/ domingo 10 de junio de 2018

No más halconazos

Hoy se cumplen 47 años de aquel jueves de corpus, hecho lamentable donde un grupo paramilitar conocido como “Halcones” reprimió violentamente una manifestación pacífica de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nuevo León, la cual fue rehén de prácticas antidemocráticas.

El antecedente es en el sentido que la UANL modificó sus estatutos de tal forma que daba una mayor participación de los estudiantes y maestros para elegir al rector. Esto no gustó al gobierno estatal y cuando el rector elegido democráticamente llegó, se le redujo el presupuesto a la institución y obligó a que se aprobara una nueva ley en la que se eliminaba la autonomía.

Esto terminó en una huelga estudiantil que fue apoyada por otras instituciones, como la UNAM y el IPN que ya habían convocado a una manifestación masiva el día 10 de junio. La Secretaria de Educación Pública intervino en las negociaciones entre el estado y la universidad y el 5 de junio entró en vigor una nueva ley orgánica que resolvía el conflicto, además el 30 de mayo el gobernador de Nuevo León, Eduardo Elizondo Lozano renunció.

Esto fue parte de la conciliación, pese a esto los estudiantes capitalinos decidieron manifestarse. En aquel entonces en 1970 llega al poder Luis Echeverría Álvarez y anunció reformas que prometían una apertura democrática en el país, incluso se permitió el regreso de algunos líderes del movimiento estudiantil de 1969 exiliados.

Las demandas más sentidas fueron, la democratización de la enseñanza, el control del presupuesto universitario por alumnos y profesores, presupuesto universitario equivalente al 12% del PIB, libertad política, educación de calidad para todos, respeto a la diversidad cultural mexicana, apertura democrática, apoyo a la vida política sindical de los obreros y fin de la represión por parte del gobierno.

El 10 de junio de 1971 alrededor de las 17 horas salió el contingente de la marcha a la altura de la estación Normal, de la Línea 2 del Metro. Un cuerpo de granaderos impidió el paso de los estudiantes a pocos metros de haber iniciado el recorrido. Frente a los universitarios se despliegan grupos armados, tanques antimotines, camiones de bomberos y patrullas, también se habla de francotiradores. Un grupo paramilitar armados con varas de bambú, palos de kendo y metralletas, con las que iniciaron un tiroteo que duró 2 horas, durante este tiempo los Halcones (apoyados por los tanques militares) golpeaban a los estudiantes y los subían a camionetas sin placas, sin saberse el rumbo .

Los Halcones era un grupo paramilitar cuyo objetivo era reprimir cualquier manifestación y crítica al gobierno, el grupo estaba integrado por militares, pandilleros, jóvenes provenientes de clubes deportivos y “porros” universitarios. Luis Echeverría anunció una investigación sobre la matanza y afirmo que castigaría a los culpables, situación que nunca ocurrió, nunca hubo consignados a las autoridades. Alfonso Martínez Domínguez regente de la ciudad y Julio Sánchez Vargas Procurador General negaron la existencia de los Halcones y aseguraron que el ataque fue producido por grupos extremistas de estudiantes que atacaron a sus compañeros.

En México no tenemos memoria, estos hechos siguen ocurriendo, violaciones a derechos humanos, desapariciones forzadas, y demás delitos que vulneran a la sociedad, es tiempo de elegir, tiempo de razonar lo que nos conviene como país.


Hoy se cumplen 47 años de aquel jueves de corpus, hecho lamentable donde un grupo paramilitar conocido como “Halcones” reprimió violentamente una manifestación pacífica de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nuevo León, la cual fue rehén de prácticas antidemocráticas.

El antecedente es en el sentido que la UANL modificó sus estatutos de tal forma que daba una mayor participación de los estudiantes y maestros para elegir al rector. Esto no gustó al gobierno estatal y cuando el rector elegido democráticamente llegó, se le redujo el presupuesto a la institución y obligó a que se aprobara una nueva ley en la que se eliminaba la autonomía.

Esto terminó en una huelga estudiantil que fue apoyada por otras instituciones, como la UNAM y el IPN que ya habían convocado a una manifestación masiva el día 10 de junio. La Secretaria de Educación Pública intervino en las negociaciones entre el estado y la universidad y el 5 de junio entró en vigor una nueva ley orgánica que resolvía el conflicto, además el 30 de mayo el gobernador de Nuevo León, Eduardo Elizondo Lozano renunció.

Esto fue parte de la conciliación, pese a esto los estudiantes capitalinos decidieron manifestarse. En aquel entonces en 1970 llega al poder Luis Echeverría Álvarez y anunció reformas que prometían una apertura democrática en el país, incluso se permitió el regreso de algunos líderes del movimiento estudiantil de 1969 exiliados.

Las demandas más sentidas fueron, la democratización de la enseñanza, el control del presupuesto universitario por alumnos y profesores, presupuesto universitario equivalente al 12% del PIB, libertad política, educación de calidad para todos, respeto a la diversidad cultural mexicana, apertura democrática, apoyo a la vida política sindical de los obreros y fin de la represión por parte del gobierno.

El 10 de junio de 1971 alrededor de las 17 horas salió el contingente de la marcha a la altura de la estación Normal, de la Línea 2 del Metro. Un cuerpo de granaderos impidió el paso de los estudiantes a pocos metros de haber iniciado el recorrido. Frente a los universitarios se despliegan grupos armados, tanques antimotines, camiones de bomberos y patrullas, también se habla de francotiradores. Un grupo paramilitar armados con varas de bambú, palos de kendo y metralletas, con las que iniciaron un tiroteo que duró 2 horas, durante este tiempo los Halcones (apoyados por los tanques militares) golpeaban a los estudiantes y los subían a camionetas sin placas, sin saberse el rumbo .

Los Halcones era un grupo paramilitar cuyo objetivo era reprimir cualquier manifestación y crítica al gobierno, el grupo estaba integrado por militares, pandilleros, jóvenes provenientes de clubes deportivos y “porros” universitarios. Luis Echeverría anunció una investigación sobre la matanza y afirmo que castigaría a los culpables, situación que nunca ocurrió, nunca hubo consignados a las autoridades. Alfonso Martínez Domínguez regente de la ciudad y Julio Sánchez Vargas Procurador General negaron la existencia de los Halcones y aseguraron que el ataque fue producido por grupos extremistas de estudiantes que atacaron a sus compañeros.

En México no tenemos memoria, estos hechos siguen ocurriendo, violaciones a derechos humanos, desapariciones forzadas, y demás delitos que vulneran a la sociedad, es tiempo de elegir, tiempo de razonar lo que nos conviene como país.