Más allá de estar a favor o contra el gobierno, los mexicanos debemos trabajar colectivamente para sobreponernos a efectos de la actual pandemia, abatir la pobreza, construir una nueva cultura ciudadana de cooperación, armonía y compromiso e incrementar la dinámica económica nacional y regional.
En determinado periodismo y redes sociales observamos claro incremento de sentires contra del Presidente de la República y ahora al Dr. Hugo López-Gatell Ramírez, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud. Normal, estamos en la cubeta de cangrejos mexicanos. Son escazas las críticas constructivas y las propuestas viables y estratégicas tan necesarias para influir en la orientación de gobernabilidad y gobernanza del actual régimen de López Obrador, pero sobre todo del partido MORENA que como partido en el gobierno no resulta diferente a anteriores.
Las reuniones de pregunta-respuesta que cada mañana tiene el Presidente con los medios es un hecho inédito en el presidencialismo mexicano, antes realmente se ignoraba al pueblo. Ahora cada mañana hay un ejercicio democrático donde todo ciudadano interesado está al tanto sobre el rumbo del país, sin embargo son arma de dos filos pues este ejercicio de sesiones matutinas tiene su contraparte ya que proporciona información para atacar al Presidente e incluso distorsionarla con propósito de incidir en la opinión pública y mover próximos resultados electorales en 2021, así como construir un “muro de contención” a las políticas en materia económica que modifican substancialmente el ingreso de personas de élite social quienes tenían aliados o socios en altos cargos gubernamentales.
Leemos en redes sociales de internet a personas que no son prominentes empresarios o de la alta clase económica, sino generalmente personas de clase media con ideología conservadora o de derecha que desde empleados defienden la ideología patronal y del desastroso modelo económico neoliberal. Un conteo rápido de gente que publican en redes sociales también encontrará que estadísticamente son un grupo reducido y prácticamente mismas personas, pero también en dicho conteo estadístico leerá que no proponen nada, incluso son más agresivos que los denominados “chairos” y ello ya es mucho decir.
En toda democracia es correcto criticar a un sistema gubernamental, pero más hacerlo con respeto y ética, entender que mi libertad llega hasta donde empieza la de otra persona. Impacta más la crítica al agregar fundamentos del porqué y sobre todo con propuestas.
Construyamos una democracia tolerante y evolucionada.
