/ martes 3 de mayo de 2022

Otra vez en camino a la polarización

¿Hasta cuándo los intereses de la gente buena serán para el Presidente Andrés Manuel López Obrador la prioridad de su gobierno? Lleva tres años y medio promoviendo el culto a su personalidad y la polarización, con resultados desastrosos para quienes integramos el país azteca.

Otra vez encamina a la nación hacia un descarrilamiento de posiciones y polarización, con el único objetivo de distraer a la población de los temas trascendentales, desacreditar a la oposición con miras al 2024 y mantenerse a toda costa en el poder. Esa es la intención real de la propuesta presidencial de Reforma Electoral que enviò a la Cámara de Diputados, al cierre del segundo periodo ordinario de sesiones de este primer año de ejercicio de la LXV Legislatura.

La iniciativa nació muerta, porque su contenido nos haría retroceder 70 años en nuestra democracia. Por eso no será respaldada en el Congreso de la Unión por quienes integramos la alianza legislativa Va por México. Y, seguramente, de ahí se agarrará para continuar la campaña de odio y desprestigio que inició contra quienes pensamos diferente y rechazamos su propuesta de Reforma Eléctrica.

Al titular del Poder Ejecutivo no le interesa el país, le interesa el 2024 manteniéndose vigente en la opinión pública, porque es un hecho la segunda derrota que tendrá en el Poder Legislativo, ya que la reforma constitucional requiere de mayoría calificada (333 votos) para su aprobación y, es por todos conocido, no la tiene.

Aplica la manipulación mediática conocida como “caja china”; es decir, fomenta distractores sociales y distrae la atención de problemas, como la inseguridad, que gracias a su estrategia de abrazos no balazos tiene al país con más de 100 mil homicidios dolosos y un número similar de desaparecidos; militariza la nación recrudeciendo la punga interna entre cárteles. Mientras, él saluda a la mamá de “El Chapo” y libera a su hijo Ovidio Guzmán.

También distrae a la población de la crisis de salud que mantiene sin medicamentos a casi todos los hospitales públicos del país y de las miles de muertes por la errática estrategia contra la pandemia. La inflación cercana al 8% es la más alta de los últimos 20 años.

Las reformas eléctrica y electoral son “distractores presidenciales”, como lo fueron la rifa del avión sin el avión, las consultas para enjuiciar a expresidentes y la de revocación de mandato. Y como lo será cualquier otro tema que le convenga poner en la agenda pública desde su púlpito de “Las mañaneras” para satanizar a la oposición que piensa diferente.

Va por México, el PRD, PAN y PRI hacemos un frente común contra su propuesta para fomentar la sobrerrepresentación y extinguir las minorías y pluralidad en el Congreso de la Unión, desaparecer al INE y OPLEs, apoderarse de los árbitros electorales y sostener el contrasentido de elegir a consejeros y magistrados electorales por votación directa, entre otras aberraciones.

¿Hasta cuándo los intereses de la gente buena serán para el Presidente Andrés Manuel López Obrador la prioridad de su gobierno? Lleva tres años y medio promoviendo el culto a su personalidad y la polarización, con resultados desastrosos para quienes integramos el país azteca.

Otra vez encamina a la nación hacia un descarrilamiento de posiciones y polarización, con el único objetivo de distraer a la población de los temas trascendentales, desacreditar a la oposición con miras al 2024 y mantenerse a toda costa en el poder. Esa es la intención real de la propuesta presidencial de Reforma Electoral que enviò a la Cámara de Diputados, al cierre del segundo periodo ordinario de sesiones de este primer año de ejercicio de la LXV Legislatura.

La iniciativa nació muerta, porque su contenido nos haría retroceder 70 años en nuestra democracia. Por eso no será respaldada en el Congreso de la Unión por quienes integramos la alianza legislativa Va por México. Y, seguramente, de ahí se agarrará para continuar la campaña de odio y desprestigio que inició contra quienes pensamos diferente y rechazamos su propuesta de Reforma Eléctrica.

Al titular del Poder Ejecutivo no le interesa el país, le interesa el 2024 manteniéndose vigente en la opinión pública, porque es un hecho la segunda derrota que tendrá en el Poder Legislativo, ya que la reforma constitucional requiere de mayoría calificada (333 votos) para su aprobación y, es por todos conocido, no la tiene.

Aplica la manipulación mediática conocida como “caja china”; es decir, fomenta distractores sociales y distrae la atención de problemas, como la inseguridad, que gracias a su estrategia de abrazos no balazos tiene al país con más de 100 mil homicidios dolosos y un número similar de desaparecidos; militariza la nación recrudeciendo la punga interna entre cárteles. Mientras, él saluda a la mamá de “El Chapo” y libera a su hijo Ovidio Guzmán.

También distrae a la población de la crisis de salud que mantiene sin medicamentos a casi todos los hospitales públicos del país y de las miles de muertes por la errática estrategia contra la pandemia. La inflación cercana al 8% es la más alta de los últimos 20 años.

Las reformas eléctrica y electoral son “distractores presidenciales”, como lo fueron la rifa del avión sin el avión, las consultas para enjuiciar a expresidentes y la de revocación de mandato. Y como lo será cualquier otro tema que le convenga poner en la agenda pública desde su púlpito de “Las mañaneras” para satanizar a la oposición que piensa diferente.

Va por México, el PRD, PAN y PRI hacemos un frente común contra su propuesta para fomentar la sobrerrepresentación y extinguir las minorías y pluralidad en el Congreso de la Unión, desaparecer al INE y OPLEs, apoderarse de los árbitros electorales y sostener el contrasentido de elegir a consejeros y magistrados electorales por votación directa, entre otras aberraciones.