/ domingo 18 de octubre de 2020

Nueva alarma sanitaria

Era de esperarse, aún y cuando Zacatecas se mantenga en semáforo epidemiológico naranja, estamos prácticamente al límite para regresar al color rojo que es el máximo riesgo de alerta por la epidemia de Covid-19.

Las noticias no son, ni con mucho, las esperadas, ya que la entidad ha incrementado el nivel de riesgo, pues de una ponderación que tuvimos hace dos semanas en los 18 y 19 puntos, a punto del color amarillo, de nueva cuenta alcanzamos los 30 puntos, lo que nos coloca más cerca del rojo.

Hay que decir, que para la Secretaría de Salud tener 16 puntos en la ponderación en automático nos colocaría en color amarillo, pero estar entre los 17 y 31 puntos estamos en color naranja y al llegar a los 32 puntos de ponderación, nos llevará de nueva cuenta al color escarlata, máximo riesgo sanitario.

De esta manera, al contabilizar 30 puntos, Zacatecas está a nada de regresar al semáforo rojo, lo que no representa un buen augurio ni para la movilidad social, ni para la actividad económica, mucho menos para la atención médica.

No cabe duda que esta medida es una alerta que nos obliga a revisar nuestra conducta y fortalecer las medidas de seguridad.

Ha sido muy notable que después de las festividades patrias se ha presentado un incremento en el número de casos de contagio comunitario de COVID-19.

Hoy más que policías y personal que responda al cumplimiento de las medidas en la vía pública, debemos, todos, asumir el papel que nos toca como ciudadanos.

Debe haber, más que políticas de financiación del gobierno a los empresarios, la responsabilidad social de todos. El alarmante incremento en el número de contagios registrado esta semana, refleja el grado de irresponsabilidad ciudadana en el autocuidado.

Es necesario que los restaurantes trabajen, que los comercios puedan tener abiertas sus puertas, que las tiendas departamentales ofrezcan todos su productos, pero debe hacerse con un nivel de cuidado y protección.

Hay restaurantes que violando la Ley se convierten en antros cerrando sus puertas hasta muy de madrugada, parece que con la complacencia de las autoridades, especialmente en el municipio de Guadalupe, particularmente en la Calzada Solidaridad.

Aún y cuando nieguen las versiones, han registrado un importante número de contagios por permitir que se rompan las reglas, estén sin cubre bocas y sin sana distancia. Pero sus propietarios se amparan en la política, para presionar y no tener “acoso” de las autoridades.

Cerca de mil contagios en una sola semana, y más de 900 muertos en los ocho meses de la pandemia nos obliga a reflexionar en la necesidad de reconsiderar un segundo confinamiento. Las muertes de los cercanos son muchas y cada vez más jóvenes. Urge hacer conciencia.


Era de esperarse, aún y cuando Zacatecas se mantenga en semáforo epidemiológico naranja, estamos prácticamente al límite para regresar al color rojo que es el máximo riesgo de alerta por la epidemia de Covid-19.

Las noticias no son, ni con mucho, las esperadas, ya que la entidad ha incrementado el nivel de riesgo, pues de una ponderación que tuvimos hace dos semanas en los 18 y 19 puntos, a punto del color amarillo, de nueva cuenta alcanzamos los 30 puntos, lo que nos coloca más cerca del rojo.

Hay que decir, que para la Secretaría de Salud tener 16 puntos en la ponderación en automático nos colocaría en color amarillo, pero estar entre los 17 y 31 puntos estamos en color naranja y al llegar a los 32 puntos de ponderación, nos llevará de nueva cuenta al color escarlata, máximo riesgo sanitario.

De esta manera, al contabilizar 30 puntos, Zacatecas está a nada de regresar al semáforo rojo, lo que no representa un buen augurio ni para la movilidad social, ni para la actividad económica, mucho menos para la atención médica.

No cabe duda que esta medida es una alerta que nos obliga a revisar nuestra conducta y fortalecer las medidas de seguridad.

Ha sido muy notable que después de las festividades patrias se ha presentado un incremento en el número de casos de contagio comunitario de COVID-19.

Hoy más que policías y personal que responda al cumplimiento de las medidas en la vía pública, debemos, todos, asumir el papel que nos toca como ciudadanos.

Debe haber, más que políticas de financiación del gobierno a los empresarios, la responsabilidad social de todos. El alarmante incremento en el número de contagios registrado esta semana, refleja el grado de irresponsabilidad ciudadana en el autocuidado.

Es necesario que los restaurantes trabajen, que los comercios puedan tener abiertas sus puertas, que las tiendas departamentales ofrezcan todos su productos, pero debe hacerse con un nivel de cuidado y protección.

Hay restaurantes que violando la Ley se convierten en antros cerrando sus puertas hasta muy de madrugada, parece que con la complacencia de las autoridades, especialmente en el municipio de Guadalupe, particularmente en la Calzada Solidaridad.

Aún y cuando nieguen las versiones, han registrado un importante número de contagios por permitir que se rompan las reglas, estén sin cubre bocas y sin sana distancia. Pero sus propietarios se amparan en la política, para presionar y no tener “acoso” de las autoridades.

Cerca de mil contagios en una sola semana, y más de 900 muertos en los ocho meses de la pandemia nos obliga a reflexionar en la necesidad de reconsiderar un segundo confinamiento. Las muertes de los cercanos son muchas y cada vez más jóvenes. Urge hacer conciencia.