado 12 de enero de 2019, en la que ella describe, con notable habilidad periodística, el trato destacablemente humanitario que dio el Ejército Nacional a un discapacitado.

Sí, no creo que la perfecta apostura en un desfile del ejército o la marina pueda equipararse –por muy vistoso que éste sea –a la compasión solidaria que suscita entre la población el atender con evidente determinacióna los desventurados de nuestra sociedad, a quienes no esperan más que infortunios en su existencia. Con ellos ciertamente pienso que hay que solidarizarse con pasión.

En ese sentido y en efecto, el Ejército Mexicano nos está dando muestra de su ser destacadamente fraternalen el trato tan especial que le ha dado a Brayan Méndez Marín, joven zacatecano que ha sufrido indeseable males: la pérdida de su madre, la pérdida del habla, la pérdida de la movilidad física, y… ¿qué otra gran desventura puede faltar?

Así, teniendo fundamentalmente en perspectiva la compasión humana, el Ejército nombró a Brayan “soldado por un día” en lucida ceremonia marcial celebrada en el recinto del 97 Batallón de Infantería, en Fresnillo. El Ejército, de tal forma, nos está enseñando una virtud ya un tanto perdida en esta época de delincuencia extrema: la compasión, en especial la ayuda a losdesamparados.

El programa militar en el que se enmarca esta genuina solidaridad con los desprotegidos tiene como propósito mostrar –de acuerdo a la información periodística ya citada– el lado humano y sensible de quienes pertenecen a las fuerzas armadas, además de fomentar el vínculo con la sociedad.

De esa forma, en la referida ceremonia, siguiendo las pautas que marca el protocolo militar, se izó la bandera nacional, en la plaza cívica de las instalaciones; luego se realizó el pase de lista y se leyó el parte de novedades, para posteriormente, entregar al joven soldado honorario Brayan una placa y un reconocimiento por su valor para enfrentar las dificultades que le presenta la vida.

En estos tiempos en los que prevalece la crueldad extrema, en la que el Ejército Mexicano, la Armada de México y demás cuerpos policiacos federales y locales están enfrentando tareas incesantes de combate al huachicoleo y al hampa en general, se olvida un tanto de la actividad benefactora que han decantado algunas de esas instituciones al cabo de los años. Ciertamente los organismoscitados tienen un papel muy importante que jugar en la seguridad de nuestra sociedad nacional, pero para nada sobran el ayudar de manera específica a quienes no tienen siquiera movilidad, que están en el desamparo, que han perdido la esperanza.