Al conocer los primeros resultados del proceso electoral del pasado domingo 2 de junio del 2024, se generó nerviosismo en el ámbito económico-financiero. Esta situación provocó una caída en los mercados accionarios en el que la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y el tipo de cambio peso-dólar tuvieron un “lunes negro” este 3 de junio,
¿Qué pasó? La Bolsa Mexicana de Valores, registró una severa caída de 6.11 por ciento el lunes, su cuarto mayor desplome en 20 años. Por lo que respecta al dólar, la moneda llegó a cotizarse hasta en 18 pesos en el mercado interbancario.
Es importante aclarar que la caída del lunes no solo obedeció al tema post electoral de nuestro país, pues la incertidumbre también se presentó por la política monetaria de Estados Unidos, las discusiones por regular el mercado de las criptomonedas en ese país y el desempeño económico de China también inciden en las operaciones diarias.
Para diversos analistas financieros, el miedo se presentó porque no se esperaba la mayoría en el Congreso, considerado uno de los más importantes contrapesos ante el triunfo de Morena con amplia ventaja contra Xóchitl Gálvez.
Un día después, el martes 4 de junio, la BMV cerró con un rebote de 3.2%, mientras que el peso mexicano extendió las pérdidas, desafiando brevemente la barrera de 18 por dólar en operaciones intradía.
En términos económicos, los expertos señalan que, a los mercados les preocupa el Banco de México y la posibilidad de que, con una mayoría calificada en el Congreso, la próxima administración busque retirarle su autonomía a cambio de un mandato dual, como lo tiene la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, así como la disciplina fiscal.
Ante la preocupación, tuvo que salir de manera emergente el secretario de Hacienda, Rogelio Ramirez de la O, para tranquilizar a los mercados. Para ello, emitió un breve mensaje de seis puntos a los inversionistas, con la intención de frenar el nerviosismo y la volatilidad que emergió en los mercados financieros tras las elecciones, en el cual se comprometió a disminuir el déficit y mantener la disciplina fiscal.
El funcionario federal se comprometió respetar la autonomía de Banxico y además de apoyar al Estado de derecho, incluso, también busca disminuir los niveles de endeudamiento que se generarán hasta 2025, con niveles compatibles con un porcentaje del PIB sostenible en el mediano plazo, lo cual es alrededor de tres por ciento del PIB.
Agregó que continuará la comunicación con inversionistas y calificadoras para confirmar sus prioridades que son mantener la estabilidad macroeconómica, la prudencia fiscal y la viabilidad de sus objetivos fiscales.
El secretario recalcó el compromiso de la nueva administración por estrechar la colaboración con Pemex, aprovechando el apoyo que se reflejará en el Congreso para optimizar el buen uso de los recursos públicos. Los inversionistas estarán atentos al desarrollo de los anuncios gubernamentales en el ámbito económico y financiero.