/ domingo 9 de agosto de 2020

¡Ni una menos!

El feminicidio y la violencia contra las mujeres, representa la profunda degradación de una sociedad anclada en una cultura machista.

Entender el patrón de la violencia hacia ellas, se resume de la siguiente manera: el feminicidio se ha incrementado, en 129% en el último lustro. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública registra 4 mil 066 presuntos delitos de feminicidios de 2015 a la fecha. Además, 2019 fue un año de luto para las mexicanas. En promedio, 11 mujeres fueron asesinadas diariamente.

Se debe observar que, de enero a junio, 47 mil 660 mujeres fueron víctimas de algún delito, además, de cada 10 víctimas de algún ilícito, tres pertenecen al sector femenino. Lo grave, es que cualquier incidente que atente contra la integridad física puede derivar en el asesinato de una mexicana.

De acuerdo con ONU Mujeres, los factores de riesgo en la infancia para violencia y feminicidio son los siguientes: la falta de un documento de identidad, el analfabetismo y el abandono escolar, el trabajo y el matrimonio infantil, el embarazo precoz, nacer mujer indígena, los altos niveles de pobreza en los que viven millones de niñas y adolescentes, así como la desintegración familiar.

En fecha reciente, el Senado de la República instaló la Comisión Especial Encargada de dar Seguimiento a los Casos de Feminicidios de Niñas y Adolescentes, presidida por la senadora Martha Guerrero Sánchez y de la cual tengo el honor y la gran responsabilidad de ser integrante. Justo reconocer que este órgano se creó a solicitud de la senadora Josefina Vázquez Mota para atender dicha problemática.

Nuestras funciones estarán encaminadas en vigilar, orientar y recomendar a las autoridades la aplicación adecuada y efectiva de todas las políticas, de igual manera, coadyuvar en la revisión de normas, programas, protocolos de actuación desde la perspectiva de género.

Evidentemente, nuestra función como senadores integrantes de esta Comisión Especial, será fortalecer el marco normativo para aprobar leyes de vanguardia donde se proteja a cabalidad la integridad física y la vida de las mexicanas.

Urge replantear las políticas públicas y el marco legislativo para garantizar que el Estado las cuide. Como mujer, me es imposible pensar en algún acto más atroz y repugnante que el feminicidio, ruindad machista que arrebata la vida y los sueños de cientos de mexicanas.

El Senado de la República, tiene la obligación de dar voz y acompañarlas. Necesitamos sentirnos libres, protegidas, respetadas y vivas.

¡Ni una menos!

El feminicidio y la violencia contra las mujeres, representa la profunda degradación de una sociedad anclada en una cultura machista.

Entender el patrón de la violencia hacia ellas, se resume de la siguiente manera: el feminicidio se ha incrementado, en 129% en el último lustro. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública registra 4 mil 066 presuntos delitos de feminicidios de 2015 a la fecha. Además, 2019 fue un año de luto para las mexicanas. En promedio, 11 mujeres fueron asesinadas diariamente.

Se debe observar que, de enero a junio, 47 mil 660 mujeres fueron víctimas de algún delito, además, de cada 10 víctimas de algún ilícito, tres pertenecen al sector femenino. Lo grave, es que cualquier incidente que atente contra la integridad física puede derivar en el asesinato de una mexicana.

De acuerdo con ONU Mujeres, los factores de riesgo en la infancia para violencia y feminicidio son los siguientes: la falta de un documento de identidad, el analfabetismo y el abandono escolar, el trabajo y el matrimonio infantil, el embarazo precoz, nacer mujer indígena, los altos niveles de pobreza en los que viven millones de niñas y adolescentes, así como la desintegración familiar.

En fecha reciente, el Senado de la República instaló la Comisión Especial Encargada de dar Seguimiento a los Casos de Feminicidios de Niñas y Adolescentes, presidida por la senadora Martha Guerrero Sánchez y de la cual tengo el honor y la gran responsabilidad de ser integrante. Justo reconocer que este órgano se creó a solicitud de la senadora Josefina Vázquez Mota para atender dicha problemática.

Nuestras funciones estarán encaminadas en vigilar, orientar y recomendar a las autoridades la aplicación adecuada y efectiva de todas las políticas, de igual manera, coadyuvar en la revisión de normas, programas, protocolos de actuación desde la perspectiva de género.

Evidentemente, nuestra función como senadores integrantes de esta Comisión Especial, será fortalecer el marco normativo para aprobar leyes de vanguardia donde se proteja a cabalidad la integridad física y la vida de las mexicanas.

Urge replantear las políticas públicas y el marco legislativo para garantizar que el Estado las cuide. Como mujer, me es imposible pensar en algún acto más atroz y repugnante que el feminicidio, ruindad machista que arrebata la vida y los sueños de cientos de mexicanas.

El Senado de la República, tiene la obligación de dar voz y acompañarlas. Necesitamos sentirnos libres, protegidas, respetadas y vivas.

¡Ni una menos!